Por Andrés Vera Díaz
La designación de candidatos en el PRI dejó la evidente sensación de que en sus cuadros la renovación generacional no es una prioridad para recapitular el desastre registrado en 2018.
Con una desaprobación mayor a 40 puntos en algunas encuestas a nivel nacional, el partido rema contracorriente en un convulso mar de dudas electorales. Si bien en Morena, su enemigo (antagónico), la democratización es una simulación que congrega las peores prácticas de su herencia directa, la del PRD y el mismo tricolor, la oleada del lopezobradorismo sigue vigente a pesar de las innumerables ineptitudes y falsedades del régimen actual.
La lectura obvia, es que a pesar de contar con una administración federal que vela más por la consecución de su poder a costa de todo lo contrario a lo que pregonaron como axiomas institucionales, el repudio hacia el PRI tiene más fuerza entre la ciudadanía. Simplemente el sexenio de Peña Nieto se engolosinó de corrupción e impunidad, de ahí que cabe más que nunca en la idiosincrasia general, que no puede haber un gobierno peor a ese. De forma lastimosa, nos conformamos con “lo menos peor” a “lo mejor”, en este inter de sumisión política – social se colocan las mañas de los íconos del nuevo régimen para hacer de las suyas.
Sin embargo, otros partidos no han podido recurrir a la reconstrucción por que simple y llanamente, los cacicazgos enquistados mantienen de facto el poder en sus estructuras como una forma de contraposición más que ideológica, para evitar entrar en el costal de la venganza política y con la esperanza de ascender algún día en la proyección de que el morenismo se acabará suicidando violentamente.
Así, en pleno proceso electoral vemos el “engrosamiento” de filas bajo la tutela de personajes que se desmarcaron del gobierno tellista y del mismo instituto político a sabiendas de que en 2018 un parteaguas conminado por el mismo gobernador daba cuenta de que ya no habría las carretadas de dinero para las elecciones.
Aunque para las bases duras del priismo local, el arribo de Miguel Alonso fue una cubetada de agua fresca, en el ámbito social tiene un rechazo considerable. El aumento exorbitado de la deuda pública (esos mismos empréstitos que le votaron a favor Cuauhtémoc Calderón y varios neomonrealistas), los elefantes blancos, la casa Bellagio y su finca con lujos muy particulalres, siguen presentes en la memoria del colectivo. De ahí que el priismo ha preferido ventilar al ex gobernador solamente en un evento de medianía pública. Aún se preguntan en los cuartos de guerra del tricolor si Alonso debe mostrarse más.
Por otro lado, Arnoldo Rodríguez, ex alcalde de la capital y actual candidato a diputación por el distrito 1, tiene una larga lista de acusaciones y reproches. Desde un video en Facebook bufoneando una canción de moda en 2012, acusaciones de desvío de recursos para la campaña posterior, así como una deuda de casi cien millones principalmente con proveedores, contratistas y el propio Imss, hasta los señalamientos por constantes viajes a Estados Unidos que no se justificaban pero si con cargo al erario, el radiodifusor chantajeó en la negociación para concebir a los candidatos para la alcaldía, el distrito 1 y 2 alegando retiro del partido y adhesión a Morena en caso de que no se le beneficiara con alguna de las 3 posiciones. Dueño de medio de comunicación, también presumía que eso sería un plus preponderante pues en caso de negársele la candidatura, la campaña en contra sería reforzada en su estación.
Carlos Peña Badillo, ex alcalde de la capital y quien contratase un empréstito por 150 millones de pesos para poder solventar las deudas de su antecesor (Rodríguez), fiel colaborador de Miguel Alonso y uno de los principales defensores de la gestión 2010 – 2016 en su paso como diputado local, tampoco tiene una ruta sencilla. Aplastado por Alfredo Femat en 2018 en el distrito 3 federal, de nueva cuenta se enfrenta con el ex rector quien se ha vuelto a meter a la bolsa la UAZ. Uno de los pocos actos destacados y porque sencillamente era une cuestión de particularidad política, logró confrontar y correr al entonces titular del departamento de Ejecución Fiscal y actual subdelegado de Bienestar, José Luis González Orozco por comprobársele actos de corrupción, hecho que le precediera una inhabilitación por 10 años que a la postre no tuvo consecuencias, ya que González ahora dirige una red de pedimento de noches a servidores de la nación bajo el amparo y protección de Verónica Díaz.
A Carlos Peña también se le señaló por el pago de hasta tres veces su valor obras en la capital durante su administración. Y es que en la cuenta pública del 2015, la Auditoría Superior del Estado observó diversas irregularidades como el pago inflado de la pista de hielo que se colocaba en la plancha de Plaza de Armas. Existen facturas pagadas doblemente de 700 mil y 800 mil pesos, como el caso de Rovila Comercializadora S.A de C.V con un concepto diferente al requerido. Es decir, la primera por maquinaría, instalación y operación de la pista de hielo y otra, para el pago de ingenieros, monitoreo y 10 personas encargadas de cambiar patines a los usuarios.
En agosto de 2016, periometro.mx exhibió documentalmente que en la cuenta pública del Ayuntamiento de Zacatecas 2014, además de que Peña Badillo aumentó la deuda pública, se advirtió que incrementó la nómina en un 20% en relación al 2013, por lo que en tan sólo 2014, el gasto por servicios personales fue de 244 millones, 474 mil, 968 pesos, es decir, erogó 41 millones de pesos más en comparación al año anterior que fue de 202 millones, 252 mil pesos.
Además, la Auditoría Superior del Estado, una vez que concluyó el plazo legal establecido en la Ley de Fiscalización Superior del Estado para la solventación de las observaciones, presentó ante la LXI Legislatura, en oficio PL-02-05/601/2015 de fecha 16 de febrero de 2016 un informe complementario de auditoría en el que señalaba 116 comprobaciones de gasto de las que el municipio no presentó 31. De estas faltantes, se desprendieron erogaciones que no tuvieron registro, .por ejemplo el pago de 1 millón, 734 mil, 670 pesos relativo a la autorización y pago de cantidades excedentes en las percepciones otorgadas al propio Alcalde, así como al síndico y a regidores durante todo el 2014. También se responsabiliza de este hecho a Irene García Almeida, síndico municipal y a la tesorera, María de Lourdes Martínez.
De igual forma, se erogaron 460 mil pesos por pagos en concepto de gastos a personal del Ayuntamiento de ese entonces en la dirección de Ejecución y Cobranzas a pesar de que el municipio no contaba con liquidez para tal efecto; tampoco existe documentación comprobatoria.
En la presunción de fraude, se anexó erogaicón de 1 millón, 35 mil pesos relativo al pago de seguros de vida pare personal de alto rango de la administración peñista, pero la ASE no recabó la documentación porque la presidencia capitalina no exhibió comprobantes fiscales correspondientes a las supuestas empresas aseguradoras para respaldar las erogaciones ni tampoco se mostraron las pólizas individuales.
También Peña Badillo autorizó préstamos personales en efectivo por el monto de 176 mil pesos de los cuales no hay evidencia de pagarés o documentación mercantil que permita efectuar su recuperación legal. Asimismo, pagó el ayuntamiento de Peña 3 millones, 258 mil, 126 pesos a una obra pública no ejecutada denominada “Proyecto protección y preservación ecológica (clausura de tiradero a cielo abierto de Zacatecas” aprobada en el Programa de Fortalecimiento Ambiental de las Entidades Federativas.
Por tales motivos, la Auditoría Superior del Estado, realizó una promoción para el fincamiento de responsabilidades tanto a Carlos Peña, como a su síndico y tesoreras por no haber atendido las acciones de comprobación y las califica como resarcitorias por la cantidad de 7 millones, 356 mil, 872.95 pesos.
Y bueno, para finalizar, Jehú Salas, candidato del distrito VIII, fiel a su “estilo” como secretario de gobierno, no registra presencia ni prende entusiasmo entre nadie. Vaya loza que debe soportar Claudia Anaya, quien ya finalmente asumió un rol de liderazgo en su partido, a falta de consecuencia directa y extensiva, la senadora dice no darse por vencida.