Santiago de Chile.- Chile sufría el jueves intensas réplicas de un fuerte terremoto que dejó al menos ocho muertos, destruyó viviendas precarias y desencadenó un tsunami que forzó a evacuar a un millón de personas en la costa y a desplegar labores de salvamento.
Con la luz del día, las autoridades evaluaban los daños del sismo de magnitud 8,3 registrado el miércoles a las 2254 GMT frente a las costas chilenas, que generó olas de hasta cuatro metros que inundaron muchas localidades costeras.
«Lamentablemente con este creo que es el octavo desastre natural desde que partimos el gobierno (marzo 2014), pero hemos aprendido una serie de lecciones y hemos ido desarrollando instrumentos mejores (de ayuda)», dijo la presidente Michelle Bachelet desde el palacio de Gobierno en Santiago.
«Lo central es apoyar a la gente que esta en los albergues (…) Ahora va a venir al etapa de proteger y luego de hacer un diagnóstico», agregó la mandataria tras una reunión de emergencia y antes de viajar a las zonas más afectadas.
El movimiento telúrico, que duró unos cuatro minutos y ha sido el de mayor magnitud del mundo en lo que va del año según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por su sigla en inglés), tuvo epicentro a casi 230 kilómetros al noroeste de Santiago pero se sintió en lugares tan lejanos como Brasil.
En la localidad de Illapel, muy cerca del epicentro del sismo, algunas casas de adobe derrumbadas contrastaban con la decoración de las calles con banderas chilenas que habían sido colocadas para festejar el próximo feriado de Independencia el viernes, mientras helicópteros sobrevolaban la zona.
«Todo quedó mal. Fue un desastre, pérdida total», dijo a Reuters Melisa Piñones entre vidrios rotos en el piso de su pequeño restaurante.
Ocho personas murieron por el terremoto, dijo el jueves el ministro del Interior, Jorge Burgos, y una estaba desaparecida. La mayoría falleció por el derrumbe de estructuras, un hombre por un deslizamiento que aplastó la camioneta que conducía y otras tres personas de un infarto.
Las autoridades ordenaron evacuar a un millón de personas de poblaciones costeras, pero el jueves por la mañana levantaron el alerta de tsunami para todo el país.
Al amanecer, las consecuencias del terremoto, el tsunami y las decenas de réplicas comenzaban a apreciarse.
El puerto de Coquimbo, vecino al balneario La Serena y a unos 460 kilómetros al norte de Santiago, sufrió daños que le impedían operar, de acuerdo con el ministro Burgos.
«Ahora, recién podemos visualizar el desastre que ha ocurrido aquí», dijo el alcalde de Concón, Oscar Sumonte.
Muchas casas y restaurantes en la localidad costera de Concón, al norte de Viña del Mar, quedaron completamente destruidos y muchos techos asomaban entre el lodo.
A eso se sumaba el temor de la población a nuevos remezones.
«Estamos viviendo con las puertas abiertas por si viene una réplica fuerte», comentó Luis Hernández afuera de su casa en Illapel, que perdió parte de su fachada.
Bachelet dijo en un nuevo balance el jueves que unas 100.000 familias permanecían sin suministro eléctrico y anunció que el Gobierno suspendió las festividades oficiales para la conmemoración de la Independencia.