Nueva York, EU.- Las relaciones raciales en Estados Unidos se encuentran en una encrucijada crítica y corren el riesgo de envenenarse hasta un punto de no retorno si el republicano Donald Trump llega a la Casa Blanca, estiman militantes de defensa de los derechos civiles.
«Hay personas que quieren desatar una guerra entre razas y si no somos cautos, podemos hundirnos en ella», advirtió Moneuc Conners, de 50 años, expresidenta de una rama de la NAACP, la mayor organización de defensa de los negros en Estados Unidos.
Tres policías, entre ellos un afroestadounidense, fueron asesinados el domingo por un joven negro en Baton Rouge, Luisiana, al parecer en represalia por los abusos y el racismo imperante en la Policía.
Diez días antes, en Dallas, cinco policías fueron abatidos por un negro tras dos episodios en los que policías mataron a jóvenes negros en circunstancias aún no aclaradas.
El año transcurrido entre que un joven blanco matara a nueve fieles negros en una iglesia de Charleston (Carolina del Sur) en junio de 2015 y un hombre asesinara a 49 personas en junio último en una discoteca gay de Orlando (Florida), estuvo marcado por los llamados crímenes de odio.
Conners espera que la candidata demócrata Hillary Clinton gane la elección presidencial del 8 de noviembre. «Creo que si gana el cretino de Trump, nuestro mundo va a retroceder», dijo a la AFP al margen de una conferencia de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP por su sigla en inglés) en Cincinnati (Ohio).
El empresario neoyorquino, investido el martes oficialmente como candidato a la Casa Blanca en la convención de su Partido Republicano en Cleveland (Ohio), fue vivamente criticado por el tono de su campaña, considerada divisiva por muchos. Es uno de los raros candidatos en haberse negado a expresarse durante la convención de la NAACP.