Francisco Cuamea tiene 17 años. Cara de niño, barba rala, rojiza. Flaco. Es padre de familia, pobre, marginado y vendedor de mariguana por 3 mil 500 pesos a la semana.
“Franco” es una gota atrapada en este océano de drogas vendidas gramo a gramo llamado narcomenudeo.
Porque la venta al menudeo de mariguana y metanfetamina en México es ya un negocio de ganancias millonarias que crece al mismo tiempo que en Estados Unidos cae la venta de la mota ilegal.
Y es que la legalización del consumo de mariguana en ocho entidades estadounidenses más el Distrito de Columbia trajo la producción legal. El resultado: productores mexicanos perdieron el 12% del mercado de aquel país, de acuerdo con el estudio más reciente de la consultora especializada Arcview. Las organizaciones criminales mexicanas buscaron nuevos mercados y los encontraron en su propio país.
Cambios en el mercado
El mercado bilateral de la droga cambió de 2012 a la fecha. A partir de la legalización de producción, venta y consumo de mariguana en entidades de EU, la mota ilegal perdió el 12% del mercado.
Las organizaciones criminales mexicanas respondieron con el contrabando de más heroína y metanfetamina. Incluso, EU lanzó una alerta nacional por el incremento del uso de heroína.
E incentivaron el consumo en México de cannabis y cristal, a lo que le siguió un repunte en la tasa de homicidios.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito también encuentra otro indicio de este cambio, observa que aseguramientos de la hierba cayeron 55% en el 2015 en el país vecino, a pesar del consumo creciente en suelo estadounidense.
En efecto, la producción de mariguana en México bajó 70% de 2010 a 2016, según arrojó un análisis del periódico Noroeste elaborado con datos sobre destrucción de hectáreas de cannabis de la Sedena.
Calcular la producción de droga es complicado debido a la cifra negra, sin embargo, estimar su tamaño a partir de la destrucción de plantíos y hectáreas es una metodología que siguen distintos organismos, como la UNODC.
En su estudio más reciente, la consultora Arcview, con base en California y especializada en la industria legal de mariguana, estima que el valor del negocio ilegal para 2014 era de 46.8 billones de dólares, entre EU y Canadá.
“Ahora, las ventas ilícitas se contraen rápidamente en estados con el marco legal más consolidado. Más dramáticamente, lo que Arcview estimó en mil millones de dólares del mercado ilegal de Colorado (por ejemplo) es ahora menor a los 500 millones de dólares, lo que representa justo el 27% de los mil 8 millones del valor del mercado general (de ese estado)”, apunta.
Mientras la mota ilícita pierde mercado en suelo de EU, el narcomenudeo escala en México y sus vendedores mantienen una confrontación violenta por “micromercados” o “microterritorios”. Esto ocurre no sólo con la mariguana, sino también con las metanfetaminas.
Las personas que aceptaron consumir cualquier tipo de droga, de 2011 a 2016, aumentaron un 47%, dio a conocer en junio Manuel Mondragón y Kalb, titular de la Comisión Nacional contra las Adicciones, al presentar un resumen de la Encuesta Nacional sobre Drogas, Alcohol y Tabaco.
De 2008 a 2016, el consumo de cannabis en México pasó de un punto porcentual a 2.1, mientras que el uso de cristal fue de 0.1 a 0.2 puntos porcentuales durante el mismo periodo, según la Encodat 2016-2017.
Y este mercado se disputa a balazos.
“Las pugnas que se realizan son por diferentes áreas de control… de aquí para acá es mío, de aquí para allá es tuyo, son territoriales, ese tipo de pugnas son más para el narcomenudeo”, explicó Cristóbal Castañeda Camarillo, subsecretario de Seguridad Pública de Sinaloa.
Hubo, además, un cambio en el “modelo de negocio”: los narcomenudistas pasaron a ser “empleados”, es decir, ya no compran producto ni tienen libertad para venderlo, sino que reciben un salario fijo para vender en los lugares que tienen asignados.
Y son controlados por una red de células locales, menos rígidas que los cárteles tradicionales y más ágiles, que pelean a sangre y fuego por el mercado de consumidores.
‘Aquí es un negociazo’
“Daniel” ha vendido droga en Culiacán por 15 años y asegura que el narcomenudeo es un “negociazo” que desata confrontaciones entre vendedores cuando quieren arrebatar a otro su cartera de clientes. Es una venta “canibalizada”.
“Aquí hay mucha venta, demasiada, por eso es la guerra que hay ahorita. Porque queremos vender más”, cuenta.
Es tal el tamaño de las ganancias, explica, que en un punto fijo pueden ganarse de 150 a 200 mil pesos al día, tan sólo por la venta de metanfetamina. Por eso ya no vale la pena correr los riesgos de contrabandear droga hacia EU.
“Las ganancias para EU son buenas, el detalle es que aquí es un negociazo, hay mucha venta y si tú mantienes el control del menudeo es una ganancia inmensa. No tienes por qué arriesgarte yéndote para EU. Es más posibilidad de que caigas allá a como están las cosas”, describe.
“Ahorita hay mucho mercado aquí, se puede decir que aquí se vende la droga más que otra cosa. La mota se está consumiendo mucho, lo que más se vende es el cristal”.
El 30 de agosto, el Ejército aseguró un laboratorio clandestino en el que se fabricaba metanfetamina, ubicado en Mocorito, Sinaloa. Los militares descubrieron 2.7 toneladas de cristal listas para su venta.
Si el precio de calle de una bolsa con 200 miligramos de metanfetamina es de 50 pesos, esas 2.7 toneladas equivaldrían a 675 millones de pesos. “La gente le ha estado haciendo la lucha de vender aquí y por eso fue el pleito, me imagino, porque hay mucho mercado. Mientras que haya quien lo compre se va a vender, y no se va a acabar”, dice “Daniel” con la mirada penetrante.
País de consumo
México dejó de ser un país de producción y tránsito y se convirtió también en consumidor de drogas. El negocio ilegal ya no es sólo pasar la droga por la frontera ni las pistas clandestinas para las avionetas que traen cocaína de Colombia o Bolivia. Ni es suficiente traficar por toneladas la producción de mariguana y amapola que se cultiva en lo alto de la montaña.
“Sinaloa pasó de ser un país distribuidor que mandaba hacia afuera, exportaba la droga, a hacerse consumidor”, confirmó una fuente oficial especializada en temas de seguridad pública.
“En Sinaloa, tenemos menos problemas ahorita con el alcoholismo que con el problema de drogas sintéticas. El problema más fuerte es que estamos pasando a las drogas de diseño”, expuso la fuente. El Noroeste
70 % bajo la producción de la mariguana de 2010 a 2016.
“Franco” es uno de esos jóvenes. De fumar mota, fue reclutado como “tiradero”, “conecta”, “puchador”, que vendía 40 mil pesos de cannabis al día por un salario semanal de 3 mil 500 pesos.
“Como yo fumaba mariguana, pues yo conocía al que vendía”, cuenta sus inicios, al tiempo que enreda sus dedos.
“Él me dijo que, si quería trabajar y le dije que sí, porque se me hizo fácil. Y pues empecé a tirar en una esquina, vendía ahí en una esquina.”
Los jóvenes como “Franco” son la sacrificables en este océano letal de gramos, llamado narcomenudeo.
-¿Por qué piensas que las victimas de homicidio, consumo, venta son jóvenes?-, se le preguntó a “Franco”.
“Porque son a los que le meten candil los mayores, nos meten candil y caemos y empezamos a consumir, a vender, y eso, pero sí son más de nuestra edad porque nos dejamos llevar por ellos”, dijo.