Por Andrés Vera Díaz
Ricardo Monreal no para de hacerse campaña rumbo al 2024 en medio de una crisis financiera y política paralizante en Zacatecas. No solamente ha recrudecido su intención y bajo propias palabras “mi único objetivo es la Presidencia”, sino que en franca ambición vulgar, exige piso parejo en el proceso definitorio cuándo su hermando David fue producto de uno amañado, en el que la aplicación de encuestas fue totalmente falso y ha quedado demostrado en sendas notas periodísticas, (entre las que periometro dio cuenta) de la inexistencia de ese método electivo.
Cada que el Senador emite un discurso de honestidad, pulcritud, democracia y serenidad política, la lectura desde su proceder es directamente proporcional a la inversa. El fresnillense ha tomado una bandera desesperada por figurar como el “único sucesor que dará continuidad al proyecto de la 4T” pero con los claros tintes de remembrar una salida de Morena tratando de partir al instituto político y manipular al propio Presidente.
El chantaje casi de carácter emocional, pues Monreal advierte de “una ruptura en Morena si hay imposición“, representa la declaración per se. Una imposición, (si no soy hubo dedazo); democracia (si soy yo)), léase en realidad. El problema de Ricardo de fondo ni siquiera es él, acostumbrado a fingir luchas de izquierda, su idiosincrasia estructurada en una mente llena de vulgar ambición ya no tiene visos de transmutación, pero son aquellos que le han dado juego quienes complican la dignificación de la política.
En este sentido, el propio López Obrador sabía de antemano que veneno se echaba a la espalda, pero en la búsqueda del fin último, tuvo que expandirse a las posibilidades de apoyo para alcanzar la victoria en 2018. Así es la política, sin embargo, aún y a pesar de que Amlo le otorgara la posibilidad de redención, Monreal se ha dedicado a dinamitar al partido para beneficio personal. La muestra más palpable y obvia (contra toda expiación que pretenda Ricardo), fue la elección en la Ciudad de México. Un ardid tan bajo para erigirse como el maquiavélico estratega, que dejó como un grano entre la arena, los contratos a favor de amigos de su hija en la Delegación Cuauhtémoc.
Desde hace tres años, el Senador ha dado muestras de manipulación al movimiento que dio origen a la 4T, desde los coqueteos con sus amigos del tricolor en 2017, entre los que se encuentran Manlio Fabio Beltrones (con quién tendría interés igualmente económico en empresas que dan servicios de encarpetamiento en Aguascalientes y otras entidades), Monreal lleva una doble campaña mandando mensajes de transfuguismo para con la oposición.
Finalmente, Amlo no pudo soportar más el mantenimiento a sus principales detractores internos y ha encapsulado a su “socio” (como lo dijera el mismo Ricardo), en una trama que le amarra las manos para seguir dañando al partido. Olga Sánchez Cordero fue el mensaje primordial, luego, nombramientos en estados donde el monrealismo pretende adueñarse de estructuras federales ha seguido en sintonía. En Aguascalientes, la super delegación le fue arrebatado a la marca fresnillense y otorgada a los históricos de aquella entidad, creando un movimiento de pinzas para quitarle al monrealismo capacidad de operación para consigo. En Zacatecas, ya existen visos del cambio también en los programas del bienestar, y es aquí donde entra otras de las infames estrategias del monrealismo, que aunque separados por las cuotas de poder, se unen mediáticamente para defender intereses de grupo, pero al mismo tiempo, se enmarañan en chantajes en su mismo equipo.
Luego de que a nivel nacional se gesta que Verónica Díaz sea desplazada del cargo, pues en ese encapsulamiento en el que tiene al “desgobernador” no le permite a Ricardo colocar su fichero en la “nueva gobernanza”, la “superdelegada” ahora y de forma curiosa, como para contrarrestar las declaraciones de su “cuñado” que ya no emite mensajes totales de apoyo implícito a la 4T, pretende revivir con programas federales el putrefacto inicio de la administración “davidista”.
De forma por demás burda pero con la clara consigna de dar a entender que David sin esos programas que fueron a la postre su anclaje para la victoria, no es absolutamente nadie, pues no solamente no cumplió con el pago de la nómina magisterial a cabalidad, tampoco el de jubilados y pensionados del Issstezac, y que además ha quedado claro, que la “gestión” de recursos para tal efecto quedó en un ardid meramente publicitario y de poca monta, pues el recurso ya estaba comprometido desde los inicios de la “nueva desesperanza”, cuestión que el mismo “mandatario” rechazó en un juego perverso de sumisión social. La discrepancia infame radica en que en un vilezco, ahora resulta que tras culpar a la Federación de no aportar para el pagó de salarios, David se cuelga de los programas federales para tratar de limpiar una imagen más que manchada, sin embargo, ni la burla perdonan. La entrega de becas educativas en medio de una parálisis educativa no fue la mejor forma de aplacar el enojo social. La lógica no es algo que domine David, al contrario, para el desgobernador todo es simulación y propaganda barata.
Ricardo por supuesto que es el mentor de dichas estratagemas, pero no engaña a totalidad. En realidad la mayoría del morenismo (menos el inconsciente) entiende que el Senador ha traicionado más de una vez al partido por ambición personal y vulgar. Monreal retarda su salida para arrebatar lo que alcance o pueda. Debe esperar por lo menos un par de años más para ensanchar su estrategia de victimización como lo hizo con la llamada “fuerza monrealista” en la antesala de la definición para la Ciudad de México en 2018.
Trata de abrir puertas en otros partidos lanzando mensajes de que podrá redirigir estructuras, sin embargo, tras el fracaso de Fuerza por México al que publicitaban como “partido monrealista”, ¿quién podrá creerle tan irreverente idea?. Si Ricardo tiene tablas para ser presidenciable, pues que se vaya de una vez. Es como el infante que amenaza con irse de la casa para hacer vida propia, pero depende completamente de la voluntad económica de los padres.