Por Andrés Vera Díaz
Javier Torres, que alcalde de Fresnillo no ha parado con la designación de contratos por publicidad a empresas familiares y otras, con relación directa a las respectivas de funcionarios del Ayuntamiento.
«La transparencia ha muerto con la desaparición del INAI y el IZAI»; tres contratos después, esa misma transparencia es negada, soslayada, reprochada, repudiada y hasta ignorada por involucrados. Vaya.
En este espacio dimos a conocer con señales específicas el conflicto de interés, ese que cínicamente niega Torres bajo el infantil argumento de que como no aparece en las actas constitutivas de Torres Corporativo, por lo tanto no existe. Leer: Fresnillo; los Torres PRImero. Leer: Javo Torres, los conflictos de interés relacionados con cargos públicos y empresas
Su discurso pues de que la transparencia ha muerto, cae por su propio peso, pero más allá de la narrativa fallida, el fondo de la preferencia en la emisión de contratos para familiares tiene un trato sin pudor alguno.
El 21 y 24 de abril de 2024, periometro.mx publicó dos investigaciones respecto a como «Javo Torres, recibió más de 170 millones en contratos para sus empresas en gobiernos tricolores» y otra titulada; «Javo Torres, los conflictos de interés relacionados con cargos públicos y empresas«. Javo tímidamente trató de desmentir, alegando «que es falso lo que se dice», sin especificar los citados textos ni solicitar réplica.
En el sexenio del «impoluto» Miguel Alonso, Javo Torres además como propietario de la empresa DVS producciones, consiguió 57 contratos por un monto de 51 millones 229 mil pesos por la presunta elaboración de materiales audiovisuales para la administración priista de Alonso.
Con ese historial, ya como alcalde en conjunción con el impresentable Víctor Bravo Piña, las empresas Grupo Pina Co, S.A. de C.V y de Torres Corporativo Radio S. de R.L., cuyos representantes tienen una relación por consanguinidad con los «servidores públicos», fueron contratadas apenas dos meses después de la toma de protesta.
Ahora, el diputado morenista Martín Álvarez Casio exhibe de nueva cuenta otra corruptela de Torres -sumada a la admisión de un vehículo oneroso que era propiedad de un proveedor-, pues las empresas familiares siguen siendo beneficiadas con contratos groseros, más otros de menor monto, pero que en conjunto sumarían hasta un millón de pesos mensuales por publicidad.
Y no es todo, el grupo B15 de los Bonilla, también salen bien parados, como así tienen contratos con el gobierno del estado -lo que explicaría la tibieza de Fito por no destaparse por ningún proyecto específico de cara a 2027-, pues también en este caso existe conflicto de interés.
De acuerdo con la denuncia, el alcalde Javier Torres Rodríguez firmó convenios mensuales por un total de 232 mil pesos con las radiodifusoras XHIH y XHEL, propiedad de su tío directo, J. Trinidad Torres Gallegos. Por su parte, la síndico municipal Marcela del Cojo Gómez autorizó contratos por 290 mil pesos mensuales con las emisoras Romántica, La Primera y Frecuencia Azul, propiedad de su prima directa, Lidia Bonilla Gómez.

Así pues, ambas familias reciben en conjunto 522 mil pesos mensuales en convenios de publicidad oficial. Esto representa más de 6 millones de pesos al año comprometidos a favor de intereses familiares.
El gasto total revisado en convenios asciende a 915 mil 960 pesos mensuales. De ese monto, más del 82 por ciento se concentra en tres grupos: las familias Torres y Bonilla —con vínculos directos con los servidores públicos que firmaron los contratos— y un tercer grupo con presencia mediática local, según expuso el legislador.
La Ley General de Responsabilidades Administrativas establece que es: Conflicto de Interés: La posible afectación del desempeño imparcial y objetivo de las funciones de los Servidores Públicos en razón de intereses personales, familiares o de negocios. La Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado y Municipios de Zacatecas en su artículo quinto fracción XVI señala que:. Excusarse de intervenir en cualquier forma en la atención, tramitación o resolución de asuntos en los que tenga interés personal, familiar o de negocios, incluyendo aquellos de los que pueda resultar algún beneficio para él, su cónyuge o parientes en los tipos y grados considerados por esta ley como nepotismo; o para terceros con los que tenga relaciones profesionales, laborales o de negocios, o para socios o sociedades de las que el servidor público o las personas antes referidas formen o hayan formado parte.
Así pues, no es que Javo ignore la Ley -en el rigor de la existencia de la misma-, sino que sencillamente no le importa lo que establezca la legislación. Mientras tenga la oportunidad de engordar las cuentas bancarias de familias ya pudientes y con creces, mucho de lo cuál ha dependido de la relación política y los contratos erogados en gobiernos a modo, sencillamente asistirá a la consanguinidad.
Con esos antecedentes de conflicto de interés, derroche y servilismo, Javo pretende municipalizar Tránsito como caja chica. Con aquello de que murió la transparencia, seguramente usarán esa narrativa a conveniencia, para evadir si en todo caso, el número de multas emitidas, los ingresos totales o parciales, la aplicación del recurso obtenido y los que se etiquetaron para tal efecto. De ahí la urgencia para hacerla efectiva, quiere recursos, quiere maiceo, quiere subsanar con los bolsillos de los fresnillenses, sus camionetas de lujo, sus contratos familiares, el sostenimiento de un capital político a menos. Le urge porque, no pasa del 2027.















