Por Andrés Vera Díaz
El Partido del Trabajo como aliado histórico de Andrés Manuel López Obrador exige sus espacios de manera legítima rumbo al 2024. El siglado preliminar para que dicho instituto político encabece la fórmula al Senado en Zacatecas entre abre esa posibilidad, pero tampoco es que Geovanna Bañuelos tenga un merecimiento implícito.
La legisladora fue la principal promotora del rompimiento de la alianza en Coahuila en las elecciones de este 2023, catapultando a Ricardo Mejía como candidato y abandonando a Armando Guadiana de Morena. El neo petista que ocupaba un cargo como subsecretario de Seguridad en el gobierno federal fue seducido políticamente bajo un acuerdo cupular en las altas esferas del PT, aún y en contra de voces dentro del Consejo Nacional que abogaban por la unidad, precisamente advirtiendo desavenencias en 2024.
Así, de alguna u otra forma, la retórica de Morena Zacatecas se signa primero, en abogar por romper con el Partido del Trabajo, pues su principal ficha no tuvo a bien colaborar en Coahuila. Ese karma le ha llegado a Bañuelos, que ahora sí, pugna por la unidad porque le vale la sobrevivencia electoral en una posición clave como catapulta al 2027.
El hecho que ha marcado además un distanciamiento político entre las estructuras del gobierno – partido en Zacatecas, se debe al viraje que protagonizaran Xerardo Ramírez y Ana Luisa del Muro. Discursos encontrados contra la rigidez idiosincrática, sobre todo, en el golpeteo político y armado de grillas en la Legislatura local, les han valido un veto inusitado.
El problema de fondo se centra en la aportación de sufragios que permita a la coalición colocar mínimamente a dos senadores en la cámara alta dentro de las prioridades, el famoso Plan C prácticamente se ha convertido en la necesidad apremiante. Sheinbaum y su arribo a la Presidencia de la República parece ser seguro. La candidata de la oposición simplemente no encuentra una fórmula de sostenimiento, Fue presentada como un “fenómeno”, pero demasiado mediático.
Así pues, la pretensión de lograr mayoría calificada en ambas cámaras asienta el discurso de varios aspirantes a las candidaturas, sobre todo los que quieren llegar o permanecer en el Senado. El refriteado llamado a la unidad ya no expone nada novedoso para sus pretensiones, pareciera mejor dicho, un mensaje para las cúpulas del partido, pero no consensa en realidad ante las tribus. Es que, la rueda de prensa que ofrecieron José Narro, Ulises Mejía, Luis Medina y un desconocidísimo Alejandro Bonet, cuadro de relleno de Marcelo Ebrard, pretendió exponer entre líneas, que los ausentes eran los que no se sumaban al llamado superior de unidad. Es decir, exhibir a Saúl Monreal como un innecesario del cierre de filas, tenía un objetivo que en francas palabras, nadie entendió. Menos aún, cuándo quien redacta, le preguntó de viva voz al edil fresnillense con licencia, si había sido convocado. La respuesta fue un enfático “no”.
Al respecto, Luis Medina cayó en cuenta de que la finalidad de la rueda de prensa se diluyó. Hasta Narro quiso matizar elevando respeto al menor de los Monreal, pero, ¿y es que si pusiéramos la balanza al revés? Que tal que Saúl hubiese convocado, ¿habrían aceptado la invitación? Ahora, al “cachorro” no le queda más que valorar con mucha soltura, si en la intención de un nuevo llamado de unidad se presenta. Es que, la unidad en torno a Sheinbaum o en torno a los convocantes que no convocan. Vaya disyuntiva.
Así pues, la disparidad la evidencia por añadidura, como si un solo personaje fuese el rival a vencer. Lo victimizan sin petición, lo revaloran a un grado en el que diluyen la confianza en el método de encuesta. En todo caso, creo que la postura de pugnar por la alianza extensiva entre partidos debió ser el tema central, porque hasta entre ellos plasman sus hipotéticas fórmulas.
Sin embargo, quien ha dejado en evidencia la posibilidad de veto a que el PT sea el ganón en la cabeza de la fórmula es Soledad Luévano, colocando al Gobernador como un personaje con capacidad para tal efecto. Un boletín de prensa titulado: “Soledad Luévano pone a disposición del Gobernador su reelección para detener la guerra sucia y la persecución en contra de sus seres queridos”, no solamente emite un mensaje claro sobre la mano que impondrán mandatarios en la fórmula al Senado, sino una clara muestra de que requiere de un pretexto para bajarse de la contienda y abrir paso a la otra aspirante por Morena. Así, las dos posiciones se amarran para el partido guinda. Nada es casualidad, mas bien todo es causalidad.
Sí, un mero boletín de prensa, en el que la propia Soledad acusaba al gobierno estatal de una guerra sucia contra uno de sus hermanos, fomenta la proclividad al acuerdo. Por eso, el video de la secretaria general de Morena a nivel nacional Citlalli Hernández, en el que aclaraba que los siglados eran preliminares, solo para cumplir el plazo legal de coalición.
En Morena Zacatecas no es que desestimen los 54 mil votos que aportó el PT en 2021 a favor de la asunción de David Monreal, el mensaje directo es cerrarle paso a quien intenta catapultarse para 2027, con el funesto antecedente de romper la alianza en Coahuila, dónde finalmente ganó el PRI gracias a que el PT con la evidente participación de Geovanna Bañuelos, manifestaron no necesitar de Morena.
Al tiempo.