Por Fernando Santacruz Moreno
«El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene; y de explicar después por qué fue que no ocurrió lo que él predijo». “Winston Churchill”.
Yo tenía diez perritos, uno se murió en la nieve nada más me quedan nueve, nueve, nueve, nueve, nueve. De los nueve que quedaban, uno se fue con pinocho, nada más me quedan ocho, ocho, ocho, ocho, ocho (…. ) de ese uno que quedaba, lo mató una bicicleta y quedó el pobre aplastado debajo de la banqueta. Aquí se acaba este cuento de los perros que perdí y si usted no lo ha entendido se lo vuelvo a repetir… Aquellas canciones de la infancia que enseñaban a sumar, a restar y a dividir. Eran bonitas, realmente bonitas y viene a colación el comentario, por los llamados “destapes” de los aspirinos a conducir las riendas del gobierno estatal. Pueden ser seis, o diez, o más, pero de alguna manera, me hicieron recordar pasajes de mi infancia, de la infancia de muchos.
Muchos partidos, muchos candidatos, unos buenos, otros regulares y otros, la verdad, la verdad, muuuy malos, pero habrá que soportar la llegada de los tiempos políticos, lo que ahora se ha visto, leído y escuchado, son meramente, desplantes de soberbia, de infundados deseos de querer sobresalir y decirle a Don Juan que ellos sí saben, que ellos sí pueden, bla bla bla… y los que en verdad quieren y pueden están ahí, aguantando a capa y espada, pero sumando esfuerzos y seguidores, sin tantos aspavientos, sin tantos gastos con dineros que posiblemente sean de las haciendas públicas.
Muchos candidatos, decía y digo, que avanzan, dicen, en pos de alcanzar esa ansiada candidatura a la gubernatura estatal, respaldados por sus seguidores, por quienes ya alguna vez votaron por ellos. Los tiempos se acortan y en el camino, como frutas que caen del camión de redilas cargado, así en el camino irán quedando aquellos que no obtuvieron el visto bueno del que manda allá arriba.
Otros partidos buscan ya afianzar a un precandidato, “por si las moscas” porque la tan requerida unidad de las izquierdas, aún no se ve por ningún lado, aunque ya tengan en el entarimado y en una esquina, al carismático “Cepillo Figueroa”. La lucha será fuerte tanto por la silla de Miguel, como por las 58 alcaldías y las 30 diputaciones, las que ojalá y no salgan tan vanas como la actual. En una mata de frijol hay muchas vainas, muchos granos, y, uno o dos de esa planta tienen que salir buenos, lo mismo de una calabaza hueca, pero con muchas semillas, de ahí también, una o dos deben de salir buenas.
Los presidentes municipales desde hace años, han tratado de “lanzar” a su propio candidato y en estas elecciones no será la excepción, porque como en todo, hay negros y hay blancos, hay verdes y rojos, tontos y listos, altos y bajos, ignorantes y preparados. De todo ese montón habrán de seleccionar los votantes a los que seguirán en el poder, aunque no puedan. Ahora que las lluvias han caído en demasía, los hombres del campo, esos que producen los alimentos para la desvalijada mesa de las familias mexicanas, andan con el Jesús en la boca porque el ciclo agrícola se les va y en las dependencias gubernamentales, no han salido a cantar la melodía de cada año.
Habrá, eso sí, muchos agostaderos rebosantes, al igual que las presas y bordos, aunque de estos dos últimos, deben de extremarse la vigilancia y precauciones, porque más de dos no fueron debidamente construidas y construidos, en referencia a lo nuevo, porque hay también grandes riesgos en presas viejas que llenas ahora a su máximo nivel y ríos que están también al máximo nivel de aguas extraordinarias, ponen, hay que decirlo, en riesgo la vida de muchas personas. Está ya, por ejemplo, la vieja presa de el Chique, en el municipio de Tabasco y otras más, como la Leobardo Reynoso en Fresnillo y La Julián Adame en Villanueva, tierra que gobierna Miguel Angel Torres Rosales, presidente que enfrenta y resuelve problemas, grandes y chicos de los habitantes de este productivo municipio.
Los alcaldes tienen ya representatividad como tales y si se unen, podrían sacar un buen candidato, pronto veremos en las cartas de la baraja esos nombres que surgirán, ajenos a los ya tan trillados porque el cambio, los cambios tienen que ser efectivos y no de discurso. Zacatecas se merece más, la verdad y los presidentes municipales pueden ser los que logren eso, trabajar con mandos desde arriba para reconstruir a Zacatecas, que dicho sea de paso, no ha logrado escalar niveles superiores, dígase lo que se diga. Pueden los alcaldes desde ahora conformar un gran equipo, con liderazgo, experiencia, preparación y capacidad, porque existen los hombres y los nombres, solo que hay que pulirlos un poco más.
Si a los nombres de Pedro de León, de Tello Cristerna, Carlos Puente, David Monreal, José Luis Figueroa, Pancho Escobedo, le sumamos los de Miguel Torres y Pepe Pasteles, por ejemplo, sin dejar de lado los nombres de hombres y mujeres que quieren “pelear” por la vía independiente, el panorama se torna más difícil, pero más alentador porque los primeros señalados, buscan la forma de seguir en el poder y los segundos, buscan también llegar al poder, pero para servir realmente al pueblo, para luchar por la erradicación de la corrupción e impunidad, que lamentablemente sentaron cabeza en Zacatecas.
Hasta aquí mi comentario, nos veremos en la próxima entrega.
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