Por Andrés Vera Díaz
El proselitismo rumbo a la candidatura presidencial en México arrancó hace un año, apenas Andrés Manuel marchaba hacia su tercer año de gobierno y los destapes iniciaban en un devenir sinuoso.
Fue Ricardo Monreal quien comenzó. Armando Guadiana, senador por Coahuila lo declaró su “gallo” para la Presidencia en un mitin que iba encaminado a promoverse como el candidato al gobierno del estado, luego de perder en la elección para alcalde de Saltillo.
Tras el anuncio, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard contestaron, al igual que Monreal, fue la interposición el método idóneo. Era necesario colocar un freno mercadotécnico al zacatecano, que desde el 2018, había dejado clara la capacidad para desestabilizar al partido con la colocación de candidatos opositores en la Ciudad de México.
El mensaje era claro, exhibir la debilidad política – electoral de su principal adversaria, pero eso le valió encono en el Zócalo, y sin más, el Senador dejó de almorzar con el Presidente. No fue la valía de enfrentársele, sino la reconversión de su acto a la posición de traidor lo que lo desgastó entre las bases y anularlo en un crecimiento de las preferencias.
Aún así, y con calzador, Monreal “logra” oficializar su aspiración entre las denominadas “corcholatas”, celebrando además un concepto que el mismo reprochaba y calificaba como un insulto. Que cosas. ¿Quién será su asesor en estos temas?.
Sin embargo, su habilidad histórica no se pone en duda, el fresnillense sabe colocarse en la agenda mediática con soltura, bajo el objetivo de ganar aunque sea perdiendo. Y al caso, no hay tela de juicio, desde 1998 sigue activo en la vida política del país. El gran problema, es su carta de presentación en Zacatecas.
A la par de que fuese armando una estrategia virtual, sus contrapartes han avanzado. La disidencia monrealista se ha organizado en un comité extensivo que acompaña fielmente (y hay que decirlo, negando o trasladando la desgracia nacional con matices increíbles), al lopezobradorismo rígido.
Su principal exponente, Claudia Sheinbaum y como segunda opción ideológica Adán Augusto, pero en la preferencia netamente electoral a Marcelo Ebrard. Sin embargo, la contundencia amerita describir que es una forma de respuesta pero con línea uniforme. Metérsele a Ricardo en su propia tierra responde a lo hecho por el fresnillense en 2018 en la capital del país, con la diferencia de no asistir a la oposición en la operación política.
Sheinbum es quien más visos de construcción lleva en Zacatecas, seguida obviamente por Ricardo, que bajo la tutela de Saúl, el alcalde de El Mineral, abre puertas que por afanosa necedad, le han cerrado desde sus propias huestes. A decir, el “cachorro” es el cuadro más valioso del monrealismo y eso que tiene un cargo menor. Desde la oposición, hasta las estructuras antagónicas en Morena, le reconocen la apertura, la atención y el abandono de encono para tratar los temas.
Así pues, el círculo rojo de Sheinbaum en Zacatecas se conforma principalmente por los afectados del devenir monrealista. Destacan los ex alcaldes capitalinos Ulises Mejía y Salvador Estrada, así como el ex candidato a gobernador Antonio Mejía. Los ex diputados locales Iván de Santiago y Luis Medina. La ex diputada federal, Mirna Maldonado. Fernando Arteaga, anterior presidente de Morena Zacatecas y Gilberto del Real, ex presidente del Consejo Estatal de Morena.
Por otro lado, Adán Augusto tiene en sus filas a dos zacatecanos que también han sufrido en carne propia el desprecio de la marca fresnillense. Enrique Rayas e Ignacio Fraire, que en respectivos momentos fueron del íntimo equipo de David y Ricardo. Entre las arengas, la visita para que el Secretario de Gobernación se apersonara en la entidad y enfrentara a la debilitada y deslegitimada Legislatura. Compromisos latentes dejó, como ir planchando los aguinaldos para el Issstezac, pero en ese sentido, ya nadie le dio seguimiento. Berrinches mediáticos de la oposición y uno que otra voz álgida que exigía el cumplimiento del ofrecimiento, nada más. Ah que oposición tan amarillista también, con un grito y sombrerazo solamente, pretenden demostrar a la opinión pública que existe solidaridad. Se parecen tanto a lo que dicen reprochar.
Por último Ebrard, quien no ha visitado Zacatecas y en la sospecha cabe un acuerdo para no dinamitarle a Ricardo su tierra. Insonoras expresiones a favor del canciller han pululado, aunque Narro sería el operador a pie de tierra, el Senador de origen tamaulipeco aprovecha para rellenar el casi seco tinaco tatuado con la sigla FPLZ. El legislador nuevamente emite tambores de guerra contra la minera Newmont. Fue en un evento hace algunos días que para celebrar a los históricos del Frente, que prácticamente culpa de nueva cuenta a la empresa de la sequía en Mazapil (desnudados por quien redacta los falsos estudios), y sugeridamente de la muerte de un activista, que fue acusado muchas veces de regenteo laboral y medio pago de impuestos pero en Coahuila. Bueno, es Narro.
A la par, la CNPA, se había decantado por Ebrard en una de sus asambleas nacionales, pero ha reculado a la espera de indicaciones, o mejor dicho, negociaciones. Narro no puede darse el lujo de ser oposición interna, la supervivencia depende de sumarse a quien finalmente, obtenga la batuta de “Promotor de la 4T” por ahí de noviembre del presente año.
Nueve meses faltan para que se decida la candidatura por Morena, y mientras los amarres comienzan a evidenciarse, al mismo tiempo ya hay quienes comienzan con el proselitismo adelantado, para las diputaciones federales y senadurías.
En máximas esferas, definirán quien lleva competitividad electoral, más allá de compadrazgos y amiguismos. López Obrador ya no estará en la boleta y el arrastre irá encaminado a la formación de estructuras sólidas. Aquell@s que piensen que por añadidura o simplemente, ser miembros de Morena tienen amarre, se están equivocando.