Por Ulises Mejía Haro
Andrés Manuel López Obrador desde el 2019 promovió reformas a varios artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para incorporar la figura jurídica de Revocación de Mandato, figura por la cual se puede remover por mayoría absoluta al Presidente de México y a los gobernadores de los Estados cuando la declaratoria de validez que emita el Tribunal Electoral indique que la participación total fue de al menos del 40 por ciento de los electores inscritos en la lista nominal. En las entidades federativas los procesos de Revocación de Mandato estarán a cargo de los organismos públicos locales en los términos de la Constitución (Diario Oficial de la Federación, DOF 20/12/19).
La Revocación de Mandato la promovió Andrés Manuel López Obrador en congruencia de sus ideales “el pueblo pone y el pueblo quita” a los malos gobernantes, “el pueblo es sabio y nunca se equivoca”. Pregunto ¿Quién estando en el poder promueve la Revocación de Mandato con el riesgo de ser destituido, solo aquel que está convencido que tendrá el respaldo ciudadano por su buen desempeño en el gobierno al combatir como nunca el cáncer maligno e invasivo de la corrupción y la impunidad; aquel que combate el tráfico de influencias y conflicto de intereses, la defraudación fiscal y la condonación de impuestos a los grandes monopolios; aquel que aplica en su gobierno la austeridad republicana; aquel que lleva una política social en beneficio de los adultos mayores, personas con discapacidad, jóvenes construyendo el futuro, sembrando vida, jóvenes estudiando; aquel que ha contenido la inflación y la devaluación del peso, mejorado el salario y recupera progresivamente el crecimiento económico.
El Presidente de México cree en una democracia directa y participativa, porque no basta elegir a un gobernante, la verdadera democracia radica en que todos los mexicanos tengan asegurados sus derechos sociales: el derecho a la educación, salud, alimentación, vivienda digna, empleo bien remunerado, a los servicios básicos y a un medio ambiente adecuado. Todo esto es posible si tenemos gobiernos nacionalistas, progresistas, honestos, eficientes y trabajadores; de lo contrario, la ciudadanía tiene el derecho a votar a favor o en contra de que el Presidente, Gobernador o Alcalde en turno abandone o continúe su mandato.
Quizá por ello, el Congreso de la Unión rebasó los tiempos estipulados para aprobar la ley secundaria de Revocación de Mandato, porque tanto legisladores, gobernadores y aspirantes a cargos de elección popular no quieran someterse a un proceso de Revocación de Mandato a la mitad de su periodo constitucional, porque muchos de ellos podrían ser revocados por pérdida de confianza de la ciudadanía al no cumplir sus compromisos y desempeñar malos gobiernos.
Los partidos políticos de oposición se oponían a la aprobación de la Ley Federal de Revocación de Mandato porque saben de la amplia aceptación ciudadana de AMLO reflejada en las diferentes encuestas derivado de su buen desempeño como Presidente de México, y saben que el resultado del ejercicio de Revocación de Mandato sería la ratificación para terminar su mandato constitucional y con ello saldría más fortalecido para influir en la sucesión presidencial del 2024.
Finalmente, después de serias turbulencias en sendas Cámaras de Diputados y Senadores, la Ley Federal de Revocación de Mandato es aprobada y publicada en el DOF el pasado 14 de septiembre de 2021, entrando en vigor al día siguiente.
El inicio del proceso de Revocación de Mandato procederá a petición de las personas ciudadanas en un número equivalente, al menos, al tres por ciento de las inscritas en la lista nominal de electores y cuando la solicitud corresponda a por lo menos 17 entidades federativas y que representen, como mínimo, el tres por ciento de la lista nominal de electores de cada una de ellas. Podrá solicitarse por una sola ocasión, durante los tres meses posteriores a la conclusión del tercer año de gobierno El INE será quien emita la convocatoria, emitirá los formatos para la recopilación de firmas (a más tardar el próximo 1 de octubre) y tendrá a su cargo la organización, desarrollo y cómputo de la votación y emitirá los resultados. La votación será libre, directa y secreta de ciudadanos inscritos en la lista nominal.
La pregunta que se hará es la siguiente: ¿Estás de acuerdo en que, a Andrés Manuel López Obrador, ¿Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, se le revoque el mandato por pérdida de la confianza o siga en la Presidencia de la República hasta que termine su periodo? Considero que la pregunta es inductiva al rechazo, por lo que en los lineamientos debe plantearse en las boletas dos opciones de respuesta en recuadros separados. Estás de acuerdo que Andrés Manuel López Obrador, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos a) Siga en la Presidencia de la República hasta que termine su Periodo; b) Se le revoque el mandato por pérdida de confianza.
Repetimos, para que el proceso de Revocación de Mandato sea válido y vinculante deberá haber una participación de, por lo menos, el 40 por ciento de las personas inscritas en la lista nominal de electores. La revocación de mandato sólo procederá por mayoría absoluta.
Habrá que decir que será un proceso complicado, polémico y conflictuado porque persiste la resistencia de la oposición y de los poderes fácticos a que se lleve a cabo este ejercicio de democracia participativa y aunque está prohibida la publicidad pagada, pública o privada; los partidos políticos podrán promover la participación ciudadana en el proceso de Revocación de Mandato a realizarse en el mes de marzo de 2022. De hecho, ya hay organizaciones que están promoviendo la no participación con el propósito de que no se alcance el 40 por ciento mínimo de ciudadanos de la lista nominal, como lo hicieron en la pasada consulta popular.
Independientemente de lo complicado y del resultado que se obtenga, que auguro que será por la ratificación, comparto lo dicho por la Consejera del INE Norma De la Cruz, quien destacó la pertinencia de la realización de los ejercicios de la democracia directa, los cuales deben convertirse en algo común y periódico en nuestra sociedad. “Normalizar estos ejercicios de evaluación a los gobiernos daría como fruto una sociedad más crítica e informada, comprometida a exigir cuentas claras y transparentes a su gobierno y a sus representantes. Y, por otro lado, obligaría a desempeñar la labor de todas y todos los funcionarios públicos de mejor manera a sabiendas que, de no hacerlo, se nos puede exigir nuestra renuncia.”
Ahora el paso siguiente es armonizar las leyes locales a las reformas constitucionales de diciembre de 2019 para que también los gobernadores y presidentes municipales puedan someterse a la Revocación de Mandato a petición de la ciudadana.