Los actores Sean Penn y Kate del Castillo no serían los únicos que prefieran entrevistar a Joaquín “El Chapo” Guzmán, en lugar de entregarlo a las autoridades, pues de acuerdo con una reciente encuesta de Parametría, el 47% de los mexicanos dijo que hubiera entrevistado al capo, mientras que el 26% hubiera preferido denunciarlo.
Para la encuestadora resulta un dato relevante, pues “da cuenta de lo complejo que puede ser elegir entre un acto de legalidad como es dar información a las autoridades para la captura de un delincuente o bien contraponer otro tipo de valores para elegir entablar una conversación con un personaje como “el Chapo”.
La entrevista realizada por los actores, mientras el líder del Cártel de Sinaloa estaba prófugo, y publicada el pasado 9 de enero por la revista Rolling Stone fue, según la Procuraduría General de la República (PGR), un elemento importante para la recaptura de Guzmán Loera.
Incluso ocho de cada diez mexicanos dijeron estar enterados de que los reconocidos actores entrevistaron al capo después de su segundo escape de una prisión de máxima seguridad.
Parametría destaca que no sólo la atención de los mexicanos sobre el narcotraficante, la cual se ha incrementado desde 2012, sino la opinión negativa que redujo hasta 2015 tras su escape, pues la opinión efectiva pasó de -76% a -39%. En tanto, de 2015 a 2016 hubo un aumento de las opiniones negativas y la opinión efectiva transitó de -39% a -44%.
Pese a las dos fugas de Guzmán Loera, no está definida la posición de los mexicanos sobre su extradición a los Estados Unidos: el 43% está de acuerdo con este proceso, otro 38% se dice en desacuerdo con la medida y 16% dice no estar ni a favor ni en contra.
Además, 76% de quienes están a favor del proceso de extradición, lo hacen por temor a una tercera fuga del líder del Cártel de Sinaloa.
Otro dato que destaca la encuestadora es que a pesar de que la mayoría de entrevistados consideran al Chapo como un criminal (70%), “resulta relevante que dos de cada diez mexicanos (20%) lo vean como un héroe popular. Este fenómeno no es propio de México pues en otros países también se ha promovido la percepción de delincuentes como figuras de admiración”, explica.