CdMx.- En México, las personas que cuentan con una licenciatura pueden llegar a ganar el doble que aquellas personas que cuentan con un grado de educación menor, a la par, quienes cuentan con una maestría o doctorado podrían llegar a recibir salarios hasta tres veces más altos, sin embargo, sólo uno de cada 100 niños tienen esa oportunidad en el país.
El Foro Económico Mundial (WWF por sus siglas en inglés), publicó en su Reporte de Capital Humano 2016, que mide el avance o deterioro del capital humano en 139 países, que México presenta un rezago en comparación con otras naciones de América Latina.
México, se posicionó en el lugar 65 del ranking por debajo de países como Colombia, Chile y Mongolia. Aunado a esto, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) determinó que el ingreso promedio mensual de los profesionistas en México oscila entre los 9 mil y 11 mil 282 pesos mensuales.
Frente a este panorama, la OCDE reveló que si bien es cierto los sueldos en el país son de los más bajos en el mundo en relación al grado académico, las personas que cuentan con una licenciatura pueden llegar a ganar el doble que aquellas personas que cuentan con un grado de educación menor, a la par, quienes cuentan con una maestría o doctorado podrían llegar a recibir salarios hasta tres veces más altos.
La situación es tan alarmante, que el informe reveló que apenas el 21 por ciento de los mexicanos de 24 a 34 años poseen un título universitario y que 16 de cada 1000 jóvenes (poco más de 1 por ciento) podrán llegar a ser profesionistas.
El concepto de capital humano abarca en términos simples las habilidades con las que nace cada individuo, los conocimientos adquiridos en la educación formal y el entrenamiento en el trabajo.
En consecuencia, la fórmula dicta que una población con altos niveles de capital humano, tenderá a fomentar un país con mayor nivel de desarrollo, esto, como resultado de un modelo de conocimiento integral que ayude a determinar políticas públicas, formas de gobierno y replanteamientos de las fuerzas laborales que ayuden a incrementar el PIB nacional.
Según la OCDE, personas con mayor capacitación pueden aumentar los ingresos per cápita de un país hasta en un 6 por ciento.
Bajo este escenario, el futuro del país se podría tornar sombrío. Si tenemos en consideración los bajos niveles de capacitación con los que contamos y que más del 56.5 por ciento de la población económicamente activa trabaja desde la informalidad, advierte el documento de la OCDE.
En junio pasado, un estudio del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) reveló que en México, durante 2015, 6 de cada 10 personas que estudiaron el nivel superior en carreras de ciencia y tecnología no ejercían su profesión o no trabajan en este ámbito, mientras que un 41.6 por ciento de la población preparada en diversas ramas “está inactiva, realiza labores ajenas al área de la ciencia y tecnología o está desempleada”.
El Conacyt presentó información estadística sobre los recursos humanos especializados en ciencia, tecnología e innovación en nuestro país, estudio realizado dentro del Informe General del Estado de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación en México correspondiente al 2015.
El diagnóstico presentó el Acervo de Recursos Humanos en Ciencia Y Tecnología (ARHCyT), que abarca a las personas que terminaron satisfactoriamente su estudios de licenciatura, técnico profesional, y posgrados en ciencias exactas, ingeniería, tecnología, ciencias naturales, de la salud, agropecuarias, sociales y humanidades, también incluye a las personas que, aunque no terminaron sus estudios en éstas áreas, tienen un trabajo en el campo de la ciencia y tecnología, el cual requiere de cualificaciones y conocimientos especializados
En 2015, este Acervo de Recursos Humanos en Ciencia y Tecnología (ARHCyT) ascendió a los 11.4 millones de personas, total que incluye a todos los estudiantes que terminaron carreras de ciencia y tecnología -ejerzan o no-, más los que, sin título profesional, trabajan en éste ámbito.
De acuerdo al Conacyt, el número de profesionistas incrementó 1.7 por ciento en comparación con el reportado el 2014, de acuerdo al informe.