Por Andrés Vera Díaz
Ex priista con pactos en las zonas más oscuras del tricolor, ex perredista por coyuntura gracias a AMLO, ex emecista por supervivencia, morenista por conveniencia, Ricardo Monreal tiene la habilidad de introducirse como humedad para salir avante.
Esa característica y habilidad política no se cuestiona, lo que se debe explicar son los fondos y formas por las que el zacatecano se mueve a diestra y siniestra con la construcción de percepción y acuerdos turbios con fuerzas políticas que son antagónicas.
Coincido con algunos personajes que expresan la férrea proyección sobre la aparición de Monreal en la boleta del 2024, pero discrepo cuándo se quedan a ese nivel tan simplista, pues creen que la naturaleza misma de la política es solamente la búsqueda y obtención de cargos, sin advertir porqué ciertos actores políticos han llegado en donde están.
Si bien Ricardo ha acompañado a López Obrador en su andar político – electoral, tampoco significa que esa sea una correlación de lealtad. Es como equiparar un matrimonio lleno de traiciones pero que se mantienen juntos por los hijos. En algún momento, por dignidad, hartazgo o ambición personal, se romperá ante la apariencia social.
En el espectro político la misma lógica obedece, de ahí que se tienda más a emitir mensajes de percepción en contra posición con la realidad. Ricardo es experto en viralizar cualquier atención o mención presidencial, pero también en tergiversar el silencio de la misma fuente. Curioso resulta que el senador ha pedido prudencia sobre la sucesión al 2024 al mismo tiempo que la califica de peligrosa, pero… se autodestapa. Hace algunas semanas en un evento en Saltillo, su homólogo Armando Guadiana lo anunciaba como aspirante presidencial, pero en ese momento Monreal solamente sonrió. El juego lo comenzó y ahora busca detenerlo.
Con retórica más que personalista, quiere minimizar los efectos del propio López; anexando con singular atención, la exigencia a que los procesos internos de Morena para definir al candidato sean en base a reglas claras y parejas, pero, con el sustento de diversas solicitudes de información al partido y con la respuesta que recibiera Luis Medina en las que se demostró que las encuestas para elegir al abanderado en Zacatecas y otros estados fueron inexistentes y una gran maraña de simulación, ¿se atreve usted a exigir lo que Mario Delgado no otorgó?.
Ricardo no ha podido soportar la falta de atención presidencial, pero ha sido el causante del silencio. La conducción de López Obrador siempre a lo largo de su historial se enfoca en mantener cercanos a los leales, alejar a quienes no responden fielmente y medir con flexómetro a los coyunturales. Lo mencionaba en el texto anterior, Monreal se avoraza y eso va en detrimento de la paciencia que le caracteriza. El mensaje del mandatario nacional es muy evidente, sin embargo el Senador no quiere dejar el escenario que en percepción, el mismo ha ido edificando pero ahora pretende taparlo con una cortina cuya soga se postre en su propia mano.
Ahora, hasta ha caído a vender la idea de que si no va por Morena pues irá por otro lado. Vaya que también hay una contrariedad, entre sus cuadros que marginaron a una gran cantidad de fieles lopezobradoristas y colocaron un montón de arribistas sin pudor o ideología política en Morena, deberá redireccionarlos a otro partido porque las posibilidades en el guinda aparecen esfumarse. Esa lectura no tiene entre líneas y por eso, ahora se permea la idea de que MC podría entrar en el catálogo de posibilidades. Tras el encuentro con el gobernador electo de Nuevo León, Samuel García, se ha “filtrado” que el joven mandatario expresó apoyo casi naturalmente, a la aspiración de Monreal. ¿Y en dado caso, eso bastará como para convencer a todo el emecismo nacional?. Aunque en Zacatecas es casi nulo, seguramente el deslinde en su momento tendrá mucho más valor. Felipe Álvarez y Amalia García serán los primeros en renegar la adhesión del “ultradefensor” de la 4T en el movimiento naranja.
Ricardo está comiendo ansias, sobre todo porque su principal contrincante, Claudia Sheinbaum ha sabido responder la traición del legislador en la Ciudad de México que colocó a sus alfiles en candidaturas del PRI-PAN-PRD (cuestión que AMLO conoce de antemano y desaprueba, ¿o la omisión ante el listado de probables deja alguna duda?) y ha comenzado a reforzar cuadros en Zacatecas. También la jefa de gobierno sabe mover piezas que se consolidarán como la oposición interna y hasta puede que sea, más férrea que la antagónica partidista. Lo que es seguro, ni Ricardo ni David podrán aplastar a la disidencia en la entidad. Por lo pronto, muchos si nos impacientamos a que llegue septiembre. A cuenta gotas observaremos el sexenio.