Por Andrés Vera Díaz
El panorama político de los próximos 3 y seis años ha comenzado en la entidad y para la Cámara Baja con la particularidad que la 4T viene a supuestamente romper un esquema añejo en la incidencia del voto pero solamente contra la oposición.
La cerrazón del presidente por negar la realidad circundante al mismo tiempo de señalar como guerras sucias las exhibiciones de malos manejos por parte de su gobierno pero al mismo tiempo culpar al pasado de su ineficacia como mandatario, no solamente ha polarizado entre sus mismas bases -que repudian las encuestas falsas en Morena y los dedazos a la antigua usanza- sino que ha dejado un estigma de abuso de confianza soportada en su popularidad.
Resulta entonces curioso, el porqué a pesar de que no solamente el partido dominante ha incumplido con promesas de campaña, la marca sigue teniendo las preferencias electorales. La razón es simple bajo la idiosincrasia nacional, “sí pero antes se robaba más”, “antes esto”, “antes lo otro”; como si fuera un pretexto intrínseco para no exigir una metamorfosis real en el país.
Luego, con el arribo multitudinario de oportunistas, chapulines y condicionados, Morena en tan solo 2 años y medio de gobierno se convirtió totalmente en las versiones refriteadas paralelas del PRI y del PRD, creyendo que la base doctrinaria es suficiente para modificar la forma de pensamiento, pero eso es simple palabrería barata.
No solamente por orden uttra superior se mandató que los siervos de la nación ocuparan candidaturas a diestra y siniestra por todo el país, sino que la discriminación a las bases históricas ha calado de manera profunda entre sus integrantes que ahora voltean a otras posibilidades electorales pero con la bandera lopezobradorista, alabando a su principal verdugo por mera estrategia mercadotécnica.
Así, en un ambiente de polaridad extensa, las campañas han iniciado con una falsa plusvalía de cambio contra quienes asumen la destrucción del país como única y exclusiva de sus institutos políticos. La alianza Va por México y sus derivados luchan también contra corriente con la ideología “subconsciente” de que “estábamos mejor cuándo estábamos peor”.
Entre la crispación y el multipartidismo cupular que se alía en un municipio o distrito sí, pero en el otro no, colocando en la esfera del antagonismo por mera obtención de votos para la sobrevivencia, surgen contradicciones evidentes en el discurso.
Ejemplos van y vienen por todos lados. Aunque los arranques de campañas cuentan por sí mismas singularidades que emiten el mensaje de revivir políticamente pese a las adversidades, por otros lados se enmarcan en luchas cuasi personales con tal de amarrar algún huesito que les permita subsistir de cara a las próximas elecciones y en dado caso, saltar nuevamente con “convicción y lucha” por espacios.
Claudia Anaya inició a tambor batiente desde el primer minuto legal luego de sacudirse a Roberto Luévano quien en un ardid de soberbia, aventaba la toalla cada vez que podía para chantajear con transferir su estructura a otros proyectos. Desde hace tiempo ya y quedó evidente, con el albazo que pretendía junto al actual secretario del Campo, Gustavo Uribe, por imponer delegados en el territorio zacatecano, que el ex alcalde de Guadalupe era un caballo de Troya.
A últimos días, cando se anuncia que no será el coordinador de campaña y en su lugar queda un “externo” a la política local como lo es el chihuahuense Omar Bazán Flores, Claudia comienza a emitir un mensaje para deslindarse de cuadros que no abonaban a reforzar un partido en decadencia. No solamente Luévano le operaba en contra, sino condicionaba su permanencia en el PRI pidiendo que tras terminar la elección, se le entregara la presidencia del partido en un claro ventajismo por obtener sin méritos, la estructura o votos obtenidos por la Senadora a fin de rentarlos en el hipotético escenario de una victoria monrealista. Además, la guerra sostenida contra Javo Torres en Fresnillo dinamitó el asunto, el propio candidato del mineral habría colocado el último clavo en el ataud. O se iba Roberto o dejaba la candidatura, mensaje que ha sido bien visto por el bonillismo, que también dejó en claro su participación a cambio de que el secretario de Desarrollo Social no metiera las manos en las planillas y saliera de la coordinación de campaña. El problema es, que precisamente no se le ha pedido la renuncia a la dependencia y eso no deja un buen sabor de boca entre las bases tricolores. Otra de las secretarías en las que tampoco se ha podido subsanar la intromisión es SAMA, cuyo real titular es Víctor Armas, pactado con el monrealismo a cambio de impunidad por el caso Milpillas, pretende ahora heredar el silencio a Susana Rodríguez Márquez. Entre cafés y pasillos, comienza a surgir el planteamiento de que la propia Claudia debería emitir un mensaje de deslinde hacia con Tello, con quien nunca llevó buena relación.
En el otro frente la soberbia abunda, más allá de personalidades que le abonan al sectarismo, la engañosa seguridad que les otorga ir arriba en prácticamente todas las encuestas le permite a David seguir en la misma dinámica del 2016. Reuniones simuladas con su círculo cercano (en el que no hay una sola mujer), pues en realidad son dos las que mandan y repartirán la mayoría de las secretarías en caso de que obtengan el triunfo, decide anteponer creencias religiosas a comenzar una campaña cuyo principal logo será refritear la retórica del conservadurismo y neoliberalismo rapaz (como si entre su equipo no hubiera empresarios ventajosos, pagadores de salarios de hambre y comerciantes de la política) pero sin compromisos de fondo, pues saben de antemano que pocos podrán cumplir. Saúl se le adelantó para arrancar proselitismo, de forma inmediata tras la corrección de plana por parte del Ieez, no quiso cargar con el estigma que nunca podrá borrarse su hermano. Aunque previo al domingo de arranques, se publicitó una fotografía al lado del candidato a Gobernador para ir a rendir culto, el menor de los Monreal en edad, sabe que no depende de votos en picada, al contrario, la fortaleza del “cachorro” en Fresnillo es la que puede darle la plusvalía que David necesita y tan solo en el municipio y en concordancia con el distrito en el que participa Maribel Galván, su incondicional acompañante política; pues en el quinto, donde le impusieron al peor, uno de los principales promotores de guerras sucias no tendrá ni la mínima aportación electoral en un sentido u otro. De hecho, mejor han promovido la entrada a damnificados y proferir la delgada estructura de Fuerza X México, cuya responsabilidad ha recaído en manos de Catalina Monreal. Los reclutamientos tienen un singular mensaje, ya que la ex diputada priista Lupita Flores, cuyo padre es regidor en Fresnillo y se sumó de facto al “saulismo” va de candidata por el nuevo partido. Ojo.
Lo comentaba en la columna “La división interna en el equipo de DMA y sus repercusiones al 24”, si creen que ganar como sea da pie a tener una gobernabilidad total, retener cuadros y chantajearlos de cara a la elección en la que se renueva el ejecutivo federal están totalmente equivocados, pero bueno, la necedad y soberbia será su propia tumba.