Por Andrés Vera Díaz
Es trágico, patético en alto grado y hasta lastimoso que sea la bancada monrealista la que pretenda llevar al escenario de la LXIV Legislatura el tema de la corrupción y el abuso de poder como si por mera filia política, fueran expiados de sus vicios y mañas.
Escribo específicamente de Ernesto González Romo y Priscila Benítez Sánchez. El primero asociado a la enorme simulación de Soledad Luévano y beneficiario de contratos en el Senado (al amparo de no hacer nada); y la segunda, disruptiva luego de ser fiel funcionaria del sexenio de Miguel Alonso Reyes.
Ambos, ahora colocados como alfiles monrealistas para dinamitar con pretensiosas posturas la defensa a ultranza de las barbaries del “gobernador”, han transitado entre la contradicción inherente a su desempeño en dicho grupo político, hasta cargos convenidos por la venta de supuestos capitales electorales y acusaciones de prepotencia.
Su labor en la LXIV Legislatura patenta su andar histórico, por un lado, González (como ya lo he comentado en otras ocasiones), ha sido cómplice silencioso de los cochupos de Ricardo Monreal, quien no solamente otorgó contratos escandalosos a cuates de su hija Catalina en la Delegación Cuauhtémoc, sino gestiona arreglos para expiar a corruptos como Manuel Velasco y Manlio Fabio Beltrones (a quienes además les rinde pleitesía). Pero no solamente el diputado del distrito V busca encasillar las discusiones en el pleno legislativo vulgarizando frases para desviar la atención pública (y vaya que es su especialidad), de igual forma ignoró lo que Agenda Política evidenció en una nota informativa, dinero en el Issstezac existe para el pago de pensiones, el cuál ha sido negada su erogación por la ramplona venganza de quien dice “dirigir” al estado tras el fracaso de imponer en un albazo maquiavélico y corriente, la Reforma al instituto.
González Romo además de promover mentiras sistemáticas como asesor de Soledad Luévano, presumiendo supuestos donativos de su dieta como parte de la LXI Legislatura y que “de forma voluntaria en un 30 por ciento» sería entregado a la Asociación Mexicana de Ayuda con Niños (Amanc), fue el impulsor de varias páginas apócrifas en Facebook de medios nacionales y locales entre los que se encontraban periometro. En este sentido, quien redacta confrontó a González frente a la misma Luévano para que desistiera de clonar marcas para uso con fines meramente publicitarios alrededor de la campaña contra la corrupción del sexenio alonsista (de ese que formó parte Priscila Benítez), y que luego, en un audio exhibido, quedó demostrado que fue una simple simulación para ganar adeptos electorales.
Por su parte, la neomorenista Benítez Sánchez, quien ayer declarase que “Alonso se llevó el dinero de los zacatecanos» tal vez sepa bien del asunto. La ex perredista y ex priista, tuvo sendos encargos en el gobierno que ahora desconoce. Desde el 2010 hasta octubre del 2015, Priscila Benítez fue la titular de la Dirección de Fondos y Proyectos Productivos de la entonces Secretaría de Planeación y Desarrollo Regional (Seplader), que después pasaría a ser la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
A la actual diputada monrealista se le acusó, y nada menos y nada más que por el propio Ricardo, de ser parte de una estructura para la compra del voto en el proceso electoral 2012 – 2013. En algunos medios apareció un organigrama en el que destacaba la presencia de Benítez como funcionaria de Seplader. La ex-regidora del municipio de Guadalupe fue involucrada como operadora en la compra de votos, recibiendo $602,000 mil pesos. de José Ma. González Nava, Secretario de Planeación y Desarrollo en ese entonces. El organigrama de dicha dependencia mostraba a la mencionada a cargo de la Dirección de Fondos y Proyectos para el Desarrollo Social.
Pero además de ser fiel escudera de los intereses del PRI durante esos años, también le fue endosada la “responsabilidad” de ser la presidenta Ejecutiva del Comité Estatal de PNM (Asociación Civil Proyecto Nacional Por y Para México), cuya labore sería supuestamente “promover entre niños y adolescentes valores tan importantes como el orden y la disciplina, como principio de organización, lealtad, amor, humildad, confianza, y todos aquellos, que en cierta forma la sociedad se ha alejado” José Olvera Acevedo, presidente estatal del PRI 2014 (sic).
Dos años después de que Benítez fuera nombrada “promotora de valores” (risa sarcástica), tras ser rechazada en el PRI estatal para contender algún cargo público, Benítez buscó cobijo en Morena, pero al amparo de un grupo político corrupto y obviamente por su naturaleza la admitieron, bienvenida quien tras presumir que tenía padrones de beneficiarios de la Sedesol en su poder, podía darle un plus a un monrealismo desgastado. El hecho fue calificado de traición por parte del tricolor y se le inició un proceso de expulsión junto a un gran número de personajes que ahora forman parte del monrealismo como declarados defensores y otros aliados que navegan en aguas menos sinuosas, entre los que nos encontramos a Cuauhtémoc Rayas, Enrique Bernaldez Rayas y Néstor Santacruz. De ese pasado tampoco hace referencia González Romo, que conveniente. ¿Esos no son PRIAN, PRIAN, PRIAN ni herencias malditas?.
Tras la ruptura con el PRI, pues Benítez fue relegada ante Isadora Santivañez, la ahora guinda se sumó a la campaña de David Monreal, (sí, ese que le levantó la mano a Miguel Alonso en 2010, vaya que las herencias siguen vigentes), y fue catapultándose en el equipo íntimo para luego, ser nombrada subdelegada de programas del bienestar por Verónica Díaz. En el transcurso de este cargo, la señalada fue objeto de dos escándalos.
El primero, una denunciada ante la Fiscalía por daños materiales en 2019, ya que Benítez protagonizó un accidente automovilístico contra un vehículo particular que trabajaba en la plataforma de Uber. Tras ser exhibido el hecho por el conductor del automotor, quien dio a conocer que Benítez ni siquiera se había responsabilizado del asunto, trató de compensar a la víctima con la inscripción como beneficiario en un programa federal.
“Ese automóvil con mucho esfuerzo lo adquirí para rentarlo para trabajar en Uber. Ella supo perfectamente cuál era el uso de ese carro, puesto que mi esposa se lo hizo saber; ese auto está pagándose a crédito y me generaba 2 mil pesos semanales”, detalló el afectado en una nota publicada por periometro. Narró que, en el momento, la funcionaria federal “se fue desapareciendo y dejó a cargo a todos sus colaboradores, al grado de hacer que uno de ellos, con consentimiento del ajustador de la aseguradora GNP se ‘echara la culpa’ como si él fuera el conductor de la camioneta” Tras el hecho, se citó a Benítez ante el Centro de Justicia Alternativa para que compareciera sobre el accidente, pero no había acudido al careo tras tres invitaciones sin que justificara las inasistencias.
La segunda, venta de formatos en Trancoso para la solicitud del programa Crédito Ganadero a la Palabra durante 2019. A tal grado la ambición, que en algunos eventos (en los que además se afirmaba que la entrega de algunos animales era gracias a David y nadie más), servidores de la nación bajo el mando de Benitez.
La acusación que hizo un poblador de Trancoso y quien se calificó como apartidista, indicó que en la comunidad de La Huertita en esa localidad, se promovían reuniones con al finalidad de que pobladores se inscribiesen al programa, pero debían comprar el formato. Además denunció en un audio que también publicó periometro, que los Servidores de la Nación trabajaban bajo la consigna de un movimiento “monrealista” y promovían el crédito a nombre de David Monreal como gestor particular del programa federal.
Pero el asunto no queda ahí. Benítez impulsa los negocios familiares, Leticia Sánchez Alpuche y su hermano Egberto Benítez Sánchez son dueños de las Constructoras Jaguar y COMINZA S. de L.R. de C.V., han sido favorecidas en múltiples ocasiones solamente en el Municipio de Guadalupe Zacatecas por un monto que en total suman 23 millones 14 mil 282.07 pesos. La empresa que ha obtenido contratos en sendos trienios guadalupenses y capitalinos, también fue beneficiaria de otros en el sexenio de Miguel Alonso (el que acusa Benítez de haber desfalcado a Zacatecas).
Bueno, hasta aquí dejemos parte del gran historial de fariseísmo de ambos “diputados” cuya finalidad de pertenecer al Congreso es la cuota mínima de poder para favorecerse y aspirar a cargos en los que exista la oportunidad de seguir bajo la singular prepotencia y ambición, succionar del erario lo más que se pueda. Y se quejan del PRI, de ese al que pertenecieron y se beneficiaron. Tiene razón David, las herencias malditas le han hecho daño al estado.