Por Alfredo Valadez Rodríguez / PerióMetro.com
Durante la actual administración federal las grandes compañías mineras nacionales y extranjeras lograron apoderarse ya, de más de la mitad del territorio que ocupa México, al disponer bajo la modalidad de “concesión minera” del 53.5 por ciento de la superficie nacional de tierras, para la exploración y explotación de yacimientos minerales metálicos y no metálicos.
La información anterior está documentada, con base en datos oficiales, en el trabajo doctoral del investigador Federico Guzmán López, miembro de la unidad académica de Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), que abarca los estragos económicos, sociales y medioambientales de la megaminería en México, durante el periodo de los gobiernos de corte neoliberal.
Según Guzmán Fernández, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto han sido otorgadas 3 mil 332 concesiones mineras que abarcan una superficie de 7.24 millones de hectáreas, equivalentes al 3.7 por ciento del territorio nacional. Esta superficie, sumada a la de las concesiones mineras otorgadas de 1982 al 2016 -el periodo del modelo económico neoliberal-, suma en total 105.1 millones de hectáreas de concesiones mineras, equivalentes al 53.5 por ciento de la superficie territorial del país.
Para Federico Guzmán, el saqueo a los recursos propiedad de la nación es oprobioso, pues mientras que el valor de la producción generado sólo en el año 2014 en el sector minero de México fue de 14 mil 765 millones de dólares “que en su mayoría fueron transferidos a las economías centrales del país de origen”, de los corporativos mineros, ubicados principalmente en Canadá, Estados Unidos e Inglaterra, en nuestro país “se quedó únicamente el equivalente a 225 millones 733 mil dólares”, es decir el equivalente al 0.015 por ciento e la riqueza producida.
«Expresado en otras palabras, en cuanto al reparto de la renta minera tenemos que por cada mil dólares de valor de la producción que se obtuvo en el año 2014, las empresas transnacionales mineras se quedaron con 999.85 dólares estadounidenses, y las comunidades mexicanas donde están asentadas sus unidades de producción recibieron sólo 15 centavos de dólar».
En este contexto planteó el investigador universitario «durante los años de 1982 al 2016 la megaminería a cielo abierto en México propició la consolidación de la matriz productiva extractivista minera, parasitaria y depredadora, generando la peor tragedia humana y ecológica en los territorios donde se desplaza a las comunidades, se desvaloriza la fuerza de trabajo y se desvanece la esperanza de vida de los trabajadores mineros».
Aunado a ello lamentó, en el mismo periodo se han sobre explotado los mantos acuíferos, se contaminó el suelo y el agua como no se tienen precedentes, «a partir de la generación de los más altos volúmenes de residuos sólidos y sustancias tóxicas que contaminan las fuentes de agua, tanto en minas en exploración y operación, como posterior al cierre de los trabajos de explotación».
En nuestro país refirió Guzmán López la depredación y despojo, así como «la historia de terror ambiental y social», iniciaron cuando el gobierno mexicano, en complicidad con la Embajada Canadiense, el Comité de Minería de la Cámara de Comercio de Canadá y la Cámara Minera de México, promovieron el desmantelamiento del ejido mexicano, con las reformas al Artículo 27 constitucional -durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, en 12992-, así como la modificación a otras leyes y reglamentos, como la Ley Minera vigente. Y todo se agravó, dice, con la entrada en vigor del TLCAN, en 1994.
De acuerdo con el Compendio de Estadísticas Ambientales 2012 de Semarnat, que contiene información de las concesiones mineras de los años 1993 al 2012, se hizo un estudio comparativo con el que se comprueba que para el día 1 de enero de 1994 -cuando entró en vigor el TLCAN-, había apenas 1.75 millones de hectáreas del territorio nacional concesionado a empresas mineras.
A partir de esa fecha y hasta el año 2012, es decir en los gobiernos de Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón, el gobierno federal otorgó un total de 44 mil 768 títulos mineros que amparaban una superficie de 97.86 millones de hectáreas, equivalentes al 49.8 por ciento del territorio nacional.
Y según datos de la Secretaría de Economía federal -obtenidos por el investigador de la UAZ-, del periodo 2013-2016, es decir durante los primeros tres años del gobierno de Enrique Peña Nieto, se otorgaron 3 mil 332 concesiones mineras que abarcan una superficie de 7.24 millones de hectáreas, equivalente al 3.7 por ciento del territorio nacional.
En total pues, las compañías mineras nacionales y extranjeras que operan en México, disponen para su explotación de 105.1 millones de hectáreas de suelo mexicano, equivalentes al 53.5 por ciento del territorio nacional. (FIN)