Por Andrés Vera Díaz
En el pasado proceso electoral en la Ciudad de México, la oposición ganó nueve alcaldías, lo que provocó la pérdida de seis que Morena había ganado en 2018. Grupos al interior del partido guinda habían responsabilizado a Ricardo Monreal de haber propiciado ese quiebre, lo que a la postre redundó en un alejamiento con el presidente de la República.
Las hipótesis giraban en torno a minimizar la capacidad electoral y de confluencia política de Claudia Sheinbaum, quien siempre fue vista como la favorita a la sucesión presidencial. Inclusive, que Morena perdiera la Delegación Cuauhtémoc ante Sandra Cuevas, impulsada por el bloque opositor y vinculada como cercana a Monreal para jugar en contra de Dolores Padierna, era un reproche muy extensivo.
Ricardo desde esos tiempos, se fue alejando de AMLO, sin que hasta ahora exista una evidencia contundente de reconciliación, aunque matizada con el regreso a la coordinación de Senadores de Morena, Monreal ha dado pie a la intriga.
Llama poderosamente la atención el hecho de que se le concedan espacios como la fórmula a la Cámara Alta por Zacatecas y la propia candidatura de la Delegación que ya gobernó, ahora bajo la tutela de su hija Catalina, quien desde la intentona de ser la presidenta de Morena Zacatecas, hasta la conformación y promoción de Fuerza por México, presentando al nuevo instituto político como “partido monrealista”.
Pero Monreal siempre ha tenido cuadros que sobresalen de las fronteras zacatecanas y ha trasladado su influencia a otros sectores. Precisamente, esas ligas de “reciente” creación con Pedro Haces y la proliferación mediática de personajes como Gibrán Ramírez, Alejandro Rojas y Sandra Cuevas, lo llevan a expandirse en otras esferas políticas, sobre todo en la oposición.
Gibrán, nacido en la Ciudad de México hace 34 años, es Doctor en Ciencias Políticas y Sociales, con mención honorífica, por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Además, Maestro en Ciencia Política por El Colegio de México. Cursó su licenciatura en Ciencia Política y Administración Pública, también en la UNAM, institución donde obtuvo la Medalla Gabino Barreda en 2012 al mérito universitario por mejor aprovechamiento.
Su incursión como actor político fue de la mano de Monreal. Lanzado como analista político, sobre todo en medios abiertamente de oposición, sobre todo en Televisa, Milenio, cuyas plataformas desde 2017 se encargaron de crear un “vocero” de Morena NO autorizado por el partido, para que debatiera con los partidos oficiales en ese entonces y “les ganara”.
Era un “humilde hijo de maestros” (Pedro Salmerón, 7 de septiembre 2020), su padre fue asesor de Salinas de Gortari, colaborador de Ciro Murayama en grupo Nexos, estando al frente Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín, conocidos depredadores de la izquierda y su máximo referente. Su nombre, que creara algunas expectativas en los jóvenes por su descaro, instrucción y “sospechosa” inteligencia; se lee en un texto de Norman Pearl, columnista político.
Su presencia se fue ligando como asesor exclusivo de Monreal y hasta asesor en el Senado del grupo parlamentario de Morena. Catapultado bajo la intempestiva presencia en medios antagónicos a la 4T, se lanzó hasta por la presidencia nacional del partido guinda y llevando el cántico de una oposición a los candidatos en ese entonces que eran Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado. El foro que recibía era extraño, inclusive, algunas voces lo calificaban de “teleaspirante”.
Su relación con Monreal para impulsar la aspiración presidencial del zacatecano fue más allá, cuando recorría el país en busca de conjuntar esfuerzos. Inclusive, se le ventiló el uso de recursos públicos para tal efecto. En 2022, el periodista Hernán Gómez Bruera denunció y mostró evidencia sobre el uso de dinero proveniente del Senado de la República por parte de Gibrán Ramírez Reyes con el objetivo de apoyar y promover la candidatura del senador Ricardo Monreal.
Tras la derrota, Gibrán retornó como vocero del senador en luchas mediáticas, sobre todo en medios de comunicación en los que se lanzaba contra López Obrador y se atrevía a decir que “había perdido la fe en AMLO”. Las declaraciones en todo caso, acumulaban más el encono entre el lopezobradorismo que sustentaba más la operación electoral en contra de quienes le dieron cobijo nuevamente y le perdonaron sus amagos con abandonar una y otra vez a Morena.
Ahora, Gibrán compite por Movimiento Ciudadano para diputado federal por la Ciudad de México. Registrado ya y luego que se dejara ver en el correspondiente de Jorge Álvarez como abanderado naranja a la Presidencia. Pero, más allá de las discordancias que él tiene hacia con AMLO y no al revés, su transfuguismo paralelo a la salida de Alejandro Rojas al PRI, suplente de Monreal y también, fiel fustigador contra lo que hoy representa Morena bajo la tutela de Claudia Sheinbaum, Gibrán es más un emisario que una simple coyuntura. La adhesión de Sandra cuevas de igual forma a los “fosfos” como candidata a Senadora, no es ni de cerca una coincidencia, es el refugio que han encontrado, pero, ¿cuál es el objetivo?
La rebelión de esos cuadros “ricardistas” parece no ser la razón real. Solamente Sandra Cuevas de forma muy tibia se deslindó de Monreal en una escueta declaración en sus propias oficinas, cuándo arremetió contra al líder nacional del PRD. Sin embargo, la relación de Catalina, hija del legislador y candidata a la Cuauhtémoc era pública, a tal grado que le regalaba “motivos” monrealistas como una especie de alegoría.
Los tiempos coinciden con el andar de dichos cuadros ligados directamente al senador. Y es que en el presupuesto político, aún bajo las indefiniciones a la cabeza de fórmula a la Cámara Alta (porque Soledad Luévano no está firme y las respectivas a las diputaciones federales por Zacatecas), Monreal opta por redirigir cuadros que ya son francamente, “apestados” dentro de Morena y al final, competir bajo otra siglas que permitan una consecuencia electoral indirecta.
Gibrán ni Alejandro se desmarcarán de Monreal, pero en los flancos, ¿habrá quién les cuestione si en todo caso, ese partido autoritario como relatan, impulsa a la hija de Ricardo a una Delegación que tuvo serias inconsistencias en la asignación de contratos y favores para amigos de Caty mientras ellos eran abiertamente morenistas?. Lo dudo mucho.
Sandra Cuevas por su parte, aún y a pesar de ya estar impulsada por MC, se atrevió ya a predecir el resultado en esa demarcación, señalando que Morena arrasará, Aunque con el bemol de calificar como tristeza esa cuasi definición, el calificativo no es un parteaguas para el “ricardismo”, sino para el propio Salomón Chertorivski, candidato de MC a la Ciudad de México, pues parece advertir que no hay nada que hacer más que perder. ¿Curioso no?