Por Andrés Vera Díaz
En un hecho histórico, la misma Suprema Corte de Justicia de la Nación que había admitido y promovido impugnaciones de inconstitucionalidad, ha declarado el sobreseimiento, es decir, la desestimación de las mismas en materia de la Reforma Judicial, así que sin materia legal para analizar el fondo, ya no hay resquicio legal o legaloide para detenerla.
Seguramente en próximos días arreciará la retórica del autoritarismo, la muerte de la democracia y otros sin sentido que la oposición lleva repitiendo 6 años sin resultados positivos.
Las baterías ahora se colocarán sobre promover el intervencionismo extranjero con la llegada de Trump. Narcoterrorismo y otros pretextos para tal efecto será la dinámica de los medios rancios de la derecha.
Ante la nueva derrota en la Corte, el PRIAN blanquiazul y el otro PRIAN naranja llamado MC, se atrincherarán en la cultura del miedo, arengando movilizaciones de los últimos reductos que les quedan y resaltando los errores de la 4T a un grado de amarillismo puro.
Sin embargo, su «estrategia» apegada a los manuales de la derecha global, se minan ante la legitimación de todos los argumentos del oficialismo que negaron retroceder ante la Reforma al Poder Judicial.
La destrucción de las instituciones, la antidemocracia y la dictadura son los emblemas propagandísticos de una oposición en franco declive. En contraste, ni por asomo el enorme nepotismo del poder (además evidenciado por una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad MCCI, brazo de Claudio X para chantajear presidentes y organismos), así como los privilegios de la casta dorada, sentencias a modo y procrastinación en casos que desfavorecen a grandes empresarios.
Tampoco se quejaron de reuniones de magistrados con líderes partidistas para construir un andamiaje contra la mayoría calificada en el Congreso de la Unión. Ni siquiera por asomo, recordaron los casos de la desaparición de Luz y Fuerza del Centro en el sexenio de Calderón en el que miles de trabajadores se ampararon ante la decisión del Ejecutivo.
Pero a razón del triunfo por el que casi 36 millones de mexicanos votamos, la Reforma Judicial entra a un proceso de democratización (único poder que la evadía) y deberá proveer de la sustancia que exigimos millones, justicia pronta, expedita e imparcial.
Así pues, el desistimiento de la Corte, manda a la tumba todos los amparos promovidos para impedir desde su publicación y aplicación, entre éstos, los presentados por abogados «vende humos» como jorge Rada, así como la impugnación realizada por el PRIANMC en la LXV Legislatura, cuyas promociones intentaban mandar el perene mensaje de acompañamiento a los inconformes, nada más.
Y es que encontramos, en la oposición, el conservadurismo más rancio. La negación al cambio, a romper el establishment conocido, radica en pretender que todo siga igual a los tiempos en los que concentraban el poder «ese sí totalitario» en favor de ciertos grupos de poder exclusivos. Es que así se repartían los beneficios como si se tratase de botines en perjuicio de la sociedad en general.
Los proyectos de inconstitucionalidad promovida por los ministros evidentemente arengados por la derecha mexicana no tenían un sustento legal. No existe literalmente ninguna atribución para pronunciarse sobre lo aprobado por el Constituyente, ni tampoco tienen facultades para extralimitar su interpretación facciosa en estos tiempos, cuándo anteriormente ya se habían pronunciado por la inconstitucionalidad de impugnaciones a reformas hechas por el PRIAN.
Así, la exhibida histórica se adereza con la burda pretensión de la ministra Norma Piña, quien buscaba que solamente con el voto de seis ministros y no de ocho, se admitiera el recurso de impugnabilidad de Juan Luis González Alcántara Carrancá. Lo risible, es que trataba de aplicar lo establecido en la Reforma que trataron de tumbar. Ah, pero ellos son constitucionalistas.
Vanessa Romero Rocha, abogada y analista y ahora también parte del Comité de Evaluación del Poder Judicial para elegir a jueces, magistrados y ministros por parte de la Presidencia de la República, lo dejo en evidencia.
La redacción del 105 constitucional que Piña quiere usar para declarar inconstitucional la reforma judicial con solo 6 votos, proviene de la misma reforma que busca invalidar.
El umbral de 6 votos se pensó para una Corte de 9 ministros, no para la actual de 11. pic.twitter.com/2rfo3yFeaM
— Vanessa Romero Rocha (@vannessarr) November 5, 2024
Y bueno, ya para culminar, voces como las del amigo magistrado Arturo Nahle, que fue el único que en Zacatecas se pronunció un día si y el otro también, en contra de la Reforma, cayó en una contradicción básica, al expresar que nadie pidió la democratización del Poder Judicial. Pero, si casi 36 millones de mexicanos que votamos por un proyecto en el que se ensalzaba la idea de la metamorfosis de dicho poder, evidentemente pedimos ese cambio.
Bajo su razonamiento, Nahle -que intentó tímidamente ser candidato a Senador por el PRIAN- dijo que aunque él votase por Sheinbaum, no sufragó por el cambio en el Poder Judicial. Demostrado está que no votó por las y los candidatos diputados federales y senadores, pero entonces, su motivación ¿cuál fue? Si la sustancia de la 4T es la transformación de la vida nacional y sus rancias estructuras de poder.
Ahora, Nahle llama a los jueces y juezas zacatecanas a inscribirse en el proceso electivo que contempla la Reforma. A lo no pedido, lo admitido. Es decir, la invitación lleva de fondo la idea de que el oficialismo no se lleve todo. Y así de correcta es la democracia y así de final es el objetivo, que quienes tengan a bien tener las condiciones profesionales o de verdadera carrera judicial, compitan por el cargo.
Al final, Nahle le da la razón de fondo a la Reforma, al final, Nahle votó a favor de un proyecto general por el cuál se ha quejado amargamente durante seis años y el mes del segundo piso de la 4T. Gracias Arturo Nahle.