Washington, EU.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden que impone aranceles a productos provenientes de México, Canadá y China.
Los dos primeros países sufrirán un impuesto fronterizo del 25%. Por su parte,el gigante asiático se enfrentará a un 10%.
La medida ha causado revuelo en todo el mundo. E, incluso, medios estadounidenses como el Wall Street Journal se han manifestado al respecto.
En un artículo de su consejo editorial, el citado periódico manifestó que Trump está desarrollando “la guerra comercial más tonta de la historia”.
“Dejando a China de lado,la justificación de Trump para este asalto económico a los vecinos no tiene sentido”, se lee en el artículo editorial del Journal.
Citaron declaraciones de la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, quien ha dicho que tales países han “permitido que las drogas ilegales ingresen a Estados Unidos”.
Sin embargo, recalca el Journal, “las drogas han llegado a Estados Unidos durante décadas y seguirán haciéndolo mientras los estadounidenses sigan consumiéndolas”. “Ningún país puede detenerlo”.
Aún así, desde el citado periódico sugirieron que el argumento de las drogas podría ser más bien “una excusa, ya que Trump ha dejado claro que le gustan los aranceles por sí mismos”.
El jueves pasado, el mandatario declaró: “No necesitamos los productos que ellos tienen”.
Y agregó: “Tenemos todo el petróleo que necesitan. Tenemos todos los árboles que necesitan, es decir, la madera”.
Desde el Journal afirmaron que “Trump a veces suena como si Estados Unidos no debiera importar nada en absoluto, como si el país pudiera ser una economía perfectamente cerrada que fabricara todo en casa”.
“Esto se llama autarquía, y no es el mundo en el que vivimos, ni uno en el que deberíamos querer vivir, como Trump podría descubrir pronto”.
A modo de ejemplo, mencionaron la industria automotriz norteamericana, en la cual confluyen los tres países.
Según los datos reunidos por el citado periódico, en 2024 Canadá suministró casi el 13% de las importaciones estadounidenses de partes de autos. México, por su parte, casi el 42%.
“Los expertos de la industria dicen que un vehículo fabricado en el continente viaja de ida y vuelta a través de las fronteras media docena de veces o más, ya que las empresas obtienen componentes y agregan valor de las formas más rentables”, detallan desde el Journal.
Aquello, aseguran, permite que todas las partes se beneficien.
“La oficina del Representante Comercial de Estados Unidos afirma que en 2023 la industria sumó más de 809.000 millones de dólares a la economía estadounidense, o alrededor del 11,2% de la producción manufacturera total del país, lo que sustenta ‘9,7 millones de empleos directos e indirectos en Estados Unidos’”.