Washington, EU.- Inmigrantes hondureños mutilados iniciaron hoy un ayuno de diez días frente a la Casa Blanca para tratar de entrevistarse con el presidente Barack Obama y exponerle el sufrimiento de miles de sus compatriotas forzados a emigrar de su país.
Los ocho inmigrantes integrantes de la Asociación de Migrantes Retornados con Discapacidad (AMIREDIS) externaron su deseo de sostener un breve encuentro con el Papa Francisco, quien el próximo martes iniciara aquí una visita pastoral de seis días a Estados Unidos.
“Queremos hablar con el presidente para traer nuestro mensaje, (que es), la pesadilla que sufren nuestros inmigrantes para poder llegar a este país”, dijo a periodistas José Luis Hernández, presidente de AMIREDIS, en el parque Lafayette donde permanecerán desde este lunes, “si antes no nos echan”.
Hernández, quien perdió una pierna, un brazo y varios dedos de la mano derecha al caer de un tren en movimiento en la ciudad de Delicias Chihuahua, en el norte de México, dijo que como en su primer intento por llegar a Estados Unidos, el viaje para cruzar la frontera de nuevo resultó igualmente “una pesadilla”.
“Sabíamos desde que salimos el 25 de febrero de la ciudad de El Progreso, Honduras que no iba a ser nada fácil poder conseguir una entrevista con el presidente Barack Obama, hicimos todo lo que teníamos que hacer para lograrlo”, dijo.
El hombre de 29 años de edad, quien usa una prótesis en la pierna izquierda, recordó el maltrato de que fueron víctimas antes de cruzar la frontera por Texas, donde estuvieron presos durante dos meses, luego de que les aceptaron y otorgaron su solicitud de asilo en abril pasado.
Aunque algunos legisladores como el demócrata Jim McGovern los recibió semanas atrás y dirigió en su nombre una misiva a la Casa Blanca buscando que el mandatario los puede recibir, la petición no ha tenido respuesta hasta ahora.
“Es por eso que hoy empezamos este ayuno, para poder verlo a él. Creemos que hay muchas cosas que se pueden evitar si hay voluntad política de parte de nuestros países. Que haya más gente mutilada, más mujeres violadas, más desaparecidos, que es el día a día que enfrentan los inmigrantes”, dijo.
Aunque su agrupación está integrada por 700 inmigrantes hondureños que han resultado mutilados durante su viaje tratando de llegar a la frontera con Estados Unidos, Hernández dijo que el tamaño del problema es mayor, y ese es parte del mensaje que buscan difundir.
El énfasis de este ayuno no sólo será exponer la situación que enfrentan, pero también las causas que, como a él, han obligado a miles de su compatriotas a salir de su país huyendo de la pobreza y la inseguridad en busca de mejores oportunidades.
José Ifrain Vázquez Izaguirre, otro mutilado parte del grupo de ayuno, denunciaron que las autoridades en su país se han desentendido de la situación de los cientos de mutilados deportados.
“Ni siquiera los consulados aquí nos han brindado ayuda. Parece que los cónsules quieren ignorar esta situación”, dijo el hombre, quien también perdió la pierna derecha al caer del tren conocido como La Bestia, poco después de haber cruzado la frontera hacia México.