Barcelona, Esp.- El Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés) golpeó el corazón de Barcelona en España, y dejó al menos 13 muertos y más de 100 heridos en el atentado más grave que sufre España desde el 11-M y el primero yihadista desde entonces.
A las 16.50 horas, una furgoneta se lanzó contra los centenares de personas que se encontraban en La Rambla. Los Mossos confirmaron que se trata de un atentado coordinado. El autor material del atropello masivo se dio a la fuga y sigue en paradero desconocido. La policía catalana ha detenido a dos personas. Una de ellas es Driss Oukabir, que presuntamente alquiló el vehículo. La otra, cuya identidad se ignora, fue detenida en Alcanar (Tarragona), adonde los Mossos sospecha que, junto a otras personas, estaba preparando un artefacto explosivo.
El ISIS asumió a última hora la autoría del atentado a través de una de sus agencias. Los terroristas sembraron el terror y el caos, que cundieron durante toda la tarde en el centro de la ciudad. Las principales arterias de Barcelona fueron evacuadas mientras la policía buscaba a los autores del atentado.
La furgoneta se detuvo, finalmente, a la altura del teatro del Liceu. El conductor abandonó el vehículo y se dio a la fuga. Los Mossos le buscan desde entonces. “No tenemos evidencias de que esa persona fuera armada por lo que nos dicen los testigos”, aclaró Trapero ante la avalancha de informaciones contradictorias que circularon a lo largo de la tarde.
El ataque dejó decenas de cuerpos inertes en La Rambla y provocó escenas de pánico. “Caminábamos hacia allí cuando hemos visto cómo una furgoneta blanca empezaba a atropellar a gente. Hemos visto ciclistas saltando por los aires, gente saltando por los aires… Ha sido horrible”, explicaba en una calle adyacente Ellen Vercamm, una turista belga que fue testigo directa del atropello.
El último balance, según la Generalitat, era de 13 muertos y más de 100 heridos. Los heridos fueron repartidos en hospitales de la ciudad. Las autoridades pidieron a la ciudadanía que se quedara en casa, pero muchos decidieron salir para intentar ayudar a los afectados o donar sangre. De hecho, los hospitales tuvieron que informar que ya disponían de suficiente plasma para atender a los heridos. El consejero de Interior, Joaquim Forn, anoche no descartó que la cifra de heridos pueda aumentar. Tampoco la de fallecidos, puesto que muchos de ellos estaban hospitalizados graves.
La incertidumbre y el pánico se apoderaron del centro de la ciudad. Cientos de personas quedaron confinadas, hasta bien entrada la noche, en establecimientos de La Rambla. El cordón de seguridad, para facilitar la atención a las víctimas y el rastreo de los autores, fue ampliándose.
Dos horas después del atropello, los Mossos d’Esquadra confirmaron que se trataba de un atentado y activaron el dispositivo antiterrorista. La policía activó dos dispositivos especiales —Gàbia, o sea Jaula, y Cronos— para localizar al autor del atentado, aunque por ahora sin éxito.