Por Andrés Vera Díaz
Los tiempos para la sucesión en Zacatecas han comenzado de manera frontal y antes de lo previsto.
En Morena hay mucho ruido en algunos, productividad legislativa comprobable y en algunas aspirantes, conllevan sus esperanzas a un siglado femenino.
En este sentido, la plataforma CSP 24 – 30 que impulsa el diputado Alfonso Ramírez Cuellar parece tener una agenda más mediática, generando voz dentro de algunos sectores locales, pero como lo he comentado en un anterior texto, se ha hecho allegar por personajes que tienen estrepitosas derrotas electorales en las últimas dos contiendas y parecen resurgir cada coyuntura con pocas cartas credenciales.
Si bien, la organización que dice impulsar la agenda del segundo piso de la 4T y respaldar a la presidenta de la República, tiene el objetivo principal en Zacatecas es competir como opción para la candidatura a gobernador en 2027. Sin embargo, y a pesar de su referencia histórica, «la polla» presenta problemas de asociación política en la actualidad.
Los personajes que están iniciando la plataforma tiene un pasado ligado a las izquierdas locales -con sus bemoles como Arturo Ortiz Méndez-, pero no han podido sustentar o afianzar las respectivas con partidos políticos estatales cuyo fracaso es evidente.
Liderazgos muchos, enraizados en el recuerdo de un pasado en el que tuvieron representación popular, hoy día se aglutinan en una fotografía que lejos está del relevo generacional del que tanto hablan. Más allá de lo irónico en este sentido, varios fueron fieles aliados del PRIAN y operarios en contra de la avanzada morenista. Inclusive, hasta sus plumas coyunturales votaron por Xóchitl Gálvez y son consumidores de la mercadotecnia informativa de la derecha.
Pero, no solamente Ramírez Cuellar parece amasar un grupo que ya no huele a frescura – sino todo lo contrario- en Zacatecas, su liga con Eruviel Ávila en el plano nacional se encamina a un pragmatismo inercial que lo conduzca a construir estructura alterna al propio partido guinda.
De hecho, el proyecto comenzó en el Estado de México, junto con la otra vicecoordinadora del grupo parlamentario de Morena en la Cámara Baja, Gabriela Jiménez, quienes fueron relegados a un plano terciario por Ricardo Monreal y su socio Pedro Haces en la toma de decisiones.
La respuesta parecería provenir de los grupos más cercanos a la presidenta Sheinbaum, como una forma de contrarrestar el renovado poderío de Monreal, quien junto a Haces, se enfrascan en también construir un coto de poder por encima de los intereses primordiales de la 4T.
Y es que en octubre, el Diputado Pedro Haces Barba, también operador político de Ricardo Monreal Ávila, causó indignación entre compañeros de la bancada morenista al imponer presidencias de 15 comisiones de la Cámara de Diputados, incluso llegando a amenazas hasta de muerte contra los demás legisladores, como reportaran los periodistas Enrique Méndez y Fernando Camacho, del diario La Jornada,
Además, las acusaciones contra el Diputado Pedro Haces Barba de haber falseado su voto sobre la Reforma en materia de supremacía constitucional pesa sobre sus hombros, más el más reciente escándalo en el uso de helicópteros privados -que nadie sabe de quién son- y que fuese reprochado por la misma Claudia Sheinbaum, motivo por el cuál, el fresnillense salió a disculparse con un tono de ironía.
Inclusive, a Monreal tampoco le ha ido bien con su reciente anuncio de reforma fiscal con el fin de mejorar la distribución de la riqueza en México. Con la loza de ser un político rico con pueblo pobre, como se ha exhibido en notas periodísticas, la iniciativa parece más una forma de chantaje para ganar adeptos forzados entre la clase empresarial luego de que la retire, que un acto de justicia social. Recordemos aquella cuándo intentó reducir las comisiones bancarias y ahora, con bajar de la mesa la tipificación de defraudación fiscal en la reforma que aprobase la Cámara de Diputados para ampliar el catálogo de delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa. ¿Curiosidad o la típica operación ricardista?
Pero a la par del «levantón político» que le diera la presidenta Sheinbaum a David Monreal en su última visita, asentando compromisos viables para la entidad, no hay proyección para el aumento presupuestal de Zacatecas hacia el 2025, lo que en términos obvios, dejaría la responsabilidad de su construcción a la federación y no al estado. Esto conllevaría el mensaje de que la 4T responde, pero en lo local que le entren con lo que hay. Ya veremos como se deslizan propagandísticamente los proyectos en caso de concretarse.
Lo que es un hecho, es que el frente antimonrealista se abre de par en par -aunque no falta quien negocie su transfuguismo en el corto o mediano plazo, sin embargo, no es una casualidad que en los primeros estados dónde se ha catapultado el CSP 24 – 30 sea en Zacatecas.
Morena vive una especie de perredización de mayor intensidad de cara a las elecciones en 2027, dónde 16 entidades de la República renovarán Ejecutivo, y es ahí donde las diferentes fuerzas intentarán disputarse continuidades bajo el simple espectro de la marca o el proyecto político en esencia.
El puritanismo hace tiempo que abandonó al partido, y vive momentos de identidad forzada, con poca claridad en su naturaleza ideológica, soportada por el apellido Sheinbaum, que deberá sortear las suertes de oportunismo para los próximos tres años y la manutención de la mayoría legislativa.
Lo que es un hecho, es que en lo que coloquialmente llamamos izquierdas, están en un franco distanciamiento en Zacatecas, en detrimento del proyecto superior. Ya veremos si a la hora de la elección constitucional, como siempre, las disciplinas se endosan a quien encabece el proyecto de gubernatura -para perder ganando y se repartan las migajas de poder- o verdaderamente se pretende afianzar un movimiento que enarbole principios de justicia y equidad social.
P.D: La presentación de una plataforma nacional con objetivos locales, mínimo debería ser con la presencia del dirigente.