Chilpancingo, MEx.- Compañeros de los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos lanzaron este martes 22 de septiembre cócteles molotov contra policías estatales de Guerrero que les bloqueaban el paso sin razón para realizar una protesta y les lanzaran gases, en un nuevo episodio violento a días del aniversario del crimen.
El enfrentamiento, que acabó con cinco agentes y dos estudiantes heridos y un camión incendiado, se produjo cerca de la combativa escuela de maestros de Ayotzinapa cuando un grupo de padres y compañeros de los jóvenes se disponía a trasladarse en una docena de buses hacia la capital de Guerrero, Chilpancingo, para realizar una protesta.
Unos 200 policías estatales les impidieron el paso en un punto de la carretera de Tixtla, donde mantenían un retén desde la noche del lunes 21 de septiembre, horas después de que un grupo de jóvenes atacara y causara destrozos en las instalaciones de la fiscalía en Chilpancingo.+
«Teníamos pensado tener una actividad, llegar hoy a palacio (municipal) cuando llegamos y, al parecer, desde el día de ayer pusieron un bloqueo por parte de la policía», que dijo que no les dejarían pasar mientras llevaran cócteles molotov en los buses, dijo a la AFP un estudiante que no quiso identificarse.
Una comitiva de padres salió a negociar con los agentes pero, ante su negativa, unos 200 estudiantes encapuchados incendiaron un camión de refrescos que habían tomado el lunes y empezaron a lanzarles cócteles molotov y petardos y los policías respondieron con gases lacrimógenos.
Durante unos minutos, los estudiantes retuvieron también a dos policías, pero poco después los liberaron.
En el choque, «cinco agentes estatales resultaron lesionados con traumatismo craneoencefálico, contusiones y heridas», dijo una fuente de la policía estatal, que fue reforzada poco después con un centenar de efectivos de la Policía Federal y la Gendarmería.
También dos estudiantes están hospitalizados con traumatismos en la cabeza, dijo Felipe de la Cruz, vocero de los padres de los desaparecidos.
Las protestas violentas se han intensificado en Guerrero cuando se acerca el primer aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes, que fueron atacados por policías de Iguala coludidos con narcotraficantes la noche del 26 de septiembre de 2014 mientras tomaban autobuses para una protesta.
La fiscalía ha asegurado que los jóvenes fueron entregados posteriormente al cártel Guerreros Unidos, que los habría asesinado brutalmente y esparcido sus restos incinerados en un río. Esta versión es puesta en duda por los padres de los chicos y por un informe de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).