CdMx.- En un gesto contundente, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, defendió públicamente a la secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel, luego de que surgieran críticas por parte de legisladores del propio partido Morena, tras la filtración de audios que apuntaban a presuntos malos tratos y corrupción dentro de la dependencia.
Durante su tradicional conferencia matutina en Palacio Nacional, la mandataria declaró:
“Ariadna hace un excelente trabajo. Es una mujer extraordinaria”.
Sheinbaum subrayó la complejidad de coordinar los programas del Bienestar a nivel nacional y destacó la labor de Montiel al frente de uno de los organismos más importantes del gobierno federal.
La presidenta fue enfática al señalar que gestionar y operar los programas del Bienestar en todo el territorio nacional no es tarea sencilla. Según afirmó, Ariadna Montiel ha demostrado capacidad, firmeza y humildad para dirigir con éxito una secretaría de gran impacto social.
“No es fácil coordinar a todas y todos los servidores de la nación en todo el territorio. Tampoco es sencillo mantener el desarrollo permanente de todos los programas de Bienestar”, sostuvo Sheinbaum.
Además, la mandataria remarcó que la funcionaria ha actuado con ética y responsabilidad, y que las acusaciones recientes no empañan su trabajo en favor del pueblo mexicano.
Se acabó el uso faccioso de programas
Uno de los mensajes más claros de Claudia Sheinbaum fue el recordatorio de que los programas sociales son un derecho universal, no una herramienta política.
“Nosotros no vamos a permitir que un diputado o diputada gestione personalmente un programa social para promoverse. Eso se terminó con el presidente López Obrador”, enfatizó.
La presidenta dejó en claro que bajo su administración, no se tolerará el uso faccioso o personal de los apoyos del Bienestar. En palabras suyas, los programas sociales no pertenecen a funcionarios ni a partidos, sino al pueblo de México.
La gestión de Ariadna Montiel al frente de la Secretaría del Bienestar ha sido calificada por la jefa del Ejecutivo como estricta, precisamente para evitar clientelismos y manipulaciones políticas. Sheinbaum destacó que:
• Los programas no están sujetos a decisiones personales.
• No se requiere intermediario para acceder a ellos.
• Todos los ciudadanos tienen derecho a ser beneficiarios, sin importar su afiliación política.
Estas declaraciones no solo defendieron a la secretaria Montiel, sino que también reforzaron la política de universalidad y transparencia que el gobierno busca consolidar en materia de apoyos sociales.
La Secretaría del Bienestar atiende actualmente a más de 25 millones de mexicanos, entre adultos mayores, jóvenes, personas con discapacidad y madres trabajadoras.
Ariadna Montiel es una de las funcionarias más jóvenes en ocupar el cargo y ha tenido una trayectoria constante en el ámbito social desde el inicio de su carrera política.
México es uno de los pocos países de América Latina que universalizó el apoyo a personas mayores de 65 años sin necesidad de inscripción partidista.
La figura de los ”servidores de la nación” surgió con la intención de eliminar intermediarios políticos y hacer llegar los apoyos de manera directa.
La postura de Claudia Sheinbaum marca un mensaje claro de continuidad con la visión del presidente Andrés Manuel López Obrador: los programas sociales no son privilegios, son derechos. Al respaldar firmemente a Ariadna Montiel, la presidenta también refuerza su compromiso con una política social justa, transparente y sin intermediarios políticos.
Además, el hecho de rechazar abiertamente el usufructo político de los apoyos públicos envía una señal de cero tolerancia a la corrupción dentro del gabinete, incluso si las críticas provienen de voces dentro del mismo partido.
La defensa de Ariadna Montiel por parte de Claudia Sheinbaum no solo fue una muestra de respaldo personal, sino también una reafirmación de los principios fundamentales de la política social de la Cuarta Transformación: equidad, acceso universal y honestidad en el servicio público.
Con esta declaración, el gobierno federal busca disipar dudas, cerrar filas en torno a los programas del Bienestar y dejar en claro que el bienestar del pueblo está por encima de intereses individuales o partidistas. La política social del sexenio continúa, y con ella, el compromiso de hacerla más humana, justa y libre de corrupción.