CdMx.- El expresidente Ernesto Zedillo acusó, en un ensayo y una entrevista publicados en Letras Libres (de Enrique Krauze) y Nexos (de Héctor Aguilar Camín), que Morena lleva al país hacia un “régimen tiránico”. La respuesta la tuvo de inmediato. Y directamente de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
«¿Por qué no hablamos, hablando de democracia, de las masacres de Acteal, del Charco, del Bosque, de Aguas Blancas? Nosotros no reprimimos. Vamos a hablar de democracia. ¿Por qué no hablamos del Fobaproa? Porque también es autoritarismo rescatar a unos cuantos, hacer deudas privadas como deudas públicas y dejar en el desamparo a millones de deudores en nuestro país, con una deuda que seguimos pagando las y los mexicanos», dijo durante su conferencia de prensa matutina.
«¿Por qué no hablamos de la privatización de los ferrocarriles? Porque eso también es autoritarismo. ¿O a quién le consultó cuando privatizó los ferrocarriles? ¿A poco hizo una consulta pública para saber si los privatizaba o no? Y después acabó con los ferrocarriles de pasajeros y se fue a trabajar a una de las empresas que fueron beneficiadas de la privatización. ¿O eso no es autoritarismo? ¿Por qué no hablamos de la desaparición de la Corte y de la decisión a modo de una nueva Corte impuesta por él? ¿Por qué propuso a cada Ministro y Ministra de la Corte?», continuó.
Durante su conferencia matutina, la mandataria federal arremetió contra los críticos del gobierno y señaló que Zedillo, junto a otros miembros del PRIAN, no tiene autoridad moral para hablar de democracia.
Sheinbaum también expresó su incredulidad ante las acusaciones de autoritarismo provenientes de quienes, según ella, validaron los fraudes electorales de 1988, 2006 y 2012.
«Ellos validaron el fraude de Salinas y Calderón, ellos nunca han estado a favor de la democracia», agregó. Además, defendió la postura de su Gobierno al asegurar que la verdadera democracia es el poder del pueblo: «Nosotros surgimos luchando por la democracia, y el pueblo va a elegir a su Poder Judicial».
Finalmente, Sheinbaum descalificó los intentos de los opositores por buscar nuevos voceros. «Imagínense, Zedillo como vocero. Él ya no vive en México. Es muy contradictorio», manifestó al agradecer que el pueblo de México está plenamente informado y consciente de lo que realmente representa la democracia.
El expresidente Ernesto Zedillo, quien gobernó de 1994 al 2000, afirmó en entrevistas con las revistas Nexos y Letras Libres que el país atraviesa el “final de la democracia” y acusó al partido Morena de instaurar un “régimen tiránico”.
El exmandatario priista sostuvo que las reformas impulsadas por el Presidente López Obrador, particularmente la transformación del Poder Judicial y la captura de órganos autónomos, han desmontado los contrapesos necesarios para una democracia funcional. “México está construyendo un Estado policial”, advirtió.
«Podríamos hacer una larga lista. Mi conclusión es muy sencilla: en México se murió la democracia. En México están haciendo un Estado policial. Cuando la Presidenta de la República nos dice que México será el país más democrático, en virtud de esa farsa de elecciones de jueces nombrados por el Gobierno y posiblemente por el crimen organizado, pues no lo quiero tomar como burla, pero yo diría que es al menos cuestionable», declaró a Nexos.
El exmandatario, quien había evitado comentar sobre política nacional tras dejar el poder en 2000, explicó que decidió romper su silencio tras considerar que el proyecto de Nación actual representa un “asalto frontal” a las instituciones democráticas.
En su ensayo publicado en Letras Libres, el expresidente calificó como un «despropósito mayúsculo» la idea de Andrés Manuel López Obrador de equiparar su movimiento con momentos fundacionales de la historia de México como la Independencia, la Reforma y la Revolución. De acuerdo con Zedillo, tras los últimos meses de Gobierno de López Obrador y el inicio de la administración de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quedó claro que la verdadera intención era «sustituir nuestra joven democracia por una tiranía».