Por Andrés Vera Díaz
El proceso electoral del 2018 inicia el primero de septiembre, sin embargo, ya son muchos los políticos o intento de políticos en franca campaña. Sus fotografías de perfil en redes y los eslóganes ya circulan a diestra y siniestra.
Algunos, mandan cartas a los Comités de sus partidos solicitando apoyo para obtener representación y de ahí catapultarse hacia alguna candidatura. La publicidad en redes es más que evidente. Aunque no existe regulación aún y por ende, se aprovecha estos medios de comunicación como plataforma preelectoral, el INE pretende ya darle un vuelco al asunto.
Otros han tratado de limpiar su imagen de denostadores con “columnas” de opinión pareciendo opositores al gobierno. Y es que es más un secreto a voces, que son creadores de un sinfín de páginas apócrifas, robando logotipos y nombres para incidir en el público de forma más que negativa. No estoy en contra de la crítica, pero siempre lo he dicho, la firma de un columnista es su mejor espada.
“Asesorados” por uno que otro pseudoperiodista a modo, gastan cientos de miles de pesos en publicidad pagada, porque por sí mismos nadie los vería o leería. ¿De dónde sale todo ese dinero?. Las herramientas legislativas de casi 3 años comienzan a aplicarse. Sociedades civiles sin objetivo claro, sin transparencia, como pequeños cotos de poder para negociar, para figurar, son alimentadas con prebendas políticas y cuotas legislativas.
Lo contradictorio, es que tras exigir transparencia y la verdadera aplicabilidad de la “diferencia”, (que no está mal), no tienen la capacidad de enfrentar sus propios compromisos morales y éticos. La virtualidad de opiniones desde la sombra son catapultadas con pagos a la red social más grande del mundo. ¿Quién pompo?” dijera una contadora.
Se hace operación política sin siquiera conformar comités, presumiendo falso liderazgo muy al estilo de la marca. Sólo uno tiene la verdadera capacidad de mando, aunque con eventos multitudinarios donde la mayoría se acarrea, se gastan cientos de miles en escenarios adornados de parafernalia al estilo priista, surge nuevamente la pregunta, ¿de dónde sale el dinero?.
Lo realmente irónico, que sus posturas de “izquierda” contrastan con su actuar rencoroso. A tal grado que pretenden adjudicarse mítines que no construyeron, agrediendo a los propios representantes del partido, amenazando y alegando en público. Gente así, que busque espacios en otros medios, Publicidad a esquiroles, que le busquen en otro lado, total, ya tienen su franquicia.
Nada diferente contienen, es la misma práctica insulsa, mediocre y virtual que aprendieron antaño. Prometiendo candidaturas a priistas, donde algunos asumen lo serán. No construyen para MORENA, construyen par sí mismos. ¿Oposición?, me provocan risa. Posicionamientos estériles, pero buscando desesperadamente por medio del chantaje, contratos con el mismo gobierno que tanto critican a cambio de un poco de silencio. Contradictorio, sí. Tienen demasiado dinero, aunque aparenten humildad. En todo caso, otro secreto a voces. “Nada de gasto propio, que todo salga de las arcas públicas”.