Por Andrés Vera Díaz
Ricardo Monreal Ávila fue designado por unanimidad como el coordinador parlamentario en la Cámara de Diputados, en una asamblea de legisladores emanados por Morena, le otorgan poder, la gran responsabilidad de sacar avante el Plan C, pero bajo la observación de dos vicecoordinadores afines plenamente a la Presidenta electa Claudia Sheinbaum.
Morena ganó 161 diputaciones de mayoría relativa durante el proceso electoral del 2 de junio, y le fueron asignadas 75 de representación proporcional. De esa forma, el partido guinda obtuvo 236 diputaciones en la Cámara de Diputados.
Ahora, con la cesión por parte del PVEM de 15 legislador@s a Morena, el grupo parlamentario del instituto político preponderante llega a 251 escaños, lo que le permite tener el control de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) para los próximo tres años.
A cambio de la Comisión de Vigilancia –que supervisa el gasto público– y de mantener la presidencia de la Comisión de Hacienda, el Partido Verde cedió los diputad@s a Morena, por lo que Monreal podrá tener el control absoluto de las finanzas de San Lázaro y coordinar las actividades legislativas entre los diferentes grupos parlamentarios. Incluye la programación de los debates y la organización de las sesiones del pleno.
Además, distribuye los recursos y las presidencias de las comisiones legislativas, lo cual es crucial para el funcionamiento del Congreso. Define las prioridades y la agenda legislativa, determinando qué iniciativas se discutirán y en qué orden, lo que influye directamente en la producción legislativa del Congreso y evidentemente, en la retórica mediática.
El pacto entre los zacatecanos Carlos Puente Salas y Ricardo Monreal se matiza en la lógica del 2027, cuándo en Zacatecas se lleve a cabo la sucesión (algo que desearíamos se adelantase ya), pues emite el mensaje de una unidad a la postre con intención electoral, y en ese sentido, la elección extraordinaria en la capital está en el tablero.
Pero, y ante el poder que le otorgan a Monreal, existen dos aspectos a considerar. Su nombramiento por «unanimidad» no fue una casualidad ni una muestra de superioridad, sino la línea directa que le otorga Sheinbaum para demostrar en realidad quien manda. El asunto le viene bien al ex gobernador de Zacatecas, que se mueve como pez en el agua en temas legislativos y le da la oportunidad de escalar en la agenda mediática (la cual deberá enfrentar ante la lógica de emitir posturas sobre el pésimo gobierno de su hermano, y que él promovió para la candidatura en 2020).
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas, con dos personas cercanas a la próxima Presidenta de México en vicecoordinaciones, Monreal no podrá designar por sí solo a los presidentes de las comisiones, sobre todo las prioritarias en materia presupuestal. Y es que un día después de haber sido designado Coordinador de los diputados federales de Morena, Ricardo Monreal Ávila sufrió su primera derrota: su propuesta para vicecoordinadora de la bancada, la jalisciense Merilyn Gómez Pozos, fue vencida por Gabriela Jiménez, cercana a la Presidenta electa Claudia Sheinbaum.
De igual forma, que Alfonso Ramírez Cuellar fuese designado también como el otro vicecoordinador, expresidente de Morena y amigo de la Presidenta electa desde que eran preparatorianos, el también zacatecano fue designado para accionar la pinza vigilante hacia con Monreal.
El exgobernador de Zacatecas había adelantado que Pedro Haces Barba (quien junto a Monreal crearon el fracasado partido satélite Fuerza por México), líder de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), sería “como su segundo en la Cámara”, quedó fuera de las propuestas, por lo que finalmente, la bancada no será coordinada con el poder absoluto del fresnillense.
Ahora, habrá de observarse si la bancada del Verde se define operativamente en el espectro político a favor de los deseos unipersonales de Monreal, o fungirá en la línea directa que coloque al «nuevo» Morena de Sheinbaum, pues la próxima Presidente abrió la puerta a una renovación de las líneas políticas del partido. Evidentemente, la pretensión es mantener al instituto político bajo una concentración de poder que no se diluya en proyectos meramente personales.
Ramírez Cuellar tendrá la oportunidad de ser el contrapeso natural de Ricardo, bajo la tutela directa de nada menos y nada más, la Presidente (con A). Ya que el Senado será dirigido por Noroña y la bancada morenista por Adán Augusto (más identificado con el lopezobradorismo de cepa), los contrapesos están sentados en la necesidad de no adelantar vísperas rumbo al 2030.
Comillas: En política no hay nada casual, por eso, que Julia Olguín fuese «cedida» del PVEM a Morena tiene el sentido de proyección rumbo al 2027. Será una de las cartas de Monreal a la candidatura para la sucesión. Ojo.