La Paz, Bol.- La visita de Francisco a Bolivia no ha pasado desapercibida debido a una serie de hechos que han llamado poderosamente la atención.
Primero, el mal llamado “crucifijo comunista” que regaló el presidente Evo Morales al máximo representante de la Iglesia católica como un símbolo de diálogo que ha sido utilizado por detractores del mandatario y mal interpretado por casi todo el mundo occidental.
Luego una misa en la Plaza del Cristo Redentor de Santa Cruz donde Francisco hizo un llamado a abandonar la “lógica del consumismo”.
«En estos días hay una lógica que busca transformar todo en objeto de cambio, todo en objeto de consumo, todo negociable», dijo el Papa durante la multitudinaria ceremonia realizada al aire libre.
El pontífice además agregó que «frente a tantas situaciones de hambre en el mundo no podemos decir: ‘No nos dan los números, no nos cierran las cuentas’ (…) Es imposible enfrentar estas situaciones, pero entonces la desesperación termina ganándonos el corazón».
Previo a las críticas al consumo, el papa argentino convirtió las instalaciones de un Burger King en una sacristía. El restaurante de comida aceptó que el local fuera utilizado para que Francisco y los 60 obispos que concelebran con él se colocaran sus ornamentos.
«Para nosotros es un orgullo poder ceder nuestras instalaciones», dijo el gerente general de Bolivian Foods, Alfredo Troche, dueño de las marcas Burger King y Subway en el país.
El restaurante de comida rápida está ubicado a un costado del monumento al Cristo Redentor. «En las próximas semanas vamos a colocar una placa conmemorativa dentro del local. Este es un hecho histórico», dijo el gerente general de la empresa.