Por Andrés Vera Díaz
El proyecto MOBI, que Movilidad para el Bienestar, en la parafernalia para su justificación, encuentra su propia esencia demeritada.
Hoy, con el retorno oficial de actividades escolares básicas, un operativo que debió ser el aplicado para agilizar el tránsito desde tiempo atrás, demuestra por sí mismo que la construcción del Viaducto Elevado no posee ninguna argumentación sólida, ni siquiera la proyección sobre problemas de tráfico a futuro.
3650 millones de pesos para la empresa Hycsa, cuyos socios prioritarios forman parte del casi muerto grupo Atlacomulco, demostrado en el siguiente texto: Zacatecas: El segundo piso en el boulevard, un negocio turbio para compañías con ligas priistas, y cuya transparencia no ha sido expuesta de manera analítica ni precisa por parte de la autoridad, no solamente evidencia una estrategia de imposición por medio de encuestas de dudosísima fiabilidad y que además, metió al traste a la propia Universidad Autónoma de Zacatecas como un parapeto del discurso oficialista.
Sin embargo, desde otros frentes de la academia en la máxima casa de estudios se ha intentado moldear contraposición a la obra monumental. Francisco Valerio, académico adscrito desde hace años en la Maestría en Ciencias Sociales, así como Rodolfo García Zamora de la Unidad de Estudios del Desarrollo, integraban un movimiento que parecía plural y justo en su dimensión.
Con la característica antisistémica de Zamora, que a la fecha ha criticado siempre las políticas públicas mal aplicadas o inexistentes en detrimento del desarrollo social del estado, su voz autorizada parecía encontrar consonancia en un grupo que se alimentaba más de una oposición partidista y en el fondo, antimonrealista.
Su presencia matizaba y equilibraba posturas que desde otros tonos, parecían advertir más un frente antagónico pero maquillado desde el prianismo local y la retórica nacional. Sin embargo, el proceder de lo que llaman Ciudadanía Participativa de Zacatecas ha expuesto un error grave – desde mi punto de vista -, en su andar como oposición a un sólo proyecto urbanístico, cuyo fondo se asoma sin pudor como el gran negocio del sexenio.
Es que el discurso de modernidad alrededor de un simple puente de 3.4 km, ni es la panacea ni tampoco la punta de lanza. Existen otras formas de actualización que permitirían integralidad, pero la necedad imperante, aderezada con la narrativa del conservadurismo no empata con las acciones históricas de los grupos políticos dominantes en la entidad (monrealismo de cepa y sucursales), pero la equivocación de Ciudadanía Participativa presenta dos acotaciones.
El primero se cierne en la búsqueda de acompañamiento gubernamental. Previa protesta como alcalde de Miguel Varela, condicionar bajo la pretensión de las aspiraciones políticas superiores del panista para acomodarse en el escenario contra el Viaducto, comenzó a exhibir que la «antisistémica visión» de criticar acciones de gobierno se difuminan mientras la oposición partidista haga su función «natural». Entonces, el ‘antisistemismo’ pasó a un segundo plano, para adentrarse al «antisexenio», que son cosas bastante diferentes.
Si bien, coincido conceptualmente con el Doctor García Zamora sobre la hechura de la frase: «La Nueva Gobernanza es el cáncer de la 4T», debió seguir bajo esa dinámica narrativa, independiente de la conjugación política con el PRIAN, o específicamente con Acción Nacional, porque sistémicamente, esa visión conservadora es la que ha ido contra los intereses primordiales del pueblo.
Así pues, la «deconstrucción» de la «oposición» se constriñó a encontrar fuerzas de acompañamiento ante un hecho en común, pero con objetivos diferentes, y esa obviedad permite dirigirnos al siguiente acto. Posteriormente, la «clausura» de los trabajos iniciales del Viaducto, llevada a cabo por Varela, acompañado por el siniestrismo de Carlos Pavón y funcionarios municipales sin atribución legal, no fue reprochado por los personajes que han llevado la voz cantante en un movimiento que al inicio parecía legitimanente ciudadano.
Alimentar un acto a todas luces, sencillamente como mitin político panista, deriva la necesidad de buscar aliados -sean quienes sean- para hacer «bola», bajo el pretexto de que el interés de fondo es el mismo, aunque no lo sea. Evidentemente, Varela se subiría a la palestra para emitir cortinas de humo ante el pésimo inicio de la administración municipal y una elección de su instituto político a todas luces antidemocrática, a la vez de colocarse en la opinión pública como «férreo opositor» a lo que la mal llamada representación de la 4T en Zacatecas, pretende imponer como una necesidad apremiante.
Querer «usar» a Varela desde su pretensión electoral y encontrar «causa común» encuentra la misma contradicción de quienes meses atrás con tal de recibir sus retribuciones del Issstezac, se acompañaban de los mismos que aprobaban reformas al instituto con garrote en mano. Entonces, la sensación de «justicia social» se empaña cuándo las ligas de conexión van pegadas con los verdugos de esas mismas problemáticas.
De ahí, parte la necesidad de retornar a la independencia de criterios y relegitimarse como un movimiento en pos de exigencias a políticas públicas que beneficien o vayan en contra del interés social superior, pero sin ligar netamente partidistas. ¿Sabrán los adheridos a Ciudadanía Participativa de Zacatecas las triquiñuelas de Varela en su paso como alcalde de Tlaltenango con las casitas de cartón y los lotes sin servicios, más la contaminación que sigue propiciando el relleno sanitario? Es que…
Entendemos la imperiosa necesidad de buscar aliados contra el monrealismo, pero a costa de ligas con golpeadores de críticos, con asociaciones de representantes del conservadurismo más rancio, de promotores antiderechos, de mediocrísimos ex legisladores federales y parafernalios alcaldes que solamente buscan publicitarse?
¿En verdad representan esas ligas una oposición en su esencia, contra quienes hoy se lucha?, porque la frase «…el cáncer de la 4T», básicamente señala las acciones que van en detrimento del verdadero bienestar social. ¿Qué no es eso el PRIAN?