Por Andrés Vera Díaz
A pesar de que al Partido Acción Nacional le fue bien en las pasadas elecciones, claro, a nivel nacional, el instituto político considera regionalizar sus representaciones y en esa dinámica entraría Zacatecas.
La idea latente está y es que la representación local no ha podido engrosar mínimamente el número de afiliados ni obtenido triunfos representativos, por el contrario, perdieron ayuntamientos importantes y las curules de la próxima legislatura dejan mucho que desear para que dignifiquen al blanquiazul.
En ese tenor, aquellos que han manifestado su interés, de manera pública y bajo el agua, como José Viramontes, Noemí Luna y Mario Cervantes han comenzado a dudar si valdría la pena ser delegado y no presidente, sobre todo porque «ni recursos habría», como me dijera uno de los aludidos. No hay intención de hacer política de avanzada, sino de obtener una franquicia por algún tiempo entonces.
Esto cambia el panorama para el 2018, en la que ya han comenzado algunas de estas figuras, a plantearse la posibilidad incluso de migrar a otros partidos que les darían todas las facilidades para competir si tal vez no para Senador, sí para Diputado Federal, «con recursos y estructura». Dos tópicos que a nadie molestan, por el contrario, si en base al distrito por el que competirían hipotéticamente, tiene la posibilidad de triunfo, no duden que la opción será muy considerable.
Por lo pronto, Arturo López de Lara aseguró su sobrevivencia política un año y medio más, económicamente no se diga. Ser legislador local abre las puertas para muchos negocios, maiceos y prebendas. Siempre fue su intención, casi todos buscan lo mismo, las plataformas de lanzamiento aunque se despedace su propio partido.
Hay otros que se han conformado con una regiduría como la propia Guadalupe Medina, que esos centavos, mucho menos que la dieta de Diputada, son bienvenidos con el afán de mantenerse en el escenario para lo que venga, y es que su relación con los grupos más cuadrados del panismo podrían garantizarle aunque sea, regresar a la legislatura del 2018. La cosa es estar en la jugada.
Ahora bien, con la posibilidad de que el PAN se convierta en delegación, aunado al entreguismo del actual Comité a los intereses del partido dominante que se ven más que reflejados dando respuesta a la convocatoria del corrupto de Pedro de León, que organizó sus cursos de como «chayotear» recursos a los alcaldes electos, da muestra de que este instituto no tiene por lo menos la intención de colocarse en la opinión pública, claro, desde una falacia oportunista, como un partido autónomo, porque la línea nacional así es, pero la estrategia de Anaya es hacerle al lerdo con críticas y actuares contra ciertos gobernadores del PRI acusados de corrupción. En lo local, López de Lara jamás siguió los pasos de aquellos que tibiamente presentaron denuncias contra Miguel Alonso.
Habrá que esperar las definiciones próximas, por lo pronto, a tomar protesta muchachos y muchachas, que hay que ahorrar pesos para las campañas que inician ya rumbo a la reelección. Los bolsillos de muchos estarán engrosados como sus cuentas bancarias, porque si no eres político en este sistema para enriquecerte, eres un ingenuo.