Por Pablo Cubos
Luego de que la SCJN resolviera, a principios de junio de este año que impedir el matrimonio entre personas del mismo sexo es anticonstitucional, pues vulnera los derechos humanos, la respuesta de la iglesia católica mexicana no se hizo esperar.
Primero, el pasado 17 de junio el cardenal y arzobispo de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez publicó un video en su página de Facebook titulado “Encomendemos nuestra Patria por manos de María Santísima para que Dios nos ayude. Palabras sobre los matrimonios de personas del mismo sexo” donde embiste contra la tesis jurisprudencial de la SCJN, sólo que la confunde para empezar, con una ley, hasta recuerda que “para que una ley pase debe ser aprobada por la mayoría de los estados”; siendo que al tratarse de una tesis jurisprudencial, va dirigida a todos los jueces del país, mas no para “obligar” a las entidades federativas a cambiar sus legislaciones.
Pero al parecer es algo que ignora el cardenal, o quizá no. Quizá lo haga precisamente para enardecer a sus feligreses y echar a andar la entrañada homofobia subyacente, y aún bastante fuerte, en la sociedad mexicana para engendrarles miedo, y sí, más odio. Y es que, el también arzobispo no escatimó en sus (des)calificativos, al denostar que la SCJN “se ocupe en legislar y aprobar inmundalidades, de destruir el matrimonio mismo” aunque él dice no tener nada contra “las personas que tengan distinta tendencia sexual” pero enseguida sostiene que es inadmisible “que quieran tener una institución igual al matrimonio”, arguyendo a la naturaleza y a la revelación cristiana donde el matrimonio es de un hombre con una mujer; lo demás es… “cosa desviada”.
También habla de gran presión y grandes dineros, de la “maiceada” para aprobar el matrimonio gay, como si las organizaciones de la diversidad sexual tuvieran tantos recursos como las petroleras, mineras o agroindustriales para comprar gobiernos enteros.
Más aún, según él, el proyecto del “nuevo orden mundial” y del “gobierno mundial”, tiene como prioridad destruir la familia y la iglesia católica, donde para ello quieren pervertir el concepto sagrado de familia justamente aprobando el matrimonio entre homosexuales.
Luego viene lo crucial cuando llama a los católicos a no sólo oponerse, sino a actuar contra el matrimonio igualitario, comenzando dice, por juntar firmas para el congreso federal o congresos locales, y deja la puerta abierta para otro tipo de acciones que no especificó aún. Ello debido a que está esperando la finalización del Sínodo sobre la familia, que será en octubre, donde adelanta que vendrá una consideración sobre el matrimonio y una definición sobre el matrimonio aprobada por el papa Francisco y que cuando tengan esa doctrina clara y actualizada sabrán a qué atenerse los creyentes católicos. Sin embargo, sí acota que no puede ser otra la doctrina del sínodo y del papa que las de las sagradas escrituras, diciendo que “lo que se salga de esa institución divina atenta contra la iglesia y será considerada una aberración; no puede caber en la mente de nadie que se diga católico, que se diga cristiano”.
Después, el 19 de junio la Conferencia del Episcopado Mexicano emitió una declaración donde también anuncia su oposición a la tesis jurisprudencial, donde verborrean la misma afirmación de que sólo es natural el matrimonio entre un hombre y una mujer, porque además según ellos, “siempre ha sido así”. Pero van más allá y aún cuando dicen respetar las “diversas formas de pensar y de vivir”, los obispos afirman que
“todos los seres humanos, por el hecho de serlo, tenemos dignidad y derechos. Y dado que toda persona es idéntica a sí misma y diferente a las demás, han de derivarse tratos variados según esas diferencias. Con esta convicción, la Iglesia sostiene que el matrimonio solo puede celebrarse entre un hombre y una mujer, y defiende este valor para el bien de las personas y de toda la sociedad”.
Aunque puede interpretarse de varias formas, se entiende que reconocen la existencia de “tratos variados” para las personas según sus “diferencias”, donde bien caben las diferencias por orientación sexual (o de género, etnia, clase…) y que justo por esas diferencias pueden ser objeto de discriminación y odio o sea, aquí intentan justificar sus “tratos diferenciados”. O que expliquen concretamente a qué se refieren con dichas ambigüedades.
¿Por qué no mejor ser honestos?
Sería mejor que asuman su homofobia, porque aunque digan una y otra vez que son “respetuosos” de otras “tendencias sexuales” como dijo Sandoval Íñiguez, también es cierto que casi siempre seguido de su supuesto respeto, dicen frases llenas de homofobia y odio, sentenciando que si no es un matrimonio hombre-mujer es ya una desviación o una depravación, entre otros (des)calificativos.
En ese sentido, apenas el 6 de julio, el cardenal italiano Carlo Caffarra, arzobispo de Bolonia y miembro del Pontificio Consejo para la Familia y de la Pontificia Academia para la Vida, afirma abiertamente que tanto las políticas de género, como las políticas “anti-familia” como él llama a la legalización de matrimonios entre personas del mismo sexo, son “obra diabólica” de Satanás y su “acción destructiva”. Según Caffarra, es el último desafío que el Diablo le lanza a Dios; y sostiene que “estamos frente a la intención diabólica de edificar una creación alternativa” que se contrapondría al “diseño original” de cómo Dios pensó que debería ser su creación, misma que dice, tiene dos pilares fundamentales, uno la pareja hombre-mujer y el segundo, el trabajo (aunque no ahondó sobre este último).
Como si eso no fuese suficiente, el cardenal italiano remata que la solución debe consistir en actuar de modo similar a como las instituciones de salud atacan una pandemia:
“Pienso en lo que normalmente se hace en el mundo cuando hay que enfrentarse a una pandemia. Los organismos públicos responsables de la salud de los ciudadanos, ¿qué hacen? Actúan siempre siguiendo dos directrices. La primera es curar a quien está enfermo e intentar salvarlo. La segunda, no menos importante e incluso decisiva, es intentar entender el porqué y cuáles son las causas de la pandemia para poder elaborar una estrategia de victoria”.
Así, su postura abona a la iniciativa del cardenal Sandoval Íñiguez y de todo el episcopado mexicano, en llevar a cabo una cruzada contra el matrimonio igualitario y, por ende, contra la diversidad sexual.
Aunque hasta ahora, sólo parece haber movilizado a los católicos de Chihuahua que se apostaron fuera del congreso local para evitar que se discutiera el tema del matrimonio igualitario, cosa que sí lograron.
Pero también ya hay una persona transexual asesinada en el mismo estado con símbolos de tortura y cuyo cuerpo fue cubierto por la bandera nacional mexicana, que habiendo ocurrido el 24 de junio apenas unos días de los llamamientos del cardenal y de la CEM.
Sin embargo, podríamos decir que la cruzada neocristera, si se permite el término, no ha tenido mucho éxito, pero eso no quiere decir que haya fracasado, sobre todo teniendo en cuenta que la estructura eclesiástica encabezada por Sandoval Íñiguez, está a la espera de la definición de familia y matrimonio que en pocos meses hará el máximo jerarca católico.
Después de dicho suceso y de cómo responda la iglesia mexicana, así como de la resonancia que tenga en los feligreses y la sociedad en general, es que podremos ir valorando el éxito o fracaso de su nueva cruzada en pleno siglo XXI.
De cualquier modo es sumamente preocupante que dentro de todas las injusticias, una parte de la humanidad tengamos que afrontar también el peligro de asumir ser no-heterosexuales, no heteronormados (o intentándolo), por ello, me parece grave por decir lo menos, atestiguar una cruzada religiosa contra la diversidad sexual en un país como México que de por sí ya ocupa el segundo lugar mundial en crímenes de odio por homofobia y muchos de sus ciudadanos poseídos por el frenesí de partidos de fútbol lanzan a diestra y siniestra expresiones homofóbicas como el ya tristemente célebre “ehhhh putooo” del mundial de Brasil (país que por cierto, ocupa el primer lugar mundial en crímenes de odio por homofobia); ya ni hablar de la homofobia cotidiana disfrazada de “bromas” o resguardada en el uso coloquial de ciertas expresiones.
También me parece fundamental resaltar que el dogma judeocristiano que originó las actuales religiones monoteístas y sus múltiples sectas han sido históricamente y hasta la fecha un pilar indispensable en la normalización y promoción de la homofobia, machismo y misoginia.
Aunque por otro lado, también resalta eso de la condena a la “creación alternativa”, dicho por el cardenal Caffarra, agregándole el calificativo de diabólico, para intentar incidir en sus feligreses de que lo alternativo tiene ya una cimiente diabólica; pero ¿acaso será que a lo que temen realmente es a un mundo alternativo? ¿otro mundo donde la moral (ni mucho menos la ética) no emane del dogma religioso?
Si bien puede haber mucho que criticar a los colectivos LGBTTTIQA (lésbico, gay, bisexual, travesti, transgénero, transexual, intersexual, queer y asexual) lo cierto es que representan uno de varios frentes por un mundo menos injusto, menos inequitativo, y que en el ámbito de la sexualidad humana equivale a la máxima zapatista “un mundo donde quepan muchos mundos” y que de lograr consolidarse, la iglesia católica y las grandes religiones monoteístas en general (siempre aliadas a los grandes poderosos) verían diezmado su poder sobre nuestros cuerpos, nuestras mentes y nuestras formas de vivir y experimentar la sexualidad. Y quién sabe, si recuperamos nuestros cuerpos y mentes, quizá queramos recuperar también los medios de producción, ¡la economía! los bienes comunes naturales, nuestros gobiernos, nuestro planeta.
Con justa razón Marta Lamas dice que “La soberanía sobre el propio cuerpo es, a fin de cuentas, el principio de la libertad”.
Fuentes:
– Video: “Encomendemos nuestra Patria por manos de María Santísima para que Dios nos ayude. Palabras sobre los matrimonios de personas del mismo sexo.” Disponible en la página de Facebook del cardenal Juan Sandoval Íñiguez https://www.facebook.com/1441508332794242/videos/vb.1441508332794242/1612888892322851/?type=2&theater
-Declaración de la CEM respecto al dictamen de la SCJN: http://www.cem.org.mx/i/uploads/DECLARACION_CEM-SUPREMA_CORTE.pdf
– “Lanza Episcopado cruzada nacional contra bodas gay” nota de Proceso 24/06/2015 disponible online http://www.proceso.com.mx/?p=408591
– «Matrimonio gay» obra de Satanás” publicado el 06/07/2015 disponible online en el sitio del semanario de la arquidiócesis primada de México:http://www.desdelafe.mx/apps/article/templates/?a=6323&z=3
– “Asesinan a transexual y cubren su cuerpo con la bandera nacional” nota del diario Proceso 24/07/2015 disponible online: http://www.proceso.com.mx/?p=408629
– “Curas presionan en Congreso de Chihuahua contra aprobación de bodas gay” Proceso 23/06/2015 http://www.proceso.com.mx/?p=408521
– “México, segundo lugar mundial en crímenes por homofobia” Proceso 11/05/2015 disponible online:http://www.proceso.com.mx/?p=403935