Por Andrés Vera Díaz
La sucesión adelantada continúa moviendo tableros en Zacatecas y ante la premura de las encuestas, en la coalición Morena – Verde – PT (cuya alianza lleva tintes de retorno local), los tiempos apremian para consolidar proyectos, negociaciones futuras y contraposiciones.
El fin de semana se deslizó entre ir preparando terrenos de percepción, algunos con síntomas de prospectar adhesiones e ir amasando la redirección de cuadros que construyan en pos de lo que en el fondo capitalice fortaleza. Lo dijo Alfredo Femat en el podcast INSURRECTO, “lo que vale en política es la fuerza”.
Así pues, como es natural en estos menesteres, o antinatural en términos de lealtades individuales, es como este fin de semana vimos nuevos episodios que bailan al son de las coyunturas. En primer término, el nuevo fichaje de Rodrigo Reyes y Saúl Monreal advierte dinamitar la lógica inmediata de que Ulises Mejía lleva la delantera en muchas de las encuestas de intención y conocimiento rumbo a la candidatura oficial en 2027. La adhesión de Chema Alvarado, quien formaba parte de los cuadros del legislador federal y cuya labor era el contacto con sectores empresariales, promueve la sensación de que para el ex alcalde capitalino no todo es miel sobre ojuelas.
Hasta hace algunos días, en un medio digital de política nacional, se mencionaba a Mejía como uno de los prospectos de mayor visibilidad y gusto en Palacio Nacional. La nota deslizaba primeramente un objetivo entre líneas, figurar como un exponente no alineado al monrealismo de cepa o extensivo, que pudiera ser la opción más real contra el continuismo en Zacatecas. La respuesta fue evidenciar que mas fieles cuadros, como Chema, confían en esa retórica, pese a los números que colocan al joven diputado como unos de los mejor posicionados.
Sin embargo, en la sintonía que emana de Saúl y se extiende como vorágine, son los contantes reproches a la administración de su hermano David Monreal; desde la desatención, el sectarismo, la cargada oficial a Verónica Díaz, las guerras sucias en su contra y ahora, los subejercicios del presupuesto 2025 que a todas luces se verán reflejadas al final del año.
Además, el evento registrado en Pinos, demarcación gobernada por Armando Contreras quien obtuvo la victoria el año pasado, rompiendo con 80 años de protagonismo priista y que fue sobre todo, impulsado como referente “mejiista”, entona la reafirmación de que ese municipio ya no es una zona de influencia del diputado. Y es que el rompimiento de Contreras con Mejía ya lleva varios meses presente, aunado a la salida de Gerardo Espinoza quien fungía como secretario de gobierno y que ha sido desde hace años, uno de los operadores más destacados del también empresario restaurantero.
Por otro lado, Alfonso Ramírez Cuellar tuvo un fin de semana con presencia importante en la entidad, reuniéndose con diversos sectores que no han tenido la atención prioritaria en Zacatecas. En el foyer del Teatro Fernando Calderón, sostuvo un encuentro con mujeres empresarias, académicas, dirigentes juveniles y madres buscadoras, ante quienes refrendó su compromiso de fortalecer la lucha por la igualdad sustantiva y los derechos de las mujeres en todo el país. En Ojocaliente, Pinos y Calera conversó con agricultoras y agricultores, maestras y maestros, empresarias, empresarios y sindicalistas.
Pese a los rumores entre pasillos, “la polla” no ha quitado el dedo del renglón para ser candidato a gobernador, su presencia ya no tan esporádica conlleva una razón de fondo; tiene la delegación directa de la presidenta Sheinbaum para reforzar lazos con sectores y organizaciones en gran parte del país, sobre todo occidente y el norte.
Ulises Mejía fue a California en Estados Unidos a reforzar lazos con migrantes y promover el plan “México te Abraza”, también en una sintonía de coadyuvar en los programas federales encausados desde Palacio Nacional. El diputado federal es quien lleva más asambleas informativas en el estado, acercándose a las trescientas en poco más de un año, se ha encargado de presentarse como una alternativa a lo de siempre y le ha generado réditos.
Ulises se ha alejado del encono per se, tejiendo lazos con un sentido crítico y propositivo, reprochando monstruosidades como el fracasado viaducto elevado y la poca imaginación por presentar proyectos sustentables para la entidad.
La comunión que contienen los tres grupos señalan la debilidad institucional del “davidismo”, que no encuentra más que acusaciones de moches, sectarismo, amenaza, coerción y burla hacia quienes no optan o admiten intrínsecamente estar en ese coto de poder.















