Por Andrés Vera Díaz
La elección a la dirigencia estatal del Partido Acción Nacional entra en la fase de la definición neocaciquil, ahora, el amasiato político entre la diputada (siempre plurinominal) Noemí Luna y el alcalde vendehumos Miguel Varela se impondrá con la particularidad de ir contra la línea nacional de abrir el partido a la militancia.
Según la convocatoria emitida por el Comité Estatal, se dio cuenta que el 14 de octubre de 2024, la Comisión Permanente Estatal en Zacatecas celebró su Sesión Extraordinaria, en la que se dio cuenta de los resultados de las sesiones de los órganos directivos municipales, en donde 23 de ellos acordaron solicitar a la Comisión Permanente Nacional que el método de elección del Comité Directivo Estatal para el periodo 2024 – 2027, sea a través de la votación del Consejo Estatal.
La «decisión», o mejor dicho, imposición, contradice el proceso nacional de inicios de mes en el que se eligió al líder del Cártel Inmobiliario (COMPROBADO), Jorge Romero. La convocatoria nacional establecía en su Artículo primero que: Las disposiciones de la presente Convocatoria son de observancia obligatoria para las y los militantes que integran el Partido Acción Nacional, las ́ cuales regularán:
1. La elección de la Presidencia e integrantes del Comité Ejecutivo Nacional para el periodo 2024-2027.
2. La manera en que la militancia ejercerá su voto directo en el proceso de renovación de la dirigencia que indica la presente convocatoria.
3. La función de organización, coordinación, ejecución y seguimiento de ́las etapas del proceso electoral interno.
Pero, ¿qué acaso Noemí Luna no promovía la «democracia abierta en la elección de su dirigencia? Notas informativas dan cuenta de que la legisladora en su calidad de Coordinadora del Grupo Parlamentario del PAN (GPPAN) en la Cámara de Diputados, resaltó que actualmente en México “somos el único partido que en democracia elige a sus líderes”; sin embargo, en Zacatecas, ella misma avaló dando fe de la convocatoria estatal, que se elegiría a la nueva dirigencia en base a la votación del Consejo Estatal, ¿cuál Consejo?, el que dominan ella y Miguel Varela, por cierto, algunos con ligas directas en la Presidencia Municipal de Zacatecas. Chulada.
En este espacio, advertimos del retraso de Varela para nombrar al total de su gabinete legal y ampliado, precisamente esperando la definición en el método de elección de quien suceda a Verónica Alamillo. ¿Coincidencias?, bah.
Apenas unas horas de que cerrara el plazo legal para el registro de planillas, Alamillo envío a diversos medios (a las 19 hrs con 24 minutos) el siguiente texto: Estimadas y estimados panistas y medios de comunicación, les informo que de manera formal y hasta el momento en la renovación de nuestra dirigencia estatal y siguiendo con la convocatoria, hay dos planillas registradas las cuales citaré en orden de registro ante la Comisión Estatal de Procesos Electorales:
– María Teresa López García
Sergio Leaños Lamas
Patricia Hernández Capuchino
José Luis Mier Cordero
Rocío Veyna García
Alejandro Cordero Martínez
Norma Josefina Rodarte Méndez
Juan Manuel Solís Gómez
Jaquelina Martínez Juárez
– Aldo Peláez Mejía
Maricela Navarro de Robles
Ricardo Flores Suárez del Real
Ma. Guadalupe Muñoz García
Edgar Geovanni Figueroa Casillas
Anaelena López Patiño
Christian Adalid del Havre Cordova
Ma. Teresa Gómez del Río
Sara Alva Moreno
Informarles además que aún está abierto el registro hasta las 11:59 pm del día de hoy.
Cualquier duda, aclaración o aportación, estoy a sus órdenes.
Pero, no solamente la farsa de la «democratización y apertura a la militancia» se expone, también se hace manifiesta la cargada para el peón de Varela, un tal Aldo Peláez, que fungió como presidente del Comité Municipal en Tlaltenango en los tiempos de casitas de cartón, terrenos sin regularizar y tiraderos irregulares, que son parte de la punta del iceberg de quien ahora se dice «capitalino» en aquel municipio. ¿Línea abierta?, no como creen, si los condicionamientos solamente existen en Morena. De risa.
Así, los pupilos de Chabelo Trejo han encontrado la fórmula para mandar de nuevo en el Comité Estatal del PAN. ¿La idea?, asegurarse las candidaturas de Varela y Luna a gobernador y alcaldesa de Zacatecas en 2027 respectivamente. Pero, lo mas curioso, es que Verónica Alamillo, cuadro de Varela, celebrase que deja un PAN con mayor representación legislativa, aunque uno de los de mayoría sea un ineficiente, ineficaz e improductivo diputado, mediocre a más no poder, como lo es Jesús Badillo; y una de las plurinominales, perdedora en su distrito, entró con calzador porque su esposo negoció se le inscribiera en la primera plurinominal (en la que Alamillo figura como suplente, pese a compromiso firmado de no buscar esa posición en la elección para presidenta del PAN). Otra chulada.
Lo curioso, es que Alamillo a pesar de declarar que en algunos municipios como Tlaltenango, la derrota fue dolorosa, no autocritica lo sucedido en Jerez, donde ante las malas decisiones e ir contra el «pastelismo», dividieron la elección y perdieron estrepitosamente. Alamillo achaca un acuerdo entre Pepe Pasteles y Morena, es humo para evadir su responsabilidad. Al tiempo, el impulso de Aldo, ex dirigente panista en la tierra real de Varela, para sucederla, representa la incongruencia total. Bien cabe el refrán «ni en su casa lo conocen».
Pero ante el dedazo, ya existe una impugnación ante la Comisión de Justicia en el CEN para invalidar el proceso electivo. Y es que Pepe Pasteles, ex alcalde de Jerez, ha interpuesto la queja derivado de presuntas anomalías en la «decisión» de los órganos directivos municipales que «avalaron» el método electivo por medio de votación del Consejo Estatal. La gran pregunta es, ¿porqué no abrir por medio de votación a la militancia como ocurrió con Alamillo? Sencillamente los números no les daban, así que mejor controlar a los consejeros con prebendas y coacción para asegurarse el triunfo de a quien coloquialmente le denominan «el bombín» (Aldo).
En Guanajuato, ya existe el precedente de tumbar el proceso electivo estatal, y aunque fue por razón de género, el tribunal de aquel estado se pronunció por que fuera el órgano de justicia intrapartidaria la que resolviera los agravios en un plazo determinado. Pero, ¿lo hará?
En Zacatecas, igualmente puede haber una resolución por motivaciones diferentes, pero, ante la observancia de la definición nacional, en la que Luna y Varela se decantaron abiertamente por Jorge Romero, explica la vinculación para que se avalase -contradictoriamente- una elección por Consejo y no abierta a la militancia.
Aún así, ante la imposición con forceps, en el panismo local no existe algarabía, sino se observa la regresión del autoritarismo (de lo que se queja Noemí dientes para afuera, de risa), y una falta de legitimidad manifiesta. Eso sí, presumieron una participación del 53% de militantes en Zacatecas, en el proceso para elegir a Jorge Romero, pero callan ante la nula posibilidad de ese mismo método para la dirigencia local.
Maraña de contradicciones, dedazo seco, manipulación discursiva y una retórica anticuatroteista que pretende capitalizar simpatías de cara sí, a una elección constitucional.
Y sin temor de Dios.