Por Andrés Vera Díaz
Ratificación de la LXIV Legislatura (la peor de la historia) de Ernesto González Romo en la Secretaría de la Función Pública.
Repudiado por el propio gabinete (cómo me lo han hecho saber varios secretarios), pues emite un mensaje de mayor sumisión y condicionamiento, el mal llamado «Zar Anticorrupción» va por el pasado y fingir revisión al presente.
Lo declaró él mismo, cuándo mandó la amenaza de que se investigarán las obras de los dos gobiernos priistas ulteriores. A tres años ya de la «administración» de David Monreal, se ensaña otro cacareo como el que comenzó en su momento Humbelina López Loera, tras inhabilitar a ochos funcionarios del quinquenio tellista por actos de corrupción.
Y al caso, ya luego no se informó sobre el seguimiento al caso, puesto que los sancionados tendrían su derecho a la defensa. Al tiempo, la otrora titular de la SFP se ganó el desprecio público de David, porque no pertenecía a su secta.
Pero, bajo la propaganda electoral de que el Centro Cultural Toma de Zacatecas fue una obra millonaria sin beneficio social, a medio sexenio, de repente será investigado, como dejó entrever González Romo; al igual que las llamadas «glorietas de la muerte», esas rotondas inservibles construidas por Alonso como pretexto para erogar recursos sobre el Centenario de la Toma de Zacatecas.
Solamente que un actual secretario de la Nueva des…gobernanza se encargó de promover la construcción de esas glorietas. ¿En serio lo va a revisar el nuevo constructor de cortinas de humo?. A González lo pusieron para tal efecto, hacer como que hace y tener bajo sigilo, chantaje pues, y mantener a raya a la oposición, sobre todo en el marco de la próxima Legislatura, en la que Morena y aliados tendrán mayoría construida artificialmente con pinzas luego de no encontrar el apoyo electoral que si se dio en el plano nacional.
En el gabinete saben que Ernesto es más demagogia que pragmatismo, algo que corresponde y requiere el «gobierno» davidista (juglares), por eso, temen además que se arrecie el condicionamiento bajo supuestas investigaciones o reales requerimientos, los cuáles no saldrán a la luz, sino servirán para endosar exclusivamente responsabilidades administrativas y hasta penales por el uso de recursos.
Uno de los grandes encargos, es desviar la atención por el proceso amañado y seguramente, elevación en el costo del Viaducto Elevado. Mientras los subejercicios en las diferentes secretarías, gastos onerosos, contratos a modo, opacidad y pretextos.
Pero al tiempo, el acarreo de funcionarios para los eventos de David, las erogaciones iniciales para el Viaducto, la nómina secreta y los viajes de funcionarios u honoríficos a Europa, Canadá y Asia enmascarados de gestión, no estarán en la agenda de González, se trata de rejustificar el lema de «las herencias malditas» que encontraron resonancia justificada, pero repito, a tres años cayó en un vil discurso que pretende ser retomado, con la finalidad de evadir un presente lleno de inconsistencias, incompetencias, contradicciones y venganzas.
Lo curioso, es que González Romo ya ha declarado que viene a combatir la corrupción, porque es el cáncer de cualquier gobierno, asume pues a priori que existe corrupción en la Nueva Gobernanza, ¿la combatirá?, alguno que otro chivo expiatorio pagará los platos rotos para fingir ese combate, mientras a los de arriba, condicionamiento. Ya lo verá; «aplíquese la ley en los bueyes de mi compadre», será la frase coloquial más exacta y explicativa de su función.