Por Andrés Vera Díaz
Ricardo Monreal se perfila para ser el coordinador parlamentario de Morena en la Cámara Baja del Congreso de la Unión en la próxima Legislatura. Posición que le permite negociar y cabildear el paquete de 20 reformas pendientes propuestas por López Obrador y las respectivas que enuncie Claudia Sheinbaum.
Pero no lo es todo, la Cámara de Diputados federal tiene la responsabilidad de analizar y aprobar en su caso el paquete presupuestal del 2025 para el país, incluyendo las participaciones para estados y municipios.
236 diputados tendría solamente el partido guinda, más 77 para el Verde (que presidiría el zacatecano Carlos Puente) y 51 para el PT (que encabezará el zacatecano – michoacano, Reginaldo Sandoval).
4 diputados federales emanados de “Sigamos Haciendo Historia”, dos senadurías de mayoría (con votación histórica a pesar de los pronósticos escabrosos de algunas plumas que publicitaban a la malograda Massive Caller), y una plurinominal (Geovanna Bañuelos), serán las cartas zacatecanas en el Congreso de la Unión.
En noviembre del 2023, el gobernador David Monreal se quejó sobre el presupuesto asignado para 2024 desde la Cámara de Diputados. “Por el buen manejo de las finanzas y por el buen comportamiento de nuestro estado y porque estamos sujetos a una fórmula, esperaba una mayor participación, porque Zacatecas se ha portado de primera”, dijo en un tono de reproche.
El mandatario declaraba que al cierre de octubre (2023), el estado ya había superado la perspectiva de ingreso propio anual en un 30%. Afirmó que se recaudaron más de cuatro mil millones de pesos, una cifra nunca antes vista en Zacatecas.
En la aún actual Legislatura, el componente de representación federal era, dos diputados federales menos del oficialismo y un senador más respecto a la próxima Legislatura. Componían la Cámara Alta, Ricardo Monreal, Soledad Luévano, Geovanna Bañuelos, José Narro y Claudia Anaya.
Entonces, la nueva composición en la Cámara Baja y con la representación de Morena – Verde y PT con los nombres ya señalados en la Jucopo, ¿podrá incidir directamente en un mayor presupuesto para la entidad?.
Para este año, el paquete de participaciones preveía de aproximadamente 35 mil millones de pesos) “trae un incremento ligero de entre mil 500 y dos mil millones que permiten tener la confianza de que se podrán cumplir las obligaciones financieras con la clase trabajadora y los sectores productivos, durante el 2024”, comentó David Monreal al tiempo de recriminar lo ajustado.
Sin duda, los legisladores que rindan protesta en próximos meses, deberán pugnar por el incremento, sobre todo, colocando proyectos prioritarios, pues ya es un compromiso de la Presidenta electa recomponer el proyecto de la presa Milpillas, además, asentar financieramente el segundo piso del boulevard metropolitano, solamente hablando de infraestructura de obra pública.
Otro antecedente de la “precariedad” que reclamaban las voces monrealistas, fue en 2021, cuándo la Senadora Soledad Luévano lanzó en sus redes sociales la convocatoria para el primer concurso de fotografía “Zacatecas necesita apoyo”, con el cual se buscaba que fotógrafos profesionales, aficionados, estudiantes y público en general mostrasen el abandono que se vive en Zacatecas, este concurso se da en el marco de la lucha por un presupuesto justo.
Ese “lucha” se enmarcaba en la reciente victoria de David y bajo la retórica de “las herencias malditas” que entonaban la casi bancarrota técnica de la entidad. A la postre, fue el sostenimiento del mejor funcionario del gabinete, Ricardo Olivares, el que ha dado buen puerto a las finanzas locales.
Sin embargo, para 2025 parece ya no existir un pretexto a modo. Tres años de gobierno morenista y ahora con la cuasi coordinación de Ricardo, aunado al carro completo, no dejará rescoldo para las justificaciones.
El monrealismo y anexos, así como su propia oposición interna deberán entrar en sintonía si pretenden mejorar las condiciones de precariedad económica, la desatención al campo, industria y turismo en caso de pretender verdaderamente, obtener una gobernabilidad que se pondrá en entredicho con la Legislatura local sin mayoría, además de la continuidad en 2027.
