Por Andrés Vera Díaz
El bloque plural (menos el PRI), se ausentaron de la pretendida comparecencia de Ricardo Olivarez, Secretario de Finanzas, ante el pleno de la LXIV Legislatura con motivo de explicar la propuesta de paquete económico 2023.
Asegunes para apretar negociaciones respecto al reparto presupuestal que rondan los 36 mil 800 millones de pesos de los cuáles, la gran mayoría son recursos etiquetados desde la Federación. A pesar del incremento al Poder Legislativo del 9 por ciento en comparación con el 2022, algunos diputados desean encausarse recursos como en años anteriores. El famoso capítulo 3000, servicios generales de dónde se pueden redirigir grandes cantidades de dinero es el objetivo de muchos diputad@s amibicios@s.
No es que en el PRI o Morena no existan, por demás demostrado como engordaron sus bolsillos con las herramientas legislativas, los servicios profesionales y el “moche” que sobre todo, tiene marca registrada en el diputado “de los cien mil”, léase Xerardo Ramírez. No es casual que la vendetta encabezada por el “político” que cambia de partido por proceso electoral, dinamite en especial la comparecencia del tesorero local so pretexto de tiempo limitado para el análisis del paquete económico.
La justificación expresada entre los pasillos del Congreso no tiene sustento, aún hay 28 días para reconfigurar el presupuesto bajo tiempos legales y argumentos sólidos. Sin embargo, la politiquería contrasta con el reproche de la ausencia de otras funcionarias para explicar directrices, procrastinaciones o incumplimientos como el de Maribel Villalpando, la “funcionaria fantasma”.
¿Existe otra mejor opción para cuestionar, analizar, sugerir y exigir cambios en el presupuesto que la presencia personal del tesorero estatal ante el pleno? Para algun@s sí, mejor convenir, chantajear o extorsionar en lo privado que en lo público. Xerardo ya había dado visos, cuándo reprochaba ampliación de varios millones para la oficina del Gobernador, recriminando que el recurso sería destinado para medios de comunicación, sin embargo, la intentona de que exista una etiqueta en el Congreso exorbitante supuestamente para el mismo rubro, cuándo en el actual periodo se reasignaron 800 mil pesos para tapiar el hambre legislativa, deja en claro que desean una partida para sus intereses personales el estilo de la Estafa Legislativa.
El boicot chantajista, operado por Xerardo Ramírez, Guadalupe Correa, Karla Valdez y Enrique Laviada disfraza supuesta oposición, pues ni siquiera han extendido en Parlamento Abierto el análisis presupuestal, tampoco una exposición siquiera a grandes rasgos, una rueda de prensa o mesas de trabajo como había presumido el panista.
El boicot, movimiento mal planeado por los antecedentes históricos de Xerardo, así como la sentencia del Trijez, que asienta jurisprudencia para que los órganos legislativos puedan ser modificados por mayoría, deja en ciernes la posibilidad de que la Mesa Directiva presidida por la prianista Valdez pueda ser removida y tersar la discusión y aprobación en su caso del presupuesto para el próximo año.
Aunque 18 de los 30 diputad@s se presentaron para el acto de comparecencia, y por ende, la existencia de quorum legal dejaba asentada la mínima viabilidad para tal efecto, la pertinencia de no llevarla a cabo era dirimir la presunción de un pacto entre el PRI y Morena que promoviera un albazo y por lo tanto, poder justificar una nueva perorata de imposición como si ocurrió en el 2021, cuando los guindas en unidad, aplanaron la aprobación de los recursos para el presente año. Sin embargo, hoy la conformación política dictaba la contrariedad de ese entonces, pero el grupo parlamentario del tricolor evadió incorporarse a un chantaje infantiloide.
Queda en claro que los promoventes del nuevo fiasco no poseen soporte social, ni organizacional, siquiera comunicativo para fomentar la opinión y discusión pública, por eso, tras bambalinas, pretenden operar bajo el simplón menosprecio la negociación del presupuesto, cuyas especificaciones tampoco explican. ¿Será que alargarán hasta el 31 de diciembre su aprobación en la búsqueda de elementos consistentes o vil extorsión?.