Por Fernando Santacruz Moreno
Los funcionarios son como los libros de una biblioteca: los situados en los lugares más altos son los más inútiles.
Paul Masson (1846-1896) Periodista francés.
La posición asumida por el que fuera secretario privado del gobernador y que ahora se ostenta como diputado local, es a todas luces reprobable al intentar desconocer lo que de todos era ya conocido, me refiero al uso del dinero que no le pertenecía, para “mejorar los niveles de vida” de sus amigos incrustados en la nómina de la administración municipal. En municipios como Fresnillo, Guadalupe y Zacatecas, las nóminas crecieron desmesuradamente y los salarios crecieron como las corrientes de los ríos cuando llueve. El aparato burocrático del gobierno estatal se cuece aparte, hay aviadores hasta debajo de los escritorios de las secretarias de las oficinas del ronco, buen amigo, por cierto, presidente alguna vez de la cámara nacional de la industria de la transformación y entre otros cargos a lo largo de su azarosa vida, responsable de una oficina encargada de administrar dineros en los tiempos del jefe Cervantes Corona, quien no se cansaba de ponerlo como lazo de cochino cada vez que tenía esa oportunidad.
Las respuestas de Carlos Peña a los cuestionamientos de los medios de comunicación, son fiel reflejo de su ineficiencia como funcionario público, él sabe a la perfección que en la posición en que se encuentra no la alcanzó con trabajo, fue un premio a su servilismo a lo largo del sexenio, demostrado de una y otra forma. Bien dicen aquellos cercanos a la hermana mayor, que vive ahora agradecida de no haber resultado ganadora, porque al llegar al congreso local, sería el centro de atención de los legisladores de oposición; sus compañeros de bancada difícilmente podrían defenderla y menos las féminas que por obra y gracia del don, son ahora “dignas” representantes del pueblo.
Y si nos ponemos a analizar dentro de los más sencillos esquemas de la silvestre política que usan los cafeteros, esos posibles que ya los ubican como “servidores públicos” están embarrados de una miel que pronto les va a saber amarga. Fito Bonilla, dicen, no quiere ser secretario de gobierno, quiere ser el titular de la secretaría del campo porque en ese espacio podría hacer y deshacer, “hayga o no hayga” presupuesto para el campo y seguir con el control de la militancia del prostituido partido revolucionario institucional, específicamente en el sector rural. Y es que fito, al igual que otros priistas distinguidos, se dobló a las primeras de cambio, otro más que muerde el polvo que provocan las tolvaneras del neopriismo.
Y hablando de…polvos,, en estos días las lluvias se dejaron caer, el campo zacatecano tiene un rostro nuevo, aunque se lo arregló tarde, pero lo tiene; habrá forrajes para que el hato ganadero conserve un buen peso en kilos y pueda ser vendido al mercado de Estados Unidos, aunque nos lo regresen ya procesado y en cortes y no precisamente de esos que vende la cucha. Mire, ya en el campo todo se perdió por esa ingrata que no llegó a tiempo, este año no se habló mucho de los “históricos presupuestos”, los andan mencionando en lo bajito en esas giras atrabancadas en donde quieren que el pueblo llegue hasta las lágrimas. Y se escuchan ya los comentarios en torno a los enfrentamientos verbales de quienes se preparan a dejar no tanto el puesto, sino el poder que malamente aplicaron. La deuda que se deja, no se sabe que tratamiento mediático le vaya a dar el recientemente electo.
Pero lo que sí es de preocupar, es ese aferramiento de algunos que se niegan a reconocer que la flamearon, es desesperante que ante la realidad, no se tomen medidas inmediatas y se castigue con la ley en la mano a quienes se hicieron ricos de la noche a la mañana, a aquellos que (todo Zacatecas lo sabe) en el sexenio se dedicaron al saqueo, al hostigamiento, a la traición y al escarnio del pueblo zacatecano. Mencionar rubros sería innecesario, usted que está en el diario transitar de las calles, callejones y plazuelas de la bizarra capital, se da cuenta del estado de ánimo de muchos y muchas que ya sienten encima los problemas económicos, generados por esa falta de empleos bien remunerados, por las alzas incontenibles a los servicios de la energía eléctrica, al gas, a los derivados del petróleo, porque a usted, a nosotros solo nos informan de las alzas a las gasolinas, pero nunca nos dicen que los aceites para su auto, camión o motocicleta también ah n cambiado de precios. Y luego con esos trabajos malos y lentos que están ejecutando a lo largo del bulevar que une a ”las prósperas ciudades de Zacatecas y Guadalupe”, qué daño más grande le están haciendo día con día a la ciudadanía.
Mire, en las próximas lluvias, se va a acordar usted en demasía, de la madre de aquellos que autorizaron estas obritas. Si desde el sexenio de Genaro Borrego, Gerala Félix Cherit no tuvo la precaución de dejar sangrías para evitar los peligrosos encharcamientos, ahora menos porque esa obra del bulevar López Portillo, ha sido desgraciadamente muy diezmada.
Zacatecas no se merece esto, la verdad.
Hasta aquí mi comentario, nos veremos en la próxima entrega…