Guadalupe, Zac.- «Evidencia Gobierno Municipal de Guadalupe, poca voluntad resolutiva, intolerancia y nula atención sobre las necesidades elementales de vida entre guadalupenses, luego de que el pueblo organizado sin obtener respuesta y planteamientos serios que permitan atender de forma responsable los acuerdos pactados con el Movimiento Antorchista», señaló el dirigente de la organización Osvaldo Ávila Tiscareño ante el despliegue de policías municipales que pretendieron intimidarlos tras la movilización de más de 3 mil antorchistas guadalupenses que salieron a las calles a exigir diálogo.
Según los antorchista, se recibió al contingente numeroso con un despliegue policiaco como si los ciudadanos que exigen mejores modos de vida, fuera criminales o una amenaza a quienes por su función deben servir al pueblo como funcionarios públicos y no agresores ciudadanos.
El detonante que originó la planeación de esta gran movilización, fue la posterga burocrática en el cumplimiento de los acuerdos pactados entre el antorchismo y el Gobierno Municipal, el cual no ha logrado materializare ni avanzar ya que las buenas intenciones del alcalde Roberto Luévano se quedan solamente como discurso, como si las palabras mitigarán las necesidades del pueblo de Guadalupe que le exige a su alcalde que actué de forma activa, y no más con pereza y discriminación.
Osvaldo Ávila Tizcareño, líder del Movimiento Antorchista en Zacatecas, acompañado de miembros del Comité Estatal de la Organización, denuncio los actos discriminatorios a los que el pueblo organizado ha sido sujeto por parte de servidores públicos municipales, quienes seguramente por instrucciones de sus superiores margina a la población de programas asistenciales de origen municipal, solo por ser parte de Antorcha Campesina.
En su encuentro infructífero y accidentado con el alcalde Roberto Luévano, quien no dio esperanza alguna de atender de forma seria las demandas de la organización; Osvaldo Ávila denuncio el despliegue de la policía municipal, como si los manifestantes fuesen a actuar de forma criminal, cuando su único propósito es el de exigir mediante su libre derecho de manifestación la atención de las necesidades de vida.
Señaló que apenas el miércoles pasado una comisión antorchista se reunió con el propio alcalde Roberto Luévano, quien hizo una propuesta limitada y menor a las expectativas ciudadanas, la cuales no son comparables a los logros de gestión del movimiento antorchista que tan sólo en tres años ha logrado gestionar para su etiquetación desde la federación, más de 90millones de pesos que se traducen en obras de infraestructura carretera y pavimentación, deportiva y de carácter social básico.
“La gestión de Antorcha Campesina, es muestra clara de la voluntad del pueblo por acceder a mejores modos de vida, y condiciones de desarrollo, progreso y bienestar, siendo este un trabajo que no queda en discurso como el de quienes se dicen amigos del pueblo organizado, y le postergan la ayuda, lo discriminan y reciben con un operativo policiaco”, afirmó.
Como resultado de esta manifestación, la cual trajo consigo la misma postura del Gobierno Municipal de Guadalupe que se niega en atender y resolver los acuerdos pactados, el Movimiento Antorchista en Zacatecas, anunció futuras movilizaciones las cuales se multiplicarán en el número de participantes, sin descartar un posible plantón en el palacio municipal, a fin de romper con la pereza que prevalece en el Gobierno de Roberto Luévano Ruiz.