Moscú, Rus.- El exlíder de Al-Qaeda, Osama Bin Laden, sigue vivo y reside en las Bahamas, reveló el excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) de EU Edward Snowden.
“Tengo documentos que muestran que Bin Laden aún está recibiendo dinero de la CIA (Agencia Central de Inteligencia de EU). Él recibe más de 100 mil dólares mensuales que son trasferidos a su cuenta bancaria personal en Nassau (capital de las Bahamas)”, reveló Snowden en una entrevista exclusiva con el semanario Moscow Tribune, informó el viernes el portal Web del Wall Street Italia.
El excontratista aseguró que la CIA divulgó la falsa noticia de la muerte de Bin Laden para que las agencias de seguridad y antiterrorismo del mundo dejen de buscarlo y de este modo pueda tener una vida tranquila.
No obstante, reconoció que EU habría barajado la posibilidad de matar a Bin Laden, pero abandonó la idea dado que matar a uno de sus mejores agentes secretos no enviaría un buen mensaje a sus compañeros de trabajo.
“Osama bin Laden era uno de los mejores agentes de la CIA (…) ¿Qué tipo de impresión dejaría EE.UU. en sus otros agentes, si enviase a los SEALs (principal fuerza de operaciones especiales de la Armada estadounidense) a matar a Bin Laden?”, cuestionó.
También, alegó que la Dirección de Inteligencia Inter-Service, el mayor organismo de espionaje de Paquistán, cooperó con la CIA para hacer creer al mundo que el antiguo líder de Al-Qaeda murió en una operación de las fuerzas especiales estadounidenses.
Además, Snowden dijo que en su nuevo libro, el cual saldrá a la venta en septiembre, contiene documentos que confirman que Bin Laden sigue vivo.
EU acusó a Bin Laden de organizar los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas, en Nueva York, y los de Washington, por eso puso precio a su cabeza.
La muerte del otrora líder de Al-Qaeda es un enigma debido a que las autoridades estadounidenses decidieron no sacar a la luz los detalles de lo que pasó, solo dieron explicaciones vagas. A finales de 2014, el exmilitar estadounidense Robert O’Neill se identificó como el hombre que había acabado con la vida del terrorista.