Por Saúl Monreal
Una vez más, con más pena que gloria, los grises funcionarios del gobierno estatal desfilaron cual circo de tres pistas ante los Diputados en la legislatura local, con la finalidad de exponer (en teoría) el estado que guarda la administración pública en los rubros de gobernabilidad, seguridad, finanzas, desarrollo social, educación, infraestructura, medio ambiente, economía y agricultura.
En un fallido ejercicio de rendición de cuentas, pudimos escuchar las fantasiosas cifras y posturas de cada uno de los secretarios que terminaron por dejar en claro que en nuestro estado, el distanciamiento entre sociedad y gobierno existe, es real. Mientras los zacatecanos padecen una cruel crisis en los temas que más son de su interés, los funcionarios viven y comparten una fantasía. La fantasía de Miguel.
Solo basta con conocer el sentir de Jaime Santoyo, actual Secretario General de Gobierno, quien de acuerdo a información oficial, destacó la relación de respeto, entendimiento, coordinación y colaboración con los poderes legislativo y judicial, lo cual ha permitido, según él, preservar la gobernabilidad y poner en la cima los intereses para el desarrollo del estado. El chiste se cuenta solo.
Acompañado de la Procuradora General de Justicia del Estado y del mismo Secretario de Seguridad Pública, Jaime Santoyo elogió y reconoció los supuestos logros en materia de seguridad desde la administración estatal. La pregunta obligada, estimado lector, es si acaso mencionó los 251 muertos registrados en el primer semestre del año, o que Zacatecas ocupa la sexta posición nacional en la comisión de secuestros.
Peor aún fue la comparecencia de Guillermo Huizar, actual Secretario de Finanzas, que lastimosa y tendenciosamente afirmó que la administración de Miguel Alonso no dejará compromisos oscuros ni sorpresivos, heredando así la casa limpia y las finanzas sanas. Cuando en realidad, dejan a Zacatecas con una deuda de más de 13 mil millones de pesos y una baja en la calificación crediticia asignada por Moody´s de A3 a Baa1 por déficits recurrentes y una pobre liquidez.
Y qué decir de la postura que Federico Borrego, Secretario de Economía, asumió ante la máxima tribuna del estado, afirmando que en el actual sexenio se superaron las expectativas y se crearon miles de empleos, cuando en Zacatecas hay más de 21 mil personas que se encuentran en una situación de desempleo. Además de que la tasa de desempleo en los varones aumentó de 3.9 a 4.1 en mayo, y en las mujeres pasó de 3.9 a 4 en el mismo mes.
La medalla al colmo del cinismo fue para Francisco Ibargüengoytia, quien entre elogios y adornados discursos, denominó al actual periodo como el sexenio de la obra pública. Y aunque usted no lo crea, aseguró que los zacatecanos los recordarán por su transparencia, ética política y trabajo decidido. Qué acaso el secretario no está enterado de la tremenda corrupción en la asignación de obras y de la figura que representa Juan Alonso.
Así pues, vemos que nuevamente el desfilar de funcionarios por el circo de tres pistas no sirve para maldita la cosa y aunque creemos que en materia de rendición de cuentas hay aún mucho por hacer, también creemos que es tiempo de frenar la fantasía de Miguel, y como ciudadanos responsables, asumir una postura crítica ante los que pretenden burlarse de la inteligencia de la gente. Es tiempo de organizarnos.