Por Andrés Vera Díaz
La semana pasada, Ricardo Monreal recibió un duro golpe en su pretensión personal de ser el nuevo gobernador de la Ciudad de México. Con altas expectativas, el exmandatario zacatecano vio la realidad con sus propios ojos, la simulación característica de la marca ya no funciona como antes.
En muchas ocasiones lo dijo, “si no soy candidato no traicionaré a AMLO”. Luego del berrinche de no presentarse ante la rueda de prensa oficial en torno a la ganadora de la encuesta Claudia Sheinbaum, y un video donde claramente se le ve molesto, los mensajes emitidos son clara respuesta a lo que solamente su cabeza le permitió generar, el típico síndrome del candidato, “voy a ganar”.
Esa frase trillada de “lo que la gente quiera”, no hace más que reproducir el viejo estereotipo o arquetipo del chapulinismo mediático, acto por demás repudiado ya entre la sociedad, pero consentido por grupos políticos que ven detrás de nominaciones, intereses de negocio, trabajo o beneficios coyunturales. Por eso la democracia no avanza, desde la misma “izquierda” se promueve la discordia.
Tanto MC como el PRD ya han entablado diálogos con Ricardo, aunque se niegue, la realidad es que los Monreal negociarán por otro lado. No es un proyecto morenista, es la integración a un partido que les permitiría seguir mamando de las arcas públicas. Han recorrido 5 partidos en su haber, ¿porque no un sexto?. Bajo el cobijo de oportunistas –que por cierto desde Zacatecas muchos se fueron a operar a la CdMx durante la encuesta-, la insensata búsqueda de poder alimentada por el ego, los empuja a una nueva traición.
Tal vez permanezcan en MORENA, pero operando para otros partidos, o ¿qué acaso no saben cómo trabajan los Monreal?. De izquierda tienen, lo que el PRI de honesto.
Tras rechazar una candidatura al Senado, deja entrever que no es parte íntegra de un proyecto partidista, sino personal, puesto que la gubernatura le permitiría ser el candidato natural a la presidencia en 2024.
Al interior del partido, algunas voces refieren que Andrés Manuel López Obrador podría ofrecerle a Monreal que acepte, como premio de consolación, la Secretaría de Gobernación en caso de que lleguen a la Presidencia de la República.
Luego del video que publicara Monreal, algunos personajes y dirigentes de Morena habrían intentado iniciar la “operación cicatriz”; sin embargo, el delegado les pidió tiempo para reflexionar, además de exigir que se le exhiba la documentación de la encuesta.
Luego, s ele cuestionó a Raúl Flores, dirigente del Sol Azteca en la Ciudad de México si Monreal podría tener acercamiento como eventual candidato por ese partido a la CdMx. “No, no veo esa posibilidad”, ataja de inmediato uno de los críticos de la gestión del zacatecano en la Cuauhtémoc.
Sin embargo, desde que gobierna la Cuauhtémoc, Ricardo Monreal ha sido el delegado de Morena más cercano a la administración de Miguel Ángel Mancera, a quien incluso convocó a sumarse a un proyecto de unidad de las izquierdas en el 2018.
Lo dijo el mismo fresnillense en su discurso de autocompasión, “en el 98 me fui por imposiciones”, recordando como el año que se convirtió en Gobernador de Zacatecas, su salida del PRI le permitió de repente, ser “de izquierda” y gobernar. A 19 años del hecho, sólo ese discurso lo ha acompañado. Ahora se repite la historia, por pura estrategia no regresaría a la derecha de forma exponencial, pero el hecho de acercarse a otros cúpulas “de la mafia del poder”, exhibe sus individualísimas intenciones. ¿Error de cálculo?. No, una forma de adhesión que su hermano David llamaba en Zacatecas en 2015, pero que simplemente fue aplastado por AMLO.
«Será la gente la que decida”, dijo Monreal respecto al tema de su futuro político. Recordemos nuevamente, 5 partidos diferentes.