Por Andrés Vera Díaz
Los perfiles que integran los cuadros rumbo a las presidenciables deben hablar por sí mismos y tener el poder de atracción implícito. Las precampañas, porque eso son, adelantadas, siempre van a pie de tierra, y en aire, suelen “viralizarse” por añadidura.
Principio básico que pocos aplican con efectividad, y otros, singularmente ignoran en el presupuesto político, echando pedacería mercadotécnica en asadores muy quemados, con estructuras desgatadas o refritos impresentables. Existen muchas técnicas de posicionamiento, pero ante la magnitud, la aplicación sustantiva.
En este sentido, nada menos y nada más que el candidat@ presidencial del partido hegemónico rumbo al 2024, pero el contexto marca la diferencia y emite en consonancia, un mensaje de fortaleza, o por el contrario, débil. Así, nos topamos con la formación de cuadros de las “corcholatas” en diversos puntos del país y en específico, Zacatecas, tierra de un candidateable que apostó por un mensaje dual, para regresar a la disciplina lopezobradorista ya sin rescoldo para una nueva afrenta.
Las diferencias se ciernen entre la propaganda presidencial y la “rigidez idiosincrática o doctrinaria”. Teorías y lecturas al respecto abundan, algunas con visión simplista, otras de mayor profundidad; sin embargo, el fondo apuesta por el continuismo apegado al personalismo de AMLO.
Su discurso de choque es la deconstrucción de una nueva realidad, casi paralelismo a los antiguos procederes del PRI, matizando un quiebre con las estructuras rígidas del conservadurismo que se mueven entre la manutención de privilegios. De esto no tengo duda, (aunque en la 4T no se lavan las manos del todo), la imposición de un régimen se enfrasca en la necesidad de no retornar a décadas de descomposición social y política, casi un hervidero de anarquía en la que la “disciplina” partidista se endosaba a mantener un aparato y cultura de corrupción, ficción y virtualidad.
El doble discurso no cabe en el lopezobradorismo, de ahí que aquellos que han intentado “mediar” han salido evidentemente afectados en la construcción de retóricas poco afines a su reciente historial político. Al caso, retornan a la senda ya con un amarre que les permita la continuidad, pero, ¿llevan de la mano perfiles que garanticen la supervivencia bajo un esquema que busca por lo menos, mantenerse 4 sexenios más?.
El proyecto se base en ese presupuesto, pues comienzan a lanzar la idea de darle juego al “te tocará, mientras disciplínate” pero al mismo tiempo y con cierta razón “seis años no son suficientes”, pese a los errores de metodología. La narrativa va tomando forma para consolidar a simpatizantes y militancia. Ricardo Peralta, operador de Adán Augusto ya la entonó en una rueda de prensa en la capital zacatecana.
Pero, ¿entre el empate discursivo en torno a la 4T, que iconicidad lleva la voz cantante en la entidad? El ex alcalde Ulises Mejía lleva una delantera notoria, congregando académicos y activistas, gana terreno sobre todo en la docencia de la UAZ. Las sumas tienen un signo de mayor intelectualidad, científicos y notorios jubilados con reconocimiento social se han apersonado a la conformación de los Consejos en Zacatecas. El historicismo de Morena se hace presente con Luis Medina Lizalde, Mirna Maldonado y Mariana Trejo, cuya liga directa con Rocío Nahle manda un mensaje extra.
El evento del domingo pasado en la plaza Miguel Auza también iconiza el uso del espacio público en sendos actos proselitistas que tuvieron en su momento, mayor rebeldía que aparejamiento, aunado al hecho de que ahí, Mejía fue catapultado a la presidencia municipal en el 2018. A buen entendedor pocas palabras.
Por otro lado, Ricardo Monreal ya tiene su estructura más que definida, sopesando los dimes y diretes en la administración estatal, ha logrado recobrar posiciones esenciales en el gobierno. Sin duda, resalta Rodrigo Reyes, pupilo del senador y que le ha dado un vuelco casi completo al desenvolvimiento de una secretaría fundamental para enviar mensajes de concordancia y sobre todo, de atención social.
Saúl Monreal, el alcalde fresnillense es quien lleva la batuta de rearmar lo perdido o dinamitado. Ambos perfiles tienen la esencia de la atención y el acuerdo, que poco a poco va retomando fuerza entre quienes veían un bamboleo del senador, que requería ya urgentemente una definición para asegurar el mantenimiento de sus cuadros.
Impera el acuerdo entre grupos, pues el origen natal no garantiza mano total. Mediar las fórmulas a las cámaras legislativas federales podría ser el paso a entablar un acuerdo de facto para los subsiguientes tres años. Sin duda, el o la candidata presidencial definirá quien encabeza, a menos que las condiciones para un acuerdo político trascienda para la permanencia de grupos, en este sentido, Monreal deberá ser hábil para no mermar un proyecto que no solamente le incluye al 2030, sino el 2027 en Zacatecas y Fresnillo. Es que no se puede ser candil de la calle y oscuridad de la casa.
Adán Augusto retoma con fuerza su activismo. Peralta se apersonó en Zacatecas para ir sobrellevando una campaña que poco o nada se escuchaba. Resalta el nuevo eslogan, “ahora es Augusto” con la presunción de un alza en las encuestas, pero limitado en la atracción de cuadros novedosos en la entidad. La noticia fue el secretario general de la UAZ, Ángel Román, que podría interpretarse como un mensaje de facto. Román, ligado al “fematismo” se puso la camisa de Adán en conferencia de prensa.
Enrique Rayas y Nacho Fraire, encargados de la coordinación estatal (y que ya habían manifestado desacuerdos internos para ser los ungidos con la batuta), no han sabido explotar las indefiniciones locales. Más allá de la estrategia por publicar sin efervescencias al secretario de Gobernación, tampoco es que puedan presumir gran captación de perfiles idóneos.
Por último, Marcelo Ebrard, cuya consonancia han sido un par de ruedas de prensa solitarias, sin una narrativa formada a modo. Los nuevos embates del canciller retoman las exposiciones de Monreal y esas formas, tienen un fondo que simplemente le costaron al zacatecano un desgaste innecesario a todas luces. Ebrard podrá alegar que con su intención de voto, ligado a mudarse de colores le valdría competencia equitativa contra Sheinbaum. Los amagos “aparecidos” en los medios identificados plenamente de la oposición lleva esa carga de divisionismo, pero ¿podrá aguantar seis años como bandera opositora en un partido que al mismo tiempo, y a pesar de su discordancia discursiva, en los hechos le ayuda a Morena bajándose de sendas elecciones?
Ebrard en Zacatecas es inexistente. Eligió mal a su operador. Oscar Novella, que como diputado federal pasó de noche, sin huella ni méritos, no alcanza a comprender que su solo “nombramiento” no le alcanzará para alguna candidatura. Su representación no mueve ideas, redes, posiciones, narrativa, estructura, nada.