Por Andrés Vera Díaz
La máxima casa de estudios entra a una nueva fase de renovación, no de continuismo o de presunta transformación.
El planteamiento del Doctor Ángel Román lleva un amplio sentido de retomar y hacer valer la autonomía universitaria, principal atributo para el desarrollo integral que le da forma al propio nombre de la institución.
Este aspecto se ha ido difuminando con el paso del tiempo, pero la reconversión tiene visos de llevar buen puerto. En contraste, desde semanas pasadas en las que se presentaban algunos aspirantes, entre est@s surgían motivaciones promovidas por pactos con partidos políticos tricolores.
Román rompe con esa dinámica que reclamaban desde casi cinco lustros los universitarios. La autonomía se replantea con el deslinde total que en su primera rueda de prensa, acompañado de los y las integrantes de la planilla Inclusión Universitaria, expresa ante la presunción de un vínculo directo.
“Nos deslindamos totalmente no nada más de un grupo político específicamente, sino de todos los grupos políticos. A nosotros no nos corresponde, ni estamos interesados, en pensar hacia afuera de la universidad. A nosotros nos interesa la parte política de la universidad hacia adentro”, ha dicho Román como un claro mensaje de cercar la intromisión de agentes partidistas en la vida de la máxima casa de estudios.
Pero se añade un elemento también importante en sintonía. la inclusión. El ex secretario general también hizo alusión a la polarización que vive la institución, derivada de un sectarismo muy exacerbado, pequeños cotos de poder muy individualizados. Sin embargo, el llamado a la unidad en el interés superior de un renacer universitario no es solamente el nombre que le da vida a la planilla que lidera, «Inclusión Universitaria»; sino un despertar para recobrar de igual forma el lugar que la UAZ debe retomar como factor de construcción social en todo el estado de Zacatecas.
La expresión de deslinde político no solamente clarifica, sino establece la narrativa de campaña que deberá consolidarse en caso de que el voto les favorezca; pero entre tanto se formaliza un apoyo consistente, en la competencia se enfrentan a dos manifestaciones de crítica que han sido importantes.
Tanto las docentes Sonia Viramontes Cabrera -integrante del Comité Ejecutivo del SPAUAZ-, Mariana Ramírez Herrera y la prestigiada Mariana Terán, expresaron inconformidad hacia Jenny González Arenas, que tras un paso corto como secretaria general del sindicato -menos de dos años- decidió lanzarse a la rectoría luego de una huelga que duró 23 días y cuyas agravantes, fueron más una forma propagandística que un logro sindical.
Las profesoras señalaron que Jenny incumple con las promesas realizadas y que fueron su bandera durante la campaña para obtener la Secretaría General del sindicato, entre ellos la defensa de los derechos laborales y la reforma estatutaria. Además, reprocharon que el SPAUAZ sea utilizado como trampolín político, pues de defensora de los derechos gremiales a patrona, existe una contradicción en sí misma.
Terán fue contundente y no reparó en sus señalamientos, en su perfil de Facebook escribió la siguiente manifestación, aunque lo borrase posteriormente, el hecho no pasó inadvertido.
“La pasada huelga universitaria, que afectó a 43 mil estudiantes y provocó una severa deserción, fue un movimiento político para armar las piezas del rompecabezas electoral.”
Añadió que:
“A los universitarios y a todos como ciudadanos, nos asiste el derecho de pedir rendición de cuentas. Haré valer ese derecho. Ahora pasó de secretaria sindical a candidata a la rectoría, apoyada por los viejos grupos políticos que han mecido la cuna.” Y concluyó al mencionar que “Traicionó a los sindicalistas que confiaron en ella. Cuáles argumentos serán suficientes para disfrazar la evidente incongruencia política.”
Las exteriorizaciones evidencian entre líneas el origen de la candidatura de la doctora González, así, era pertinente entonces para Román, manifestar una posición de independencia y autonomía política propia sin matices o sin omisiones declarativas al respecto. Que no quede duda.
Pero, no solamente la candidatura de Jenny González fue espontánea, casi como epifanía grupal -o eso quiso dar a entender-, pues los soportes de su pretensión fueron más mediáticos que con cimientos académicos y laborales.
No demerito su propio doctorado y el hecho histórico de que una mujer por primera vez encabece la secretaría del SPAUAZ, pero existen otros aspectos que identifican el historial académico y laboral de los contendientes. Las diferencias son abismales.
He aquí ambas currículas:
Ángel Román
Perfil Unico (1) by Andrés Vera Díaz