Por Iván de Santiago
A raíz de la sentencia emitida por el Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación donde ordena al PRD a realizar cambio de dirigencia surgen algunas incógnitas.
No sólo el Comité Ejecutivo Nacional cumplió su periodo estatutario de 3 años, además cumplieron su tiempo Congresistas Nacionales, quienes a su vez eligen las listas de diputaciones de representación proporcional en las circunscripciones.
Cumplieron su periodo también los Consejeros Nacionales y Consejeros Estatales, así como dirigencias Estatales, quienes a su vez elegirán las posiciones federales y estatales que le tocarán al PRD en la configuración del Frente Ciudadano por México.
El mensaje de unidad tiene sentido, ya que un cambio en estos momentos a nivel nacional puede ocasionar desequilibrios y fracturas, el mensaje al interior debe ser el mensaje al exterior.
A pesar de que la relación de la corriente Nueva Izquierda con el Grupo de ADN ha sufrido una nueva tensión. Un acuerdo nacional con seguimiento en los Estados puede representar la gobernabilidad interna deseada.
La salida negociada de quienes conducen los procesos ínternos, la inclusión en las listas de candidaturas de Mayoría Relativa y de Representación Proporcional son claves para el acomodo interno.
Sin embargo ¿qué pasaría si la sentencia del TRIFE afectara de tal manera que se forzara una elección ínterna mediante el voto secreto, directo y universal en todos los niveles?
¿Qué pasaría si las actuales dirigencias siguieran en funciones y eligieran candidaturas, sesionaran los Consejos con su periodo estatutario vencido? ¿Se vendría abajo todo el proceso de selección?
La impugnación hecha por Carlos Sotelo, con el favor de sus relaciones con el Gobierno Federal surtieron los primeros efectos, y este personaje insiste en que la resolución debe de interpretarse a nivel general, para la renovación de todos los órganos de dirección y de decisión.
Al Gobierno Federal le conviene meter en una encrucijada de este tipo no sólo al PRD sino también a Acción Nacional, por haberse convertido en poco tiempo en un movimiento político con posibilidades reales de triunfo en el 2018.
Estas son sólo algunas incógnitas respecto al posible cambio en el PRD, falta poco para saber con certeza la ruta de este Partido.