Washington, EU.- Aunque la Casa Blanca consideró que la próxima visita del presidente de China Xi Jinping será una oportunidad para ampliar la cooperación con Pekín en varios temas bilaterales, el del espionaje cibernético podría complicar dicho acercamiento.
El tema es una de las razones por las que algunos legisladores y aspirantes presidenciales denunciaron la visita de Estado de Xi, y sugirieron que la recepción de la que será objeto por el presidente Obama equivaldrá a un espaldarazo, e incluso hubo llamados para no recibirlo en la Casa Blanca.
Funcionarios de la administración reconocieron las tensiones que existen en las relaciones a partir de temas como éste, pero defendieron la visita como una oportunidad única para que Obama pueda plantear directamente a Xi las preocupaciones de su gobierno al respecto.
“Si buscamos castigar a China cancelando la reunión o rehusando a involucrarnos con ellos, entonces nos estaríamos castigando nosotros mismos”, dijo aquí la asesora de seguridad nacional Susan Rice.
Al hablar en un foro de la Universidad George Washington, Rice reconoció que el tema del espionaje no es menor y que es fuente de malestar, por lo que aseguró que durante la visita de Xi, la administración será directa y firme en su postura al respecto.
“Ésta no es irritación ligera. Es una preocupación de seguridad nacional para Estados Unidos; es algo que genera enormes tensiones en nuestra relación bilateral y un factor crítico para determinar la trayectoria de las relaciones sino-estadunidenses”, dijo.
Rice dijo que en sus contactos con funcionarios chinos, “como lo alegan mis críticos, seré directa y puedo asegurar que el presidente Obama seguramente será igual de directo cuando vea al presidente Xi”.
Xi será recibido el próximo jueves en la Casa Blanca por Obama para una cena de Estado, y el viernes ambos líderes celebrarán un encuentro privado, tras lo cual ofrecerán una conferencia de prensa conjunta.
El vocero presidencial Josh Earnest declaró la semana pasada que la visita del mandatario chino ofrecerá una oportunidad para ampliar la cooperación en temas bilaterales, regionales y globales, y abordar los desacuerdos “de manera constructiva”.
Este lunes, en su habitual conferencia de prensa, Earnest dijo que las preocupaciones de Estados Unidos sobre el espionaje cibernético conducido por China “estarán presentes de manera prominente” en la agenda a discutirse.
“Estados Unidos ha articulado por algún tiempo que la conducta de China es inaceptable y ciertamente no es consistente con el tipo de relaciones que nos gustaría ver entre los dos países”, indicó al ser cuestionado al respecto.
Estados Unidos espera lograr la cooperación de China en los frentes de Siria y Corea del Norte, además de confrontar a Pekín por su política expansionista en el Mar de China, que ha generado tensiones con sus vecinos en esa zona.