Por Andrés Vera Díaz
Las cuentas públicas de ayuntamientos como siempre, arma política para unos, parapeto para otros. La LXIV Legislatura se encuentra en una encrucijada que busca atacar posiciones políticas mientras al mismo tiempo, planchan la denominada Estafa Legislativa.
Es en particular la correspondiente al municipio de Zacatecas 2020 la que revive la pugna entre el grupo comandado por Ulises Mejía (promotor de Claudia Sheinbaum en la entidad) y el ricardismo de cepa. Observaciones por el millón de pesos con derecho a solventación, fue una de las armas del explosivo Ernesto González que retorna a su papel de falso combatiente de la corrupción.
Mejía como alcalde dejó contratos sin pagar, y aunque el “ricardismo” acusa que muchos se erogaron con la falta de firma de la síndico Ruth Calderón, hasta el momento no hay un encono firme de quien aún ocupa ese cargo en la presidencia capitalina. En ese año, la pugna política – electoral se enfocaba a minimizar al ex munícipe en su pretensión de elevarse con otro cargo de elección popular y ser un frente directo con el monrealismo (en ese entonces, ampliado).
En el 2018, Mejía formaba parte junto con Ricardo Monreal, un equipo sostenido en el interés común de que AMLO ganase la presidencia de la República, hoy, ha cambiado la perspectiva. El también restaurantero se sostiene en el movimiento a pesar de que el senador intentó coptarlo, tras la rebeldía, el fresnillense se dedicó a cerrarle espacios. Los papeles han cambiado, hoy el “rebelde” Monreal se victimiza a nivel nacional pero él ha relegado a diversos grupos por su ambición de poder. Que cosas.
Llama la atención pues que Ernesto González quiera dinamitar la aprobación de la cuenta pública 2020, a razón de endosar a Ruth Calderón en una dinámica que ya no tiene sintonía. Ahora son de grupos políticos contrastantes y sería extraño que la síndico se subiera al tema de nueva cuenta, pues sobre advertencia de que en el Artículo 120 del reglamento interno del ayuntamiento se indica un procedimiento denominado CLC en la que requisiciones para contratos así como la orden de pago de la misma, si debe ir firmado por la Sindicatura. Ojo. Los únicos convenios que deben llevar firma mancomunada entre el alcalde y la síndico son los referentes a deuda pública y empréstitos; es decir, el presidente puede firmar contratos sin la firma de la sindicatura, pero las órdenes de pago deben pasar por dicho departamento.
El interés de mediatizar las observaciones de la ASE, además de cuestionables, pues el propio González “sugirió” que las cuentas públicas son “planchadas” por acuerdos políticos ¿tendrá pues lógica en la investigación por la Estafa Legislativa en la que toda la asamblea pasada participó?. Ernesto con tal de grillar, se lleva entre el arco del triunfo a los actuales y futuros aliados. El discurso tampoco tiene consistencia cuándo en Jerez, ayuntamiento “ricardista” puede perder recursos federales por el retraso en su aplicación para obra pública. Mejor haga un llamado para tal efecto diputado.
El diputado ricardista pretendió que la cuenta pública retornara a comisiones con solamente 6 votos a favor, entre quienes le siguieron el juego estuvo la diputada Fernanda Miranda, hija de Jorge Miranda. ¿Declaración de guerra?. El partido verde en Zacatecas da tumbos.
MC y Verde, dudosas rutas
Y ante los mensajes encontrados que da la legisladora verde para apretar a enemigos del ricardismo, el partido está en un impasse curioso. Su ausencia en la marcha del 27 convocada por AMLO dejó sensaciones encontradas. Ningún representante de dicho instituto político asistió. Carlos Puente, Manuel Velasco o el propio Miranda se apersonaron y por ende, han sido llamados a cuentas.
El mensaje del antiguo aliado del PRI, es la consecuencia que podría sufrir su partido ante la Reforma Electoral, y aunque es tema ya muerto, han expresado su inconformidad con el silencio y la ausencia. Recordemos que Manuel Velasco, el ex gobernador de Chiapas es compadre de Catalina Monreal. Además, Ricardo, le ayudó a “planchar” observaciones por más de 700 millones de pesos en su gobierno. Bueno, vaya que tiene razón entonces Ernesto González Romo, De risa diputado.
En Movimiento Ciudadano también existen dudas. Localmente ya existen dos grupos identificados que tratan de darle dirección a la retórica y acción. Por un lado, Laviada lejano de bases, confrontado con medios y con sinuosas declaraciones contradictorias, trata de reencausar al partido naranja de nueva cuenta a los tentáculos ricardistas. Por el otro lado, Cuauhtémoc Calderón y Marco Vinicio rechazan en tono álgido la posibilidad de unirse a la Alianza Va Por México, la cual le acaba de abrir las puertas a Monreal como posible candidato a la presidencia de la República.
Dante Delgado, dueño y líder total de MC por enésima vez reitera que irán solos rumbo al 2024, sabe que otorgarle más opciones al fresnillense es prácticamente endosar posiciones a diestra y siniestra, cuestión que le costaría un deslinde de bases en Jalisco y Nuevo León. El costo político es demasiado alto.