Por Andrés Vera Díaz
¿Dio la cara?, porque ya no quedaba de otra. Esa es la conclusión final de la audiencia de Jenny González ante una jueza por el presunto delito de mala administración en la adquisición de un inmueble del ISSSTE.
Se acusa filtración de información, pese a que no transparentó en su TOTALIDAD la transacción ni el proceso para tal efecto. Tan fácil que era desde un principio emitir a cabalidad los documentos -incluyendo el del préstamo bancario- y un acuerdo interno en la asamblea del Comité sindical para evitar todo cuestionamiento.
Sin embargo no fue así, la información publicada en el portal de la UAZ presenta omisiones, como un detallado proyecto ejecutivo para rehabilitar la bodega y su presupuestación. El pretexto, la premura por que el INDAABIN cerraría subasta para los pretendientes de adquisición.
Luego, una denuncia por la presunta mala administración que en sí, ocultó la misma entonces dirigente del sindicato. Desde su presentación, debió Jenny aclarar todo lo relativo. En la imaginaria palestra, era mucho más pertinente salir a informar que fue demandada, pero que aquí esta toda la información respectiva, y aunque ya con la demanda en puerta, se dirimía la duda social que hoy se intenta bajo el pretexto de que se filtró el hecho.
Toda esa parafernalia retórica, pudo evitarse desde antes, ¿o acaso Jenny hace meses no tenía la intención de participar en el proceso electoral y por eso evadió la transparentacion total de la compra del inmueble? Y es que, recordemos, fueron unas horas antes de su registro, cuándo se decidió a pedir licencia -no renunciar- al cargo que llegó con dos votos de diferencia.
Ahora, se acusa violencia de género por los cuestionamientos de algunos medios. ¿Entonces si ganase, cualquier cuestionamiento sobre la hipotética administración se calificaría así? Es que existen muchas contradicciones de fondo, pero era tan sencillo de dirimir, pero al parecer no existía la intención hasta que saltó a la palestra electoral.
Ahora, extraña resulta la posición de «intervencionismo» pactado desde el gobierno del estado y la Fiscalía. Por supuesto que la «coincidencia» en los tiempos emite dicha lectura, pero, ¿son los únicos puntos intervencionistas o también factores partidistas incrustados en la Universidad? Nombre, de eso ni hablar.
También la perversidad de endosarle el caso de presunta violación equiparada a Rubén «N» al equipo de Ángel Román remarca una imperiosa necesidad de ligar un estricto asunto personal a una definición política.
De todas formas, el tema de la violación fue filtrada, ¿ese tema no es de relevancia en tal dimensión porque el agravio resulta en un peso de mayor escarnio social pese a que no tiene que ver en sí con la administración de la UAZ? Curioso.
Y que no se diga que en este texto se defiende a Rubén «N», porque hay cada malinterpretado. Inclusive lo he expresado con anterioridad, si es culpable que se le refunda en la cárcel, no tendría porque otorgársele misericordia, pero en la balanza política, la pretensión de elevarlo a un plano de incidencia de facto, si es perverso.
Otro elemento de la estrategia para endosar coyunturalmente es la violentación a la autonomía, esa misma que fue rota casi fatalmente en tiempos de Silva Cháirez con el uso de la UAZ como caja de resonancia para la Estafa Maestra, misma que aún alcanzó a Antonio Guzmán «el waca» en 2017, con la adquisición de insumos sin rubro específico y que fuera expuesto por este medio.
UAZ Suministros Papelería 2017 by Andrés Vera Díaz
Lo curioso también es el deslinde de la candidata a ese pasado, ese pasado que la apoya. Desde los grupos Universidad y Renacimiento que fueron los impulsores de esos rectores. Dicho está en el podcast INSURRECTO, en el que Jenny afirma que la UAZ ha estado muy mal administrada desde gestiones anteriores. No miente, pero, el deslinde no cabe, ahí están esos mismos del pasado en su grupo, acompañándola en el debate y en la audiencia. Que cosas.
Solo basta darse una vueltecita por el histórico de notas tanto de Antonio Guzmán -quien por cierto también ha tramitado un amparo (negado), contra una posible orden de aprehensión y comparecencia así como su ejecución el 19 de noviembre del 2025- para leer sus «compromisos» de transparencia que nunca se asentaron.
Guzmán en su gestión rechazaba la intromisión de agentes externos, ¿los mismos que pedía el ex líder del SPAUAZ, José Crescenciano Sánchez Pérez aludiendo a dos partidos políticos en específico?, ¿cuáles agentes?, los mismos que daban espaldarazo a Tello en su carrera a la gubernatura?
Si el caso es reprochar la injerencia «oficial», está perfecto. ¿y cuándo se deslindan entre ustedes?, porque Jenny ya lo hizo, pero ahí los tiene.
P.D: Medidas cautelares a Jenny para que no toque las finanzas del SPAUAZ hasta que se dirima el asunto. Ella no renunció, pidió licencia. Acéfalo el sindicato, y nadie exigió su total alejamiento del cargo -porque si no gana pues a retornar, pese a los reproches de miembros de su Comité que ya andan de vuelta- podría existir un conflicto de interés, pues, en sí, ‘¿quién esta al frente del sindicato?