Por Andrés Vera Díaz
El Proyecto de la Presa Milpillas enfrente de nueva cuenta, como en el quinquenio de Alejandro Tello, una oposición a su construcción.
En el anterior gobierno, fue la pésima operatividad política la que terminó hundiendo lo que sería, la obra emblema de la administración tellista; hoy se revive el error.
La socialización del proyecto está encaminado al casi forzamiento del mismo con medio centenar de policías estatales y la llegada de David Monreal en helicóptero. Hechos repudiados por ejidatarios que no repararon en advertir el mensaje oficial como una especie de advertencia a la negativa.
«No quiso venir por tierra para constatar primero, las pésimas condiciones de las carreteras y segundo, para evadir cualquier bloqueo que pudiese llevarse a cabo», ha comentado a quien redacta, un ejidatario que ha solicitado el anonimato.
La presencia de David y el tono usado en la reunión, documentada con un video en el que se exhibe el rechazo, contrasta con la forma. Monreal suavizó la voz, pero con cincuenta uniformados tras bambalinas, el fondo no pudo ser matizado.
Apremia el avance para el gobierno local. El anuncio de la presidenta Sheinbaum a que en este mes que corre, la licitación se realizará y en agosto comenzarán los trabajos. La negociación para la liberación de los predios corre a cargo del gobierno estatal, pero con poca interlocución y sin el compromiso del pago compensatorio, los ejidatarios desconfían de David y su gabinete.
El factor político en los municipios inmiscuidos también tiene un tono importante. Daniel Cisneros Esparza, de Jiménez del Teúl, por el Partido del Trabajo, y Ramiro Hinojosa Aguayo, de Sombrerete, por la coalición Morena y Partido Verde Ecologista de México han sido exigidos para que cumplan las cartas compromiso que ambos ediles electos firmaron cuando eran candidatos ante los ejidos de Atotonilco, El Potrero y Estancia de Guadalupe.
El petista había enunciado luego de rendir protesta, la posibilidad de dar cabida al proyecto, pero se encuentra entre la espada y la pared. Con un mensaje de cordialidad, expresó que los pobladores de los ejidos tienen la última palabra, pero matizó al solicitar respeto y apertura ante la visita de funcionarios, haciendo referencia a la visita del gobernador a la comunidad El Potrero, donde fue recibido con manifestaciones y la consigna: “No a la presa”.
Pese a que Sheinbaum en campaña retomó el proyecto, luego asentándolo en el marco de la estrategia hídrica, ha dicho que tampoco será a l fuerza la construcción. Y aunque la presa beneficiaría a cientos de miles de habitantes de Zacatecas, Guadalupe, Fresnillo y Calera, también a la cervecera ubicada en éste último municipio -que ha secado prácticamente la cuenca derivado de la producción diaria de 22 millones de unidades de la bebida en botellas de vidrio o latas de aluminio, utilizando el agua de la cuenca hidrológica del municipio donde se ubica, una de las tres cuencas con mayor déficit hídrico del estado.
Según la Asociación Mexicana de Hidráulica (AMH), el acuífero que abastece a la cervecera se está «abatiendo más rápido» que otras cuencas desde que la planta comenzó a operar.
La cervecera, cuyos permisos datan del sexenio de Carlos Salinas de Gortari (durante la administración estatal de Genaro Borrego Estrada) y fue inaugurada en 1997 bajo el gobierno de Ernesto Zedillo, extrae una cantidad masiva de agua. Víctor Manuel Reyes Rodríguez, actual director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en Zacatecas y exdirectivo de Grupo Modelo, detalló que la compañía consume cerca de 12 mil millones de litros de agua anualmente. Esta extracción se realiza a través de «entre 15 y 18» pozos, amparados por 13 concesiones federales.
Grupo Modelo entonces, está buscando otra manera de suministro alternativa ante déficit de unos 72 millones de metros cúbicos de agua, producto de la sobreexplotación de la cuenca. Además, otra empresa se beneficiaría del vital líquido proveniente de Milpillas. Se trata de Grupo Peñoles-Fresnillo PLC.
Dichos tópicos, no han podido ser tratados con particularidad por el gobierno estatal, a quien le preocupa demasiado no poder sostener un compromiso presidencial y del que ya se ha presumido a nivel nacional.
El efecto será catastrófico para las tenues relaciones entre David y Claudia – pese a los espaldarazos de la presidenta-, Zacatecas no ha podido entregar buenos números en casi ningún departamento, salvo la reducción del homicidio doloso, pero la propaganda no puede sostenerse más en un único departamento.
El problema sustancial es que David y compañía, intentaron planchar el tema bajo la misma dinámica del segundo piso. Sin una socialización extensiva del proyecto y beneficios, sin una consulta previa ni el sostén político de Daniel Cisneros, se apersonan sin compromisos palpables ante los ejidatarios.
Ya con el antecedente del monstruoso segundo piso, pareciera que la única ruta sería la expropiación de las tierras y una compensación raquítica, pero en el presupuesto político – electoral sería catastrófico y promovería una marejada de amparos al igual que sucedió en la capital.
A la espera de que se conforme el nuevo poder judicial, tendría un sentido de soporte el hecho de negarlos y proceder con la obra, pero no avizora una consistencia entre el discurso y los hechos.
Davis está en una encrucijada importante. No logró el viaducto elevado, se enfrenta a los números raquíticos de participación en la elección juducial, y en ciernes la construcción de Milpillas.