Por Andrés Vera Díaz
Llegaron y con las misma mañas. Javier Torres, alcalde de Fresnillo quien en su paso anterior se despachó con millonarios contratos para sus empresas radiofónicas, demostrado en la nota: Javo Torres, recibió más de 170 millones en contratos para sus empresas en gobiernos tricolores, se llenó en pocos días, de la más risible puesta de gabinete pero además, aplicando traición a los propios acuñadores de su campaña electoral.
Torres contrató a Marco Antonio Valenzuela Esquivel como nuevo director del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Fresnillo (Siapasf), quien en su paso con el mismo cargo en Jerez, fue repudiado socialmente pues aumentó la tarifa del servicio y e llevó el estigma de malos tratos a los usuarios de esa demarcación.
Pero no solamente la ocurrencia de crear secretarías sin el soporte financiero para tal efecto, fue la manifestación explícita de intentar establecer de forma forzada su gobierno, sino que desplazó de forma grosera y despreciable a quienes le acompañaron en la campaña.
Le rogó a Pepe Haro, su antiguo amigo y también ex alcalde fresnillense , para que saliera de su pausa política y se incorporara a la campaña. El también ex diputado local, accedió apelando amistad más que afinidad partidista, pues Haro de la Torres hacía tiempo que se había desligado del PRI, sin embargo, fue tanta la insistencia que decidió retornar al Mineral y ayudar a su «amigo» a recomponer relaciones políticas.
Llegado el tiempo en la definición de la administración municipal, Haro fue relegado, Javo lo ignoró tal cuál desgraciado. La ingratitud se manifestó al grado del rompimiento y con el reproche del mismo Haro expuesta en conversación con este reportero.
Por otro lado, Miguel Varela comenzó su circo mediático con graves errores. También conformando un gabinete sin fuerza, se atrevió a colocar a Erick Muñoz Román, un gris, pero opaquísimo ex secretario de Gobierno en el último tramo del quinquenio de Alejandro Tello.
Pero, amarrado por sus «asesores», el restaurantero elitista Cuauhtémoc Calderón y el impresentable Enrique Laviada, que dicho sea de paso, ninguna grilla barata le resultó como el «gran parlamentario» en la anterior Legislatura, lleva una retórica cantinflesca y soez.
Auditoría externa anunció para revisar las cuentas de la administración pasada. De risa sonora, ni la Ley General de Contabilidad Gubernamental, la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, la Ley de Disciplina Financiera y Responsabilidad Hacendaria del Estado de Zacatecas y sus Municipios, la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas del Estado contemplan tal forma de fiscalización. ¿No le dijeron que el Ayuntamiento de Zacatecas no es organismo autónomo o descentralizado? Y bueno, ¿el mensaje es que el Órgano Interno de Control no funciona? Vaya, ¿mensaje directo para Víctor Anaya Mota y su hermana la senadora?
Pero sin decir cuánto costará ni a que despacho se le otorgará el contrato (aunque se sospecha que Jorga Rada, repudiado ya por jubilados del Issstezac), será el abogado que le haga el juego pueril, Varela inició intentando replicar su andar en Tlaltenango -sin entender las dinámicas de la capital-, se deja manipular por el ego de Calderón.
Reuniones ya con otrora funcionarios para desmenuzar las dudas de la administración, Varela tuvo que vivir en carne propia la personalidad del elitista y vengativo restaurantero. Como agua va, Calderón entró a la oficina del alcalde reprochando con un «¿que están haciendo?», la junta que sostenía su «pupilo» y ex miembros del Ayuntamiento.
La advertencia antes y después del acto fue vertida. Cuidado con Calderón, su historial demuestra que llega a un partido o movimiento, se pelea y se va a otro lado. Es que su ego es tan enorme que pretende mangonear a diestra y siniestra. En Varela encontró a un personaje con una visión muy arcaica de la política, con un temperamento débil que explota al primer señalamiento, será la probeta del también ex alcalde panista.
Calderón expone su terror a la falta de control y oportunidad de negocio. Tras años de ser el candidato perdedor y ser rebotado de proyectos por su propia personalidad inquisidora, hará lo necesario para crear la percepción de que él gobierna tras bambalinas. Ego, maldito ego,
Así, bajo la voracidad de Varela, comprobable y comprobada en su paso como presidente de Tlaltenango, lo primero que comenzaron a observar es la oportunidad de negocio. Reubicar el rastro municipal -ya con inversionista de por medio y de Aguascalientes- bajo el esquema de Asociación Pública Privada, se les nota hasta la coronilla que deben pagar las facturas en el vecino estado.
Entre los planes está la privatización de la recolección de la basura. La misma estrategia de Julio «N», creando poco a poco que está en crisis el servicio. Es que son tan burdos y cínicos. Además, ya entre las filas de la administración municipal se comienza a filtrar la idea de arrendar parque vehicular, sí, también en Aguascalientes, como parte de la estrategia para pagar los favores hidrocálidos. Mientras, a jugar al alcalde, tapando baches con asfalto en sitios donde debe colocarse cantera. Son unos genios.
Pero, ¿y podrá hacer, mover, desincorporar, privatizar el rastro y otros servicios con permiso de la Legislatura? Cuatro votos del PAN, dos del PRD y otros cuatro del PRI no le bastan para tal efecto, (en caso de que la sumatoria sea total).
Así pues, además de la pifia de que su esposa sea presidente del DIF capitalino «porque solamente va dos veces al Congreso», además de exhibir una enorme ignorancia y demostrar que como diputado federal jamás entendió la dinámica, se atrevió a sentirse insultado, amenazando con demanda por violencia política de género a quien redacta esta columna.
Piel delgada, prepotente y exhibiendo terrible ignorancia sobre procedimientos administrativos y políticos, Varela trata de emitir el mensaje de quien lo critique a él o su esposa será sujeto de intentonas de amordazamiento. se topa con pared, de nuevo, no comprende aún que la dinámica en la capital es completamente diferente a Tlaltenango. Y bueno, tras la pifia, ahora sale a declarar que va a convencer a periodistas inconformes respecto a esa decisión y declaración. Si aha.
Pero, agreguemos que tras la explosión en la Fenaza, cuyos agoreros explotaron mediáticamente, ahora resulta que el parte de la Policía Municipal indica que si fue un tanque de gas y decidió quedarse con esa versión, matando así a sus propios propagandistas. Que cosas. Y es que, tras el asesinato de tres mujeres, la explosión atrás del estadio, preferible la versión estatal que se le endose como municipio la inseguridad. Muy bravo en campaña reprochando un asesinato en la avenida Juárez del centro histórico como medio electoral, ya como alcalde operación avestruz. Vaya gallo azulado.
Ahora, su postura sobre el Viaducto Elevado cambió radicalmente, luego de hacerse el héroe que la Red Ciudadanía Participativa necesitaba, ahora expresa que debe habrá de revisarse la viabilidad del proyecto. Quiobo, ¿no que venias muy león? Esa respuesta es la intentona de que por favorcito, le aprueben sus caprichos para otorgar el permiso municipal para la construcción de la obra. Balde de agua fría para la Red, ¿saldrán a presionar a Varela como lo hacen con el gobierno estatal?
Y bien, para finalizar, reitero y para que me vaya conociendo, que ni me dejo amedrentar ni me dejo intimidar. Aquí no estamos en un feudo ni «Miguelato» en el que ande advirtiendo, amenazando y acosando ciudadanos como acostumbraba en Tlaltenango.
#agarralaondachavo