Por Andrés Vera Díaz
Alcalde panista, diputado del verde, independiente, prodavidista, antimonrealista y neomonrealista, el restaurantero Cuauhtémoc Calderón enfrenta otra vez el rechazo al interior del equipo D21 junto a otro personaje a quien desde la más alta esfera, simplemente le encomendaron reforzar una candidatura en el distrito XI.
Como mancuerna a forzar tornillos barridos, tanto el empresario como Enrique Laviada ya no cuentan con la venia de las y los mandamases de la campaña de David Monreal pero no renuncian a formar parte de un equipo que los ha relegado hasta en llamadas personales. A tal grado el despacho, que la correlación con las industrias AyG que fueron beneficiadas en el Crédito Ganadero y ya tiene auditorías por parte de la SHCP queda sola y exclusivamente en manos del propio empresario Víctor Hugo Calderón Vázquez, emparentado con Nemesio Vázquez García, encargado del programa del Crédito Ganadero en Zacatecas y el propio comerciante de alimentos.
Aunado a lo anterior, en la casa de campaña del candidato a pesar de que Laviada afirmara en un grito desesperado de atención, que diariamente tiene comunicación con el aspirante, en una entrevista con Verónica Trujillo, la realidad es que “la Ley del Hielo” está siendo aplicada para quienes pretendieron conformar un movimiento antidavidista colgándose de una propuesta que quien redacta, planteó hace algunas semanas atrás; sin embargo, fueron rebotados con la misma inercia de aquellos que admitieron la idea en otros frentes y cuya formalización hicieron patente con agrupaciones como el Democrático Estatal en Contra de la Imposición y en Defensa de la 4T.
De alguna manera, el mensaje del equipo extensivo de David es poder sacudirse a personajes que no han aportado al proyecto pero tratan de vender espejos para la obtención de cargos o contratos en el hipotético nuevo gobierno. Inclusive, la apuesta para colocar en la agenda de prioridades temas como el Issstezac, el congelamiento de beneficios exclusivos para la burocracia y meter “perfiles” que pudieran provenir de toras entidades es un claro mensaje para quienes solamente pretenden incrustarse en la posibilidad de triunfo sin aportar activos reales.
Calderón tiene una larga lista de señalamientos y uso de presupuesto para benefcio personal sin que tenga impacto en proyectos políticos superiores, a la par, el crecimiento exponencial de algunos negocios es algo que no puede tomarse más que “como una simple coincidencia”; aunque pocos dudan de su capacidad para entablar esquemas comerciales, tampoco de que se beneficia de sus cargos para darles el empuje coyuntural. Ese modus operandi ha procreado desconfianza total en el D21, donde los visos de pragmatismo en el pragmatismo no coincide con el ideario de que “o vamos todos juntos o no va nadie”, y en esa estructura rígida que comandan Norma Juleta y Verónica Díaz se alinearon los más, pero esos menos que trataron de condicionar un poderío meramente virtual fueron encajonados para no darles viabilidad alguna.
Entre los señalamientos más destacados que Calderón registra en su trayectoria multipartidista con propensión consuetudinaria, se encuentra por ejemplo la hecha en 2007 cuándo arriba a la Presidencia Municipal de Zacatecas por el PAN. En ese trienio, la Auditoría Superior del Estado (ASE) le encontró al menos 41 observaciones y se recomendó en varias ocasiones al Congreso del Estado fincarle responsabilidades administrativas.
Como alcalde, también se vio envuelto en el escándalo de la contratación de luminarias. Calderón en esos años firmó un contrato de arrendamiento con la Financiera Mifel para que el municipio rentara 8 mil 600 luminarias de alumbrado público. El argumento de CCG fue que en todo el país, sólo dicha empresa ofrecía tales servicios, pero la ASE detectó que Mifel subcontrató a otra empresa: Promotora JR SA de CV que tendría hasta un año para realizar el reemplazo de las luminarias. El extrañamiento también de la auditoría fue que el contrato por 33 millones de pesos era excesivo, pues a costos de ese año por el servicio, se pudieron haber comprado luminarias en lugar de rentarlas por el trilpe. El dictamen de la ASE señaló que el munícipe y sus colaboradores firmaron el contrato de arrendamiento sin ponerlo a consideración del comité de adquisiciones del municipio.
Después Calderón estuvo vinculado a proceso (sujeto a investigación por indicios penales) por el caso Telmex. La compañía telefónica al hacer instalaciones de fibra óptica, tuvo que dejar al municipio una fianza de casi 16 millones de pesos ($15,700,000) como garantía, pero donde se comprometía Telmex a responsabilizarse por los daños a la vía pública, derivados de las obras de mantenimiento del servicio de Teléfonos de México. Al concluir las obras de la telefónica, y toda vez que se cumplió con el requisito, al solicitar la liberación de su fianza, resultó que ya no existía tal cantidad en las cuentas del ayuntamiento.
En 2010, proveedores de su campaña a gobernador por el PAN, presentaron una demanda mercantil ante la falta de pagos de los servicios ya prestados por la cantidad de 5 millones de pesos que Calderón habría adquirido sin consentimiento del partido. Esto derivó que inclusive, un empresario chino judicializara con gran tono y obligara al partido a pagar la suma, pues aunque la presidencia del PAN en ese entonces desconoció las facturas, finalmente Calderón era candidato del blanquiazul y el instituto político tuvo que erogar la deuda ante la displicencia de Calderón.
A pesar de dichos escándalos que llegaron al plano nacional, Calderón intento ser candidato a diputado federal para el 2013, sin embargo el PAN le cerró las puertas y debió refugiarse en el PVEM para colarse como diputado local en el que también personificó acusaciones diversas bajo un esquema similar. En 2015, La Jornada Zacatecas documentó el caso de empresas “factureras” que otorgaban comprobantes fiscales para diversos servicios como asesorías pero al mismo tiempo vendían globos y rentaban mobiliario. Calderón como presidente de la Comisión de Régimen Interno nunca aclaró en su momento, y aún en 2019, la hoy candidata a gobernadora por el PES y quien fuese diputada en la LXI Legislatura misma que el restaurantero fue legislador por el Verde y defensor de oficio de Miguel Alonso y Peña Nieto, le reclamó en redes sociales sobre esa práctica de evasión y simulación fiscal, inclusive, lo acusó de ser promovente para la adquisición de facturas falsas. Ante estas acusaciones, el ex alcalde por el PAN y diputado local por el PVEM no presentó replica.
Ese mismo esquema de duplicidad de domicilios fiscales se vio registrada cuándo la empresa AyG que obtuvo un contrato de 50 millones de pesos en el Crédito Ganadero tenía uno bajo el mismo número y calle que el restaurante Kaos propiedad de Calderón en la ciudad de Guadalupe, Zacatecas. En una visita personal los propios empleados que trabajan en el local sobre avenida García Salinas y en el que supuestamente se integra AyG desconocieron que ahí se establezca la empresa como tal. ¿Coincidencias?. Ya se ha establecido la relación de Calderón con el dueño de AyG, cuestión que tampoco ha sido replicada por el dueño de varios restaurantes en la zona conurbada Zacatecas- Guadalupe y en Aguascalientes.
De forma por demás “curiosa”, entre estos expendios de alimentos y bebidas que posee el ex diputado, se encuentran Kaos y Sonora´s Meat que aparecen como beneficiarias de pagos por conceptos de consumo que el propio Calderón realizaba con cargo a las finanzas del congreso local bajo el uso de las llamadas “herramientas legislativas”. (periometro cuenta con facturas y diversos gastos de comprobación mensual hechas por Calderón en su paso como diputado) que sirvieron también para sufragar gastos de hoteles, boletos de autobús y avión en otros estados de la República sin que se justificara la agenda legislativa para tal efecto.
Así, con tan sólo algunos ejemplos de lo que representa en realidad el empresario restaurantero, el condicionamiento que trata de usar para amarrar provedurías y hasta una secretaría de estado (pugnaba por economía) al tiempo de fomentar una rebelión contra el propio candidato, dejó a Calderón nuevamente etiquetado en el interior del D21 como un personero cuyo único pretensión es blindarse política y económicamente para otro sexenio más. David ya no le atiende las llamadas y ha dejado que sea el propio restaurantero quien truene por sí mismo. Quien le aprobara los empréstitos a Miguel Alonso y la retorcida reforma al Issstezac no alcanzó a entender el alcance de sus acciones. Siempre movido por el ego y la soberbia, ahora enfrenta otro fracaso político derivado de su propio actuar. Hasta la próxima.